Estimado lector, después de pedir una disculpa a todos los que los jueves me hacen el favor de su lectura, debido a la omisión del editorial de la semana pasada que por tiempos de trabajo me fue imposible realizar, regresamos con mucho gusto, no sin antes de comenzar comentar sobre el último editorial del mes de diciembre del año pasado, donde me atreví a dar ciertos pronósticos sobre lo que ocurriría en varios ámbitos en el país este año. De cinco, ya van dos que acierto, primero, la economía no creció a los niveles que pronosticó el gobierno federal, el INEGI dio cifras preliminares de crecimiento del PIB del 1.1% del año pasado, y en círculos cerrados del mismo instituto se sabe que la cifra rondará los 0.7 a 0.9% del PIB; nuestro pronóstico fue 0.8%, por lo que estamos entonces ya en el objetivo. El otro fue que el primer semestre del año sería vital para el gobierno federal y poder llevar a cabo reestructuras en seguridad para que la economía ahora sí trate de salir adelante y que muy probablemente habría una noticia bomba. Pues esa noticia inicial ya se dio con la captura de Joaquín El Chapo Guzmán y ahora con el problema de fraude que la empresa Oceanográfica tiene con Banamex y que se está investigando no sólo en México sino también en Estados Unidos y que probablemente por fin afecte a los hermanos Bribiesca Sahagún, que todos intuimos cometieron excesos durante el gobierno de Fox. Aunado a esto, la política en Michoacán está en proceso, aunque no ha funcionado del todo bien. Baste ver el precio del limón que se produce en la zona caliente de ese estado y que esta alcanzando precios estratosféricos de más de 35 pesos por kilo al mayoreo. Esperemos que vayan funcionando las políticas de seguridad, por lo pronto, voy 2-0.
El día de hoy platicaremos del emprender empresa, de cómo no es problema emprender. El problema es atreverse.
En muchas ocasiones, hemos sido testigos de cómo un amigo o compañero se atreve a hacer empresa, a ser empresario y comienza inmediatamente las críticas de los que lo rodean, algunas fundamentadas, pero otras no. La primera es de que es fácil ser empresario, de que no tiene “chiste” (sobre todo los que trabajan para una empresa grande y ven “chiquitos” a los empresarios), o que con los conocimientos que tiene (por su grado de educación) es muy sencillo hacer empresa.
Y hasta que ellos se atreven verán que es difícil y muchos de ellos regresarán a la seguridad de la nómina, y entonces ya tendrán el respeto necesario hacia los emprendedores. O peor aún, se menosprecia a aquellos que verdaderamente se dedican al multinivel y se les ve como vendedores únicamente cuando en realidad ya tienen una microempresa en todos los sentidos.
Y otros tienen la oportunidad, el negocio, la idea y el mercado, y simplemente…. no se atreven a hacer empresa.
Hay que atreverse a hacer empresa, a ser empresario, sin poner todos los recursos propios en el esfuerzo, ya que se tendrían circunstancias difíciles en caso de fracaso, o los primeros meses, debido a que se piensa que el éxito de las empresas es inmediato, cuando la realidad es que un negocio nuevo, en los primeros meses pasa por dificultades tales que se piensa en determinado momento que se tendrá que cerrar el mismo, que el fracaso está a la vuelta de la esquina y que el posible esfuerzo fue en vano.
Las etapas de una empresa, cualesquiera que sea y sus dificultades, son:
- Inicio. En esta etapa, se demanda todo el tiempo del emprendedor y la empresa se convierte en una máquina traga dinero. Los recursos necesarios en el comienzo son grandes y aunque se haya planeado detalladamente el proceso de apertura, siempre se necesitarán más de lo que se cree. La dificultad aquí es que el empresario se vacíe totalmente de recursos y tenga que cerrar.
- Crecimiento. Una vez estabilizado el negocio y dado a conocer en el mercado, el negocio empezará a crecer y el crecimiento lleva por tanto también una gran cantidad de recursos económicos que son necesarios para poder entonces lograr llevar a cabo la satisfacción del mercado.
- Madurez. En esta etapa el negocio está consolidado, tiene un prestigio y, por tanto, no tiene ya altos crecimientos, pero tiene altas ganancias.
Si el emprendedor no tiene claro esto, y piensa que por emprender o poner negocio inmediatamente tendrá las máximas utilidades, está equivocado, y fracasará. Espero que esta clarificación ayude a que se tengan mejores negocios de ahora en adelante.
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