Por: Ricardo Aldana
Llegamos al final del torneo, con un resultado inesperado e inédito donde muchos ya daban por muerto al actual campeón, que llegó de atrás para llevarse el triunfo. Aún con un marcador global en contra hizo un excelente juego; desde el principio el América demostró sus ganas de ganar y lo que está en juego de la rivalidad en superar a Chivas con más títulos y de paso llevarse un bicampeonato, que aumentaría el ódiame más.
Por el otro lado llega un León que tuvo un torneo pasado de pesadilla, pero en este estuvo de una excelente manera consiguiendo ser la segunda defensa menos goleada, terminar en un tercer lugar general, dejando claro desde el partido contra Morelia que ellos iban por el título al hacer una excelente serie con muchos goles. Con la misma dosis sentenció a Santos, que en el primer partido los dejó casi eliminados, y uno segundo que estuvo muy reñido, pero ese sueño que no se cumplió hace 16 años, en el invierno del 97, motivó más a los Panzas Verdes para dar ese estirón y ahora sí poder cumplir su gran sueño que los ha impulsado.
De esta manera se enfrentará el primer lugar de la Tabla General y actual campeón contra el tercero, un equipo que nadie esperaba en la final al principio de la liguilla, aunque bien merecido con gran futbol e intensidad ofensiva. Una final inédita en nuestra liga, no sólo por los rivales que se enfrentan sino también porque será la primera vez en la historia que la ida sólo se vea por televisión de paga, a pesar de eso se espera lo mejor de los dos equipos, esta liguilla ha estado llena de muchos goles y emociones, y eso es una garantía que esta final va ser inolvidable para los medios, los patrocinadores, los jugadores, la historia de nuestro futbol y, sobre todo, para los aficionados.




