- Hace 20 años un bulto de harina costaba 36 pesos, hoy alcanza hasta los 360
- El bolillo o la concha están en menos de cinco pesos la pieza
Hace 20 años un costal de harina costaba 36 pesos y una pieza de pan 1.20; hoy se compra aquélla hasta en 360 y el bolillo o la concha se venden en menos de cinco pesos, la pérdida es constante, dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora Aguascalientes (Canainpa), Héctor Martínez García.
Mientras los aproximadamente 60 socios de la Canainpa resuelven la reelección de Martínez García al frente de ese organismo empresarial, el también panificador lamentó la desaceleración en la producción del pan; “no estamos siendo productivos, no tenemos inversión”.
Añadió: “Estamos detenidos porque no hay un precio que nos deje ganancia. Manejamos precios por abajo de la inflación. En el año de 1994 el bulto de harina de 44 kilos valía 36 pesos y diez años después, en 2004, llegó a 340 y 10 años más tarde, ahora, hasta 360 pesos”.
Explicó que en aquel tiempo una pieza de pan era de un peso y se vendía en 1.20, “hoy debía valer diez veces más, pero está por debajo de los cinco pesos. Nosotros somos parte de los sectores más desprotegidos, como la agricultura y la ganadería; no nos dan nada y sólo dándolo (el pan) barato lo podemos vender”.
Martínez García -quien ya lleva tres años al frente de la Canainpa local- dijo que aún no se publica la convocatoria para la elección de la nueva mesa directiva, porque hay consultas internas de acuerdo a las cuales se han formado corrientes que empujan por la reelección.
“La tradición es la candidatura de unidad, el detalle es que a la fecha tengo tres años al frente los estatutos dicen que me puedo reelegir y también hay muchos socios que me piden lo haga. Ellos me piden que yo continúe al frente, ha habido peticiones en ese sentido y será cosa de esperar”, señaló.
Agregó: “Es un privilegio para mí haber estado tres años y estoy en plenitud de rendir mucho más, con mejores resultados. En tres años lo mejor que se hizo fueron algunos eventos de interlocución con Gobierno del Estado, con una relación sana y productiva, las relaciones logradas también con el municipio han sido muy benéficas”.
Habló de la participación de la Canainpa en la Feria Nacional de San Marcos y el Festival de las Calaveras, con pan artesanal en Expo Agroalimentaria, “y estamos ahí durante toda la feria y todo el festival. Aunque haya calor el pan también se vende bien, en beneficio de los asociados; se han hecho inversiones en algo de equipo, propiedad de cámara, para eliminar proveedores, como horno, batidora, fermentadora, charola, todo lo relacionado con la panificadora”.
El impulso al pan de muertos aumenta cada año, no es casual sino producto del trabajo -dijo- una tradición en la que llevan muchos años. “Mis antecesores en la cámara hacían lo mismo, pero nuestros espacios han mejorado, gracias al apoyo de las dependencias del gobierno estatal y del municipal”.
Consideró Héctor Martínez que el reto es consolidar un padrón más amplio de afiliados, actualmente son pocos, la mayoría no están en cámara, “30% del mercado panificador es el afiliado y eso nos ha impedido consolidarnos como un gremio fuerte. No se sabe cuántas panificadoras hay en todo el estado, aunque se cree que hay unas 200 establecidas y con tradición”.
Foto: Archivo LJA




