- El caso es un asunto aislado pues normalmente el ISSEA atiende quejas de piedras, intoxicaciones o bichos en los alimentos
El secretario de Salud del estado, Francisco Esparza Parada aclaró que el caso de la denuncia a la taquería Las Gringas por una joven de 22 años que al pedir un taco de carne se tragó un pedazo de alambre (material de metal) se trata de un caso muy extraño y fuera de lo común, por lo que la dirección de Regulación Sanitaria continúa investigando las múltiples posibilidades para después poder emitir un dictamen.
Se abrió una investigación a fondo ya que normalmente la carne se pica en el momento, por lo que tanto a las autoridades sanitarias como al propio dueño del establecimiento les extraña que ese material haya aparecido en una orden, “por la dimensión del alambre y la forma que se explica no encontramos una razón lógica”, por parte del dueño se manifestó que había sido un accidente y desconocía de dónde había salido el alambre; en caso de que se determine alguna culpabilidad o simplemente como una situación accidental, el ISSEA actuará como conciliador entre ambas partes para el pago de los gastos médicos a la afectada.
“Hay varias hipótesis que se tienen por ejemplo, sabemos que siempre hay guerra entre negocios así que puede que alguien lo puso adrede para afectar al establecimiento”, otro de los cuestionamientos es cómo la afectada no sintió el material en su boca si por lógica cuando entra algo a ella se mastica y se siente lo que se está comiendo; sin lavarse las manos, Esparza Parada manifestó que lo ideal en este tipo de casos es que ambas partes lleguen a un acuerdo pacífico pues se trata de un establecimiento que nunca había registrado problemas de higiene ni mal manejo de los alimentos.
En general se han tenido situaciones de intoxicación por alimentos pasados, piedras en los platillos o algún bicho, pero como tal un material metálico de tal dimensión, jamás, de ahí que se pueda estar manejando una directa afectación por conflictos personales con el dueño del negocio o simplemente un accidente.
Sin embargo, la vigilancia sanitaria se estará reforzando para evitar casos de esta naturaleza, así como la impartición de curso sobre el manejo higiénico de los alimentos por parte de los negocios así como el que los dueños tengan mayor cuidado en los insumos que se están utilizando para el servicio.
Recordemos que el accidente sucedió el pasado jueves 22 de mayo cuando la joven y su familia acudió al establecimiento ubicado en la calle Olivares de Santana en el fraccionamiento Bulevares, cuando al darle la primer mordida comenzó a ahogarse y a vomitar, de manera inmediata fue llevada a una clínica cercana para ser intervenida, ahí el médico indicó que se trataba de un material metálico de una dimensión considerable. El padre de la afectada denunció el establecimiento ante las autoridades de salud.




