- Geofísica Aplicada avaló al gobierno en el 80% de los casos, acusa Sotelo Rodríguez
- Hoy el Fondo Nacional de Desastres Naturales desatiende a mil familias
Pese a las advertencias emitidas en tiempo y forma, denuncia Arturo Sotelo Rodríguez, presidente del Colegio de Ingenieros Geólogos de Aguascalientes, diversas autoridades locales permitieron el desarrollo inmobiliario, e incluso el de edificios públicos, en 28 fraccionamientos con presencia de desperfectos geológicos.
En el estudio titulado “Relación de daños ocasionados por las fallas geológicas que se pueden y pudieron evitar”, manifiesta que estas grietas se deben a la mera “actividad tectónica”, y no a la sobreexplotación del agua subterránea, argumento esgrimido por el Fondo Nacional de Desastres Naturales para evitar la indemnización de más de mil familias.
Sotelo documenta irregularidades acontecidas entre 1986 y 2012. Los fraccionamientos Volcanes y Bona Gens se construyeron en 1987 y 1989, respectivamente, no obstante a que fotografías aéreas de 1969 invitaban a evitar las construcciones.
Sostiene además que en Las Cumbres hay cuando menos cinco manzanas “que inevitablemente van a resultar agrietadas por el fenómeno del agrietamiento”, producto de la falla Aguascalientes Centro, sobre cuya presencia se alertó en 1995.
La falla Universidad, localizada desde 1994 por el Atlas Estatal de Riesgos, editado por gobierno del estado, no evitó que los edificios de 110, 113 y un anexo del Centro de Ciencias Económicas y Administrativas se construyeran “exactamente sobre ella”.
Infraestructuras públicas ejecutadas sobre fallas son el Palacio Municipal de San Francisco de los Romo y las plantas de tratamiento de aguas residuales Los Sauces y de la Presa de los Gringos.
Sobre esta última, afirma el ingeniero, Otto Granados Roldán, gobernador en 1994, desoyó el resultado de los estudios geofísicos de radar y geo-resistivos.
“Parte del embalse de esta presa está afectado por la falla Aguascalientes Centro, el 50% de las aguas grises tratadas se está infiltrando a través de ella, con la consecuente contaminación de los mantos acuíferos”, menciona en el compilado.
Añade que los daños sobre el Hospital Neurosiquiátrico de Salud Mental en Jesús María “están más que garantizados”, pues para salvar la falla Técnica No. 10, sobre la cual se levanta, el edificio fue dividido en dos partes. Sólo tres metros separan una de la otra, no obstante que el Código Municipal, en la fracción destinada a la Zonificación por Grado de Riesgo, advierte que la autoridad debe tomar precauciones de 200 metros.
El fraccionamiento Yalta Campestre, asegura Arturo Sotelo, pronto será atravesado por la falla Benigno Chávez, hoy situada a 160 metros de distancia de su extremo sur.
Según el presidente del Colegio de Ingenieros Geólogos las autoridades habrían sido permisivas incluso en zonas de alto nivel socioeconómico, dado que la falla Pulgas Pandas pasa justo por debajo del edificio que alberga las oficinas de Hipotecaria Nacional y la inmobiliaria Davivir.
Además se expresa así del fraccionamiento Vista del Sauz, ejecutado entre 2003 y 2004.
“El 25 de Octubre de 1999 el firmante alertó por escrito al entonces Secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado, Ing. Ricardo Magdaleno Rodríguez sobre la existencia de cuando menos tres (grietas) principales. Asimismo, el 1° de Febrero del año 2000 le envió un oficio al entonces director de CEAPA, Ing. José Alberto Castañeda Alvarado sobre los riesgos que implicaba la construcción del fraccionamiento en este lugar”.
Sotelo manifiesta contar con estudios realizados “por su propia cuenta y riesgo” para probar que dependencias extintas y vigentes, como la Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado, las secretarías de Planeación y de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial, además de varias secretarías de Obras Públicas, han cometido omisiones que violentan la ley.
“Los 28 casos referidos y fehacientemente documentados se construyeron indebida e irresponsablemente en zonas de riesgo afectadas por fallas geológicas, con plena complacencia de de las autoridades en turno, en donde a casi todas se les practicó el estudio geoeléctrico resistivo normativo, pero a ninguna el geológico, el que sin lugar a dudas hubiera evitado semejantes calamidades”.
Geofísica Aplicada, acusa el ingeniero, habría firmado el dictamen geológico en el 80 por ciento de estos casos.
Se dice especialmente preocupado por el fraccionamiento Villa de San Antonio, parcialmente construido sobre un basurero afectado por la falla Vicente Guerrero. Ahí “el estudio geofísico no reconoció el contraste resistivo que tuvo que haber entre los rellenos sanitarios y el tepetate, y menos todavía identificó tan evidente discontinuidad”.
La misma empresa además estaría señalada por afirmar la existencia de la falla El Centavito, presuntamente ubicada al sur poniente del fraccionamiento López Portillo con 780 metros de longitud.
“En el mes de octubre del 2012, la empresa contratada ex profeso excavó no menos de 15 zanjas, sin haber encontrado el menor indicio de ella; pero aún así, el responsable del estudio geofísico normativo la infirió y la trazó con línea discontinua”.
También habría fallas y afectaciones documentadas en fraccionamientos como Villas Tec, Villa de San Antonio, Buenavista, Laureles del Sur, San Sebastián, Bosques de la Alameda y El Mezquital.
A finales de 1999 Jorge Castañeda Alvarado, secretario de Obras en Gobierno del Estado, fue advertido sobre “discontinuidades geológicas” entre las poblaciones del Puertecito de la Virgen y Macario J. Gómez, donde se encuentra el fraccionamiento San Felipe; sin embargo se prosiguió con una segunda etapa. El saldo es de 80 viviendas afectadas.
Foto: Gerardo González