- Después de los antros pocos son los negocios que infringen la ley pues la multa llega hasta los 32 mil pesos
- Centro Plaza del Mariachi podría ser clausurado por exceso de decibeles permitidos
Desde el mes de abril del 2013 que se modificó el código municipal capítulo séptimo en cuanto a las licencias reglamentadas y especiales, el municipio de Aguascalientes se ha regido con un aumento en las multas a centros nocturnos, tiendas de abarrotes y todo aquel que tenga una licencia reglamentada y que venda alcohol, por permitir la entrada y venta de bebidas embriagantes a menores de edad.
De pagar menos de cuatro mil pesos, ahora alguien que infringe la ley llega a pagar hasta 32 mil pesos según sea la situación, esto se hizo, según Enrique Martínez Macías, secretario del Ayuntamiento, como una manera de fomentar el respeto a las reglas y a que aquellas personas que se dedican a este tipo de negocios pongan un poco más de cuidado en quienes entran a sus establecimientos.
Aunque desconoció el número de sanciones que se han presentado en este último año, indicó tener una disminución importante pues anteriormente cada fin de semana se llegaban a sancionar hasta cinco espacios nocturnos, casi siempre antros, mientras que ahora hay fines de semana que no se tienen multas.
Si bien el aumento a la sanción fue una buena acción, el funcionario aclaró no tener que bajar la guardia y menos en esta temporada decembrina que es cuando los comercios buscan mayores ingresos, “en cualquier época los verificadores deben estar trabajando arduamente sin flaquear”, sobre todo en los antros que son los que representan un número mayor en multas por acceso a menores de edad.
Hasta el momento, otro de los casos específicos en los que el conflicto con las reglas continúa con el centro Plaza del Mariachi, ubicado en avenida López Mateos, pues según lo dijo Martínez Macías, ya tiene amenazas de clausura causadas por el exceso de ruido que genera, “o le bajan a la intensidad de su ruido o se iniciará un procedimiento de clausura”.
El mayor conflicto es que el permiso está a nombre de la cervecería Corona y no de una persona física, por lo que cada vez que se les notifica el probable procedimiento de suspensión de licencia la empresa tarda en responder por la dimensión de la misma.
El volumen permitido en espacios de este tipo es aproximadamente de 67 decibeles, la mayoría de los negocios han estado controlando el ruido para evitar multas y bajas de permisos pero éste en específico no han respondido a ninguno de los requerimientos.
El secretario explicó que si existen tres sanciones seguidas se procede a la cancelación total, pero si hay quejas ciudadanas se puede iniciar el procedimiento de suspensión temporal, aunque hasta el momento sólo se tiene un número poco considerable de ellas no deja de lado la probabilidad de suspensión.
Foto: Archivo LJA