Cuando salieron a la luz las películas de Shrek todo el mundo celebró la “osadía” de Dreamworks Animation por contar las historias de los cuentos de hadas clásicos de una forma diferente, finalmente había una princesa que era más que una cara bonita y que no necesitaba que la rescataran, pues tenía la suficiente fuerza e inteligencia para rescatarse a ella misma e incluso, al elegido de su corazón.
En 2013, Disney finalmente asumió la responsabilidad que tiene para con las niñas del mundo y estrenó Frozen, cinta animada en la que la princesa protagonista, esa que se enamora del príncipe soñado y quiere irse con él cabalgando hacia el horizonte a los pocos minutos de conocerlo, le cede el protagonismo a la otra, a la princesa -luego reina- poderosa, esa que después de estar escondiendo su poder decide dejarlo fluir y ser libre al fin, demostrando que el amor filial puede ser más importante que el romántico y lo suficientemente poderoso para romper hechizos milenarios.
Ahora, para dar congruencia a la importante decisión tomada con Frozen, los “estudios del ratón” dan otro paso más para entrar al siglo XXI, con la producción de Maléfica, una cinta que cuenta la popular historia de Charles Perrault desde la perspectiva de “los malos” y ¡vaya que la historia cambia!
En esta versión siguen apareciendo los personajes básicos de la versión original de Disney, hay una princesa, un rey, un príncipe, tres hadas, una ¿bruja? y hasta un cuervo…las acciones también son más o menos las mismas, Maléfica efectivamente lanza un hechizo que obligará a la princesa Aurora a caer en un sueño eterno, pero los motivos que la impulsaron a llegar a este punto, tienen raíces más complejas que sólo la un orgullo herido por no ser invitada a una fiesta.
Al inicio de la película una voz en off establece el escenario en el que se llevará a cabo toda la trama. Dos reinos colindantes viven en relativa armonía, el de los hombres y el Páramo en donde habitan las criaturas mágicas, y aunque estas últimas no tienen un rey ni una reina, sí cuentan con una poderosa hada astada y alada que cuida de ellos, el nombre de esta magnífica criatura es Maléfica.
Muy pronto el rey humano comienza a obsesionarse con el Páramo y el poder que se imagina se guarda en él y tras ser vencido por Maléfica y sus amigos, jura entregar su reino a quien acabe con ella. Aquí entra en acción Stefan quien solía tener una amistad con el hada y sabe que puede acercarse a ella sin problema, y así haciéndolo, puede que no acabe con ella, pero sí la deja muy lastimada.
Lógicamente Maléfica está herida y reacciona violentamente planeando su venganza, pero esto no la hace mala ¿verdad? ¿Quién no respondería de esa manera si alguien a quien amamos no sólo nos traiciona sino que corta una parte de nuestra anatomía? El ajuste de cuentas de Maléfica llega cuando se entera que Stefan presentará a su hija, entonces es cuando el hada se presenta ante él y lanza el hechizo que todos conocemos, sobre la recién nacida Aurora.
Como el tiempo todo lo cura, Maléfica se va calmando con el paso de los años y ya no está tan segura de odiar a la “pequeña bestia”, a quien vigila desde lejos. La pequeña princesa reconoce en Maléfica a su “hada madrina” y con el paso del tiempo y la convivencia diaria la va queriendo como a una madre con la que podría vivir el resto de su vida. El hielo en el corazón del hada se va derritiendo poco a poco e intenta deshacer el hechizo lanzado en un momento de locura, pero ayudarla está más allá de sus poderes.
El resto pueden imaginárselo, sobre todo si toman en cuenta que, a pesar de tener a Maléfica como protagonista, la película no deja de ser de Disney y, por lo tanto, apta para todo público.
Quiero reconocer el trabajo principalmente del guionista, el productor y los ejecutivos de los estudios de Disney por hacer una historia interesante, diferente y con un enfoque de género que no es común en este tipo de largometrajes.
Además, también me pongo de pie ante quienes son los responsables de la fotografía, el arte, la ambientación y los efectos visuales de esta película, pues resulta todo un agasajo para la vista y si a eso le sumamos la actuación de Angelina Jolie, quien estoy segura que en un universo alternativo ES Maléfica, la cinta se convierte en una experiencia completa que bien vale la pena el boleto y las palomitas y hasta una segunda vista.
Productor: Joe Roth; Director: Robert Stromberg; Guión: Linda Woolverton; Fotografía: Deam Semler; Edición: Chris Lebenzon y Richard Pearson; Música: James Newton Howard; Efectos visuales: Carey Villegas; Elenco: Angelina Jolie, Sharlto Cople, Elle Fanning, Sam Riley, Imelda Staunton, Juno Temple, Lesley Manville, Isobelle Molloy, Ella Purnell, Michael Higgins y Jackson Bews; Duración 1 hora 37 minutos.
