La Purísima… Grilla - LJA Aguascalientes
05/06/2023

Elogio en boca propia… pues sí, es vituperio, no hay vuelta de hoja, por eso en los anuncios de La Jornada Aguascalientes sobre lo que nosotros hacemos, preferimos evitar las comparaciones y apostamos a un sencillo: “somos más que un periódico” para hacer referencia a que, además del impreso, tratamos de extender nuestra tarea informativa a través de otros medios; por ejemplo, tenemos un programa de media hora en Radio UAA, Algo que decir, todos los viernes a las 20:30; ofrecemos un videoblog en el sitio www.lja.mx; apostamos a informarle en el momento a través de nuestra cuenta en Twitter @jornadags; en redes sociales difundimos nuestros contenidos (como jornadags estamos en Facebook e Instagram, somos +LjaMx en Google +); y en la edición nacional de La Jornada publicamos una columna en la sección “De nuestras Jornadas”… Somos más que un periódico.

¿Por qué dejar a un lado el rebozo? ¿A qué la súbita confesión? En la breve editorial que se publica hoy en las páginas de la edición nacional de La Jornada hacemos referencia de la incapacidad de nuestra clase política, toda, para destacar en el ámbito nacional. ¿Cuántos casos de éxito puede contar de políticos aguascalentenses que rebasen las fronteras con La Chona?, cuente cuántos forman parte del gabinete de Enrique Peña Nieto, o intente enlistar a quienes fuera del ámbito cultural e intelectual elevan el nombre de la entidad por encima de la medianía que nos gobierna y verá que sobran dedos de la mano; proponemos en la columna “De nuestras Jornadas” que nos gana la pasión por la fiesta, a resultas de las declaraciones del día de ayer acerca de las acusaciones contra el coordinador de los diputados federales del PAN, Luis Alberto Villarreal García, y el supuesto intercambio de favores a cambio de más presupuesto para los municipios de Aguascalientes, Jesús María y Calvillo, podemos agregar que también nos apasiona el chisme.

Pasión por el rumor. Mucho se puede decir sobre la calidad informativa del texto publicado por AM Guanajuato y reproducido por Reforma, el lector juzgará si vale la pena detenerse en una nota que se basa en la percepción del redactor y que su mayor mérito reside en revolcar datos viejos, cruzarlo con suposiciones (“el secretario de Obras Públicas del Ayuntamiento capital, Carlos Llamas Pérez, señaló que se tiene un presupuesto de 400 millones de pesos proveniente de dinero federal, gestionado por legisladores federales por Aguascalientes, de los que no pudo especificar los nombres”) y apurar conclusiones (“Luis Alberto Villarreal García enrojeció y alzó la voz cuando AM le preguntó sobre la reunión con los tres alcaldes panistas de Aguascalientes), además de minimizar las declaraciones de otros diputados federales salpicados por las conjeturas (Teresa Jiménez Esquivel, Rubén Camarillo Ortega y Raudel López López), quienes negaron las acusaciones y a quienes no se les puede pedir que presenten pruebas en contra, cuando todo se basa en el chivatazo de un testigo y no se presenta un solo hecho.

Los impresionables. Basta el petate del muerto de la “circulación nacional” (entrecomillamos porque gracias a internet ese término cada día es más endeble) para espantar a la clase política local. Los amigos de la prensa aguascalentense, raudos, fuimos a buscar las declaraciones, las explicaciones, las defensas. Tanto Javier Luévano como Antonio Arámbula y Antonio Martín del Campo negaron las imputaciones, con mayor serenidad el alcalde de la capital, más interesado en promover el anuncio de la construcción de un mercado en Villas de Nuestra Señora de la Asunción, incluso se permitió algunos chistes a costa de quienes se proponían en el bote pronto sacar raja y hacer grande el asunto.

