- El estado todavía continúa en la búsqueda de su identidad teatral
- Para comprender el teatro local, deben conocerse sus diferentes ramas
“Siempre ha habido teatro en Aguascalientes sólo que aún no logramos encontrar cuál es el que nos identifica”, aseguró Mariana Torres, quien es conocida como la encargada del Centro de Investigación y Estudios Literarios (CIELA) Fraguas, pero que también cuenta con más de 20 años de experiencia en el teatro.
Las etapas de esta disciplina artísticas han estado bien definidas, desde los fundadores Antonio Leal y Romero y Elías Rivera, que después tomaron la estafeta para generar grupos artísticos que a partir de los años 70 se forjaron como columnas del estado, encabezados por dos pilares: Jorge Galván y Jesús Velasco. Aunque como cualquier producto artístico, fue modificándose a partir de los propios contextos sociales, económicos y políticos.
Las generaciones autodidactas aparecieron y desaparecieron, pero siempre ha habido un interés por la capitación y por obtener herramientas para generar nuevas propuestas; para Torres el parteaguas que generó una perspectiva distinta del teatro en el estado fue la fundación del Centro de Investigación Teatral (CIT) en 1994, que surge con la idea de que ya fuera una escuela formal de actores con rigor académico, “este centro determinó una nueva etapa del teatro pues inició la profesionalización de los actores”, ya que antes no se hacía de una manera tan abierta y fácil de efectuar.
A partir de este centro se da un reajuste de lo que se venía haciendo en Aguascalientes; se comienza el teatro escolar, un proyecto federal que tiene el objetivo de llevar la escuelas de educación básica al teatro en un formato profesional, es decir, pagándosele al actor y al creativo, con una temporada de 100 funciones, con capacitación muy especializada para el cuadro creativo y el elenco; esto con la participación de tres instancias: el Instituto Mexicano del Seguro Social, que apoya con la infraestructura (el teatro), el Instituto de Educación, que aporta el público, y el Instituto Cultural e Instituto Nacional de Bellas Artes, que ponen la parte artística.
Con el CIT y el teatro escolar se marca una época de grandes proyectos con directores nacionales y la oportunidad de que las personas locales trabajen con un estilo ya profesional, donde el actor solamente se dedica a lo suyo, “es que antes veníamos haciendo un teatro un poco de todólogos, donde todos hacían de todo”; así que se marcaron los roles específicos dentro del proceso teatral, que detonaron que los grupos independientes adoptaran el profesionalismo en sus procesos de producción a menor escala.
A la par de ello se da el surgimiento de muchos grupos escolares que hasta la fecha continúan apareciendo y fortaleciéndose cada vez más, haciendo funciones en los auditorios de las escuelas y preparando proyectos pequeños en un formato más profesional, “un ejemplo es la Preparatoria Benito Juárez, que al crear su grupo de teatro ha procurado fomentar esta disciplina entre sus alumnos”; elevando también el número de presentaciones pues, según Mariana Torres, anteriormente se ensayaba casi ocho meses para presentarse sólo un día, mientras que ahora las temporadas ya son más largas y con más calidad.
Ahora bien, para poder comprender la evolución del teatro en Aguascalientes, desde la perspectiva de Torres, debe de comprenderse que existen diferentes tipos de teatro bien definidos por sus procesos de producción; así, pues, existe el teatro estudiantil, el universitario, el amateur y el profesional.
El teatro que se hace en las instancias educativas a nivel bachillerato se le considera el estudiantil, que se diferencia del universitario por sus procesos de enseñanza y realización de la actividad, éste es más sistematizado y existe de por medio una evaluación; en el estudiantil hay más entusiasmo, habilidades y ganas de hacer montajes. El amateur es aquel en el que están los grupos más libres, toman ciertos talleres, se reúnen de vez en cuando para hacer montajes, y el sistema de producción es todavía de todólogos; mientras que en el profesional ya se tiene un rol estratégico para cada área y cuentan con mayor experiencia.
Todo esto ha significado un auge de montaje y oferta teatral, pero que han olvidado un poco la parte de la generación de públicos, algo que es una gran preocupación para los actores teatrales como Mariana Torres, pues en ocasiones los espacios son pocos, están desaprovechados y a veces los trabajos destacables se presenta con un público escaso, “no sabemos todavía de qué manera recuperar esta creación de públicos”, los cuales sean asiduos a una cartelera y logren identificar los estilos de cada director.
Iniciativas como La Saturnina con sus noches de teatro o Rafael Paniagua con sus musicales del mes de marzo en el teatro Morelos, están en el camino de formación de nuevos públicos aunque, para Torres, todavía falta mucho por hacer, pues cada uno camina por su propio lado sin pensar en la creación de algún proyecto en conjunto en el que se reúnan y dialoguen sus experiencias; algo como una muestra, un festival o congreso que logre incluir a toda la comunidad teatral de Aguascalientes.
“Sí hay un gran auge del teatro en el estado pero debemos sentarnos y analizar cómo están nuestros montajes y cuál es el que nos podría identificar”, sobre todo en el panorama nacional, donde hasta hace unos años Aguascalientes figuraba en él y se hablaban de los actores y actrices locales. Ahora se está en una ausencia total, consecuencia de la desaparición del programa de teatro escolar.
En 2005 se decide por las autoridades que Aguascalientes que dejaría de participar. Cuando los programas federales, en colaboración con los gobiernos estatales con aportaciones tripartidarias, deciden no seguir colaborando, el programa se cancela; aunque a nivel nacional otros estados continúan en él. “Desgraciadamente el único foro que ahorita existe, donde Aguascalientes pudiera figurar, son las muestras nacionales”, y subrayó “desgraciadamente” porque las convocatorias son por medio de invitación y al no conocer el trabajo local, a pesar de enviar sus propuestas, no son requeridos.
El trabajo actoral y las producciones locales va en aumento, sin embargo el camino por recorrer es largo; mientras la comunidad continúe en la búsqueda de su identidad el camino será más corto.
Foto: Gerardo González
