- Calvillo compite con 6 mil hectáreas sembradas contra 14 mil 500 de Michoacán
- El problema de la guayaba recae en la inexistencia de organización entre productores y no por falta de apoyo institucional
La Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (Sedrae) así como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) exhortan a la sociedad en general a no politizar el campo ni el tema de la producción de la guayaba ya que esto podría afectar aún más la situación de compra de la fruta a los productores, específicamente los de Calvillo.
Para Jorge Narváez Narváez, titular de la Sedrae, como autoridad tiene la obligación de evitar cualquier tipo de especulaciones y supuestos ya que el campo no necesita politización sino de trabajo, compromiso, diálogo y acuerdos.
Ya que el mercado de los productos agropecuarios es multifactorial, existen diversos niveles facultados para atender a todos los sectores, sin embargo Ernesto de Lucas Palacios, delegado en Aguascalientes de Sagarpa, reconoció la existencia de circunstancias muy particulares que pueden dar lugar a que actores políticos tomen ciertas banderas, “la realidad es que el surco y las huertas lo que se necesita es el trabajo en conjunto y no partidos políticos”.
Todo producto depende de la oferta y la demanda razón por la cual los estados sobre todo los más destacados productores agropecuarios deben tener mucho cuidado con lo que comentan los productores y autoridades ya que las banderas políticas que se tomen pueden ser muy subjetivas.
Para el delegado la organización es lo que hace falta para la mejora de la situación de la guayaba, la unión, visiones en conjunto con gobierno estatal y federal pero sobre todo una visión de los productores “por décadas ha faltado organización de los productores”; tomando en cuenta que cualquier producción requiere de estrategias comerciales para su promoción y lograr poner tu producto en el mercado a través de las líneas de comercialización tanto nacional como de exportación.
Normalmente se registra una producción de alrededor de 100 mil toneladas por ciclo, aunque el año pasado se tuvo una aumento considerable por las precipitaciones que se tuvieron, con ello se contaba con un precio de la reja entre 45 y 60 pesos pero nunca se supo cuáles eran sus nichos de mercado más favorables.
Actualmente la reja de primera cuesta 90 pesos y no hay fruta, esto explicado por el delegado, representa que se está trabajando de una forma desfasada, causado por los beneficios que trajo las lluvias y el florecimiento mayor pero que no se tuvo la previsión de contar con una técnica adecuada de distribución y comercialización, “nosotros no les vamos a decir cómo, la era del paternalismo ya no existe debemos trabajar todos en el mismo barco”, si los productores tienen 30 o 40 años en el mercado ya deberían de conocer buenas estrategias.
Ahora bien, hasta el momento Calvillo cuenta con seis mil hectáreas aproximadamente que van hacia la baja mientras que su competencia directa, Michoacán, cuenta con 14 mil 500 hectáreas, este año Michoacán podrá tener 20 mil hectáreas sembradas de guayaba, por ello se han cuestionado las autoridades qué pasará con un municipio con esa cantidad tan diminuta de tierra sembrada, con ausencia de organización ni tener en claro cuál es su mercado.
Las consecuencias de esta disminución en el hectareaje es que Aguascalientes deje de tener presencia en el mercado de la guayaba, considerando que la calidad del fruto calvillense no tiene comparación por las propias características de la tierra, el clima y demás deberán de buscar otra estrategia de venta pues ni en cantidad ni costo podrían competir con Michoacán.
El camino sería darle un valor agregado, venderla como fruta funcional partiendo que la guayaba es cinco veces más rica en vitamina C que los cítricos y que cuenta con una gran cantidad de antioxidantes.
Esta disminución ha sido causada principalmente por los costos que representa la producción del fruto principalmente por el tema del agua, todos los huertos de Calvillo requieren de un sistema de bombeo para ser regados lo cual eleva cada vez más el costo, mientras que en Michoacán los huertos aprovechan las precipitaciones normales que tiene el estado; mientras allá la producción de un kilogramo de guayaba les cuesta un peso, en Calvillo se eleva a más de tres pesos.
Si bien la agroindustria está encaminada a buscar mercado de exportación con valor agregado, De Lucas Palacios subrayó estarse olvidando el mercado nacional que cuenta con más ventajas para los productores locales como los de Calvillo.
Foto: Gilberto Barrón