Se llama karma. No fue tan serena la reacción del dirigente del PAN, Jorge López Martín, el delegado del PRI, José Manuel García García, y mucho menos de la diputada Teresa Jiménez. A nombre de los panistas, su líder estatal desmintió todo y aprovechó para intentar desviar la atención sobre la “denuncia” para acusar a Enrique Peña Nieto de querer controlar a los consejeros de Pemex, con unos datos que, evidentemente, tenía ya preparados para que coincidieran con la conmemoración de la expropiación petrolera, pero que básicamente, no aportan nada a la discusión. Mientras que a nombre de los tricolores, el delegado y también el dirigente estatal tricolor, Guadalupe Ortega Valdivia, aportaron varios leños a la hoguera de la especulación, pues tratándose de criticar a los blanquiazules, no dejan pasar una. El caso de la diputada federal Jiménez Esquivel se cuece aparte, justo por lo que le hemos venido comentando acerca de su febril activismo a favor de Gustavo Madero y cómo en su carrera loca se ha llevado a los alcaldes de Aguascalientes entre las piernas, al grado que ayer, la dejaron sola, López Martín dijo que ella se podía defender sola.

Mira mamá, sin manos… pero lo que hizo Teresa Jiménez fue concederle la razón a los adversarios panistas que ven en estas acusaciones fuego amigo, en su intento por negar las imputaciones, responsabilizó al equipo de Ernesto Cordero Arroyo de la guerra sucia, insistió en transformar el asunto en una vendetta provocada por la envidia que le daba a “alguien” que Gustavo Madero la haya incluido en su planilla y, al borde de la lágrima se envolvió en la bandera de la honestidad, jurando que será fiel guardián para que nadie, absolutamente nadie toque los dineros públicos… ¿así o más desmesurada la reacción?

La burra al trigo, la joven diputada remataba sus intervenciones ante los amigos de la prensa, señalando que no iba a dar nombres (pero sí acusó a Ernesto Cordero) y de forma inexplicable, Teresa Jiménez insistió en sumar a la causa de Gustavo Madero a los alcaldes panistas de la entidad, ni porque un cauto Antonio Arámbula acababa de desmentir el que haya asistido a la inscripción del candidato de la diputada, como quieren aparentar las fotos que se difunden a través de redes sociales.

Ni a cual irle. Se nos acaba el espacio y no vamos a alcanzar a elaborar la reseña de todos los que se involucraron en estos dimes y diretes, pero ninguno se salva, nadie ha tenido la cabeza fría para desestimar las acusaciones con papeles en la mano, a nadie le ha parecido que es necesario analizar los hechos, no aventarse de cabeza hacia las suposiciones. Si todavía seguimos esperando (y sufriendo) las consecuencias de un bulo tan miserable como el de “la gente buena no se tatúa”, que terminará afectando a las administraciones de Martín del Campo y Carlos Lozano de la Torre por igual, pero sobre todo a la deslucida presencia de Aguascalientes en el ámbito nacional; ahora sume que estarán bajo sospecha todos los intentos por obtener mayores recursos de la Federación, sin importar si el esfuerzo lo realiza un presidente municipal o el gobernador. Elegir la insinuación, el dejar pasar, sí te hacen cómplice de la difamación que se extiende más allá de los colores de un partido.

La del estribo. Nos llega una invitación para asistir a una conferencia de prensa (papayita y queso cottage incuido) en la que un grupo de organizaciones “pro vida” dará a conocer una importantísima información, el vocero será el representante de “Dílo bien” en Aguascalientes, el mismo grupo que el año pasado organizaron un congreso “para acercar a la sociedad información sobre la familia, aborto, sexualidad y homosexualidad”, es el mismo equipo que se pronunció contra el Festival de la Diversidad Sexual, que organiza la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT) en Zacatecas; los mismos que acuerparon la performance de Jorge Serrano frente al Congreso local; unos que promueven el mensaje de que la homosexualidad no es natural, y justifican, aclaran el concepto de pobreza así: “Uno puede mutilarse o llenarse de hormonas para parecer mujer, pero será un pobre por la vida”. ¿Qué todo mundo tiene derecho a opinar?, por supuesto ¿Todas las opiniones son válidas?, por supuesto que no; sin embargo, estaremos atentos para informarle sobre el mensaje de odio y a ver quién de los diputados de esta legislatura se la juega a interpretar el papelón que hicieron los hoy olvidados Gabriel Arellano Espinosa y José Luis Alférez.


@PurisimaGrilla


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