- El aumento en el costo de la carne es por la escasez de ganado
- Si la ley obligara a Liconsa a comprar producto nacional antes que lo importado la situación no sería conflictiva
Jesús Guzmán, presidentes de la Unión Ganadera Regional General Hidrocálida, detalló que el conflicto entre los productores de leche de Granjas Fátima y Liconsa tiene raíz en un grave problema industrial pues sus márgenes tan altos de comercialización están afectando la producción local.
La situación de Liconsa es que de pronto sus inventarios suben porque compra leche en polvo de otros países, se gasta el dinero que tiene y después baja la compra local con el supuesto de una baja en la calidad de la leche, cosa que no debería de pasar pues como productores y como empresa cuentan con controles muy específicos para evitar tal situación, “hablando en claro esto es de sobrantes por importar polvo y no de calidad en el producto local”.
Para Guzmán, todo es cuestión de tiempo y manejo de mercado y de oportunidad, porque Liconsa pensando en negocio, ve una baja en el precio de leches de polvo de otros países, la compra y tiene más ganancias, “ahí ven el negocio que no deberían por eso pedimos a los legisladores que trabajen en hacer normas que obliguen a primero comprar lo local y después lo importado”, siendo una mecánica sencilla la solución del conflicto.
En cuanto al tema de la carnes, reconoció que se tiene un problema alarmante pues el costo eleva por escasez de ganado como repercusión de la sequía de hace tres años, “yo creo que ya llegamos al tope en el precio porque éste se regula automáticamente cuando la gente deja de comprarla”, cuando llega a un nivel donde se va quedando por falta de consumo éste comienza a bajar su costo y nivelarse.
Hasta el momento el kilo de pulpa normal se encuentra en aproximadamente 110 pesos, cuando hace dos meses se encontraba entre 80 y 90 pesos, en las carnicerías normalmente se vendía por día un canal completo pero ahora no llega ni al cuarto del canal, lo cual causará que poco a poco se regule el precio pues el carnicero ya no compra el canal y el ganado gordo se empieza a quedar, vendiéndose más económico. El problema de la carne podría seguir variando en un tiempo aproximado de dos meses más, según las cuentas de la Unión.