- Afectaría también a La Pona y los mantos acuíferos que se encuentran en la zona
- La licencia ya se aceptó por parte de Semarnat y gobierno estatal, sólo falta Semadesu
El secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semadesu), David Ángeles Castañeda, indicó estar haciendo una evaluación minuciosa a la solicitud de la empresa Inmobiliaria Imagen que presentó al gobierno municipal sobre la instalación de un centro comercial en las instalaciones donde se encontraba anteriormente el balneario Ojocaliente (avenida Tecnológico) sobre todo en el derribo de árboles, que sería lo más importante que esta dependencia manejara.
Existe una gran consideración que la Semadesu estudia, pues en caso de entregar el permiso serían 350 árboles los que se derribarían, de ellos alrededor de 150 son huizaches y mezquites y el resto especies variadas como pirules, cedros y álamos con una edad de entre 50 y 80 años.
“Estamos siendo muy minuciosos para ver cuántos árboles podemos rescatar”, el funcionario reconoció la necesidad que tiene el municipio de abrir nuevos empleos y promover la economía, sin embargo, la secretaría existe precisamente para nivelar el impacto que cualquier cambio en lo urbano genere en el ambiente, por lo tanto no escatimará esfuerzos para lograr que se salve el mayor número de especies que se pueda.
Durante la pasada administración se llevó a cabo un aumento en el costo de la compensación por derribo sin permiso de un 20 por ciento por lo que en caso de que la Semadesu no otorgue el permiso y la empresa los derriba el costo podría llegar a ser de arriba del millón de pesos; Ángeles Castañeda aclaró que estimar el costo de un árbol no es algo sencillo pues debe considerarse primero la especie, edad, tamaño y beneficios ambientales.
El que se construya una plaza comercial en esta área específica vendría a consumar el grave daño que se le ha hecho al pequeño pulmón de Aguascalientes: La Pona, ya que es donde están los mantos acuíferos y la zona de recarga que se vería afectada al colocarle una plancha de cemento, “prácticamente le estamos quitando un servicio ambiental a la propia ciudadanía”, sin embargo si la empresa cumple con todos los requisitos legales no podrán negarles el permiso ambiental.
Entre los requisitos solicitados se encuentra el estudio de impacto ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el cambio de uso de suelo que lo da el estado por medio de la Secretaría de Medio Ambiente y el plan de manejo que otorga el municipio (Semadesu).
Éste último, explicó el secretario, es el único requisito que falta para que el proyecto se apruebe y que debe estar basado en el manual interno en donde se plantea las especificaciones sobre forestación y reforestación, “la decisión depende de cómo lo presentarán”; por parte de esta dependencia dialogarán con los empresarios para llegar a un acuerdo de replantar algunos árboles o en su caso proponer la reforestación de cierta cantidad de especies en alguna otra zona.
Aunque reconoció ser muy difícil que acepten replantarlos pues es un proceso costoso y complicado, para hacerlo se tiene que sacar el árbol completo con un corte de raíz a cierta profundidad, inmediatamente envolverlo en hule negro para que no le de aire pues de lo contrario se secará y trasladarlo al lugar donde será colocado nuevamente, “no es tan sencillo”, además eso es aparte de lo que tendrán que pagar por cada árbol derribado en donde se está estimando un costo oscilado entre siete y diez mil pesos por un árbol de 14 metros.
Otra de las complicaciones además del derribo de árboles es la biodiversidad, que a pesar de no ser muy significativa de la región, sí es una cantidad considerable sobre todo de fauna que va, desde ratones hasta ardillas, aves e insectos que ya tienen sentados sus nidos en ese lugar. Dentro del plan de manejo, Semadesu solicita la explicación y el proceso de cómo se reubicará a toda esa fauna una vez que cambien el estatus del lugar natural.
Foto: Claudia Castro
Criminales!!!