Cerró la décima edición del primero de los Festivales de Verano que se realizan en Aguascalientes, me refiero al Festival de Música de Cámara. El ensamble encargado de ofrecer el concierto de clausura, fue el Quinteto de Metales del Festival, integrado por dos trompetistas: Charles Sáenz y Alfredo Rodríguez, el trombonista brasileño Anderson Rodrigues, Jonathan Miles en el corno y Jaime Palafox en la tuba.
El programa que ofrecieron inició con el primer movimiento, “Marche”, de la Suite de Monteregian Hills del compositor Morley Calvert, aunque originalmente estaba anunciada toda la suite que se compone de cuatro movimientos, me imagino que la decisión de sólo interpretar la marcha fue en función del tiempo, ya que para el final se tenía preparada la ceremonia de clausura y entrega del premio Manuel M. Ponce al mejor ensamble participante del festival.
Después de la Marcha de Calvert, escuchamos el “Contrapunctus” de Johann Sebastian Bach, uno de los grandes representantes de esta técnica y uno de los máximos compositores polifónicos que registra la historia de la música. Después disfrutamos del Quinteto No.1 de Victor Ewald, obra estructurada en tres movimientos: Moderato, Adagio non troppo lento y Allegro moderato. Después de un breve intermedio, el concierto continuó con el Pas Redouble de Camille Saint Saëns con arreglos de Gary Slechta. Three Pieces o Tres Piezas fue la siguiente obra, composición de Ludwig Maurer, obra en tres movimientos: Maestoso alla Marcia; Andante con Moto y Allegro Gracioso, un poco agitato.
Casi para terminar escuchamos Slasa Medley de M. Simon, con arreglos de Miguel Matamoros y finalmente, una exquisita interpretación del clásico de Duke Ellington, gran maestro del jazz, “It Don’t mean a thing if it ain´t got that Swing” (No significa gran cosa si no tiene ese swing), un estándar que resultó una verdadera caricia para el oído.
El repertorio creado para este tipo de ensambles no es muy extenso, de ahí que es necesario recurrir a una serie de arreglos para esta dotación instrumental, y claro, agotar todas las posibilidades que ofrece el repertorio para dos trompetas, corno, trombón y tuba, finalmente este es uno de los encantos de la música de cámara, que las posibilidades son absolutamente inagotables y que a veces dependen de los gustos, o hasta caprichos del compositor, o en otras ocasiones depende de lo que el autor tenga a la mano, como fue el caso del impresionante cuarteto para el fin de los tiempos de Oliver Messiaen y que ya en alguna ocasión anterior hemos comentado.
Como cada año, al final de la semana del Festival de Música de Cámara, se entrega el premio Manuel M. Ponce al ensamble participante que de acuerdo a los maestros que integran el jurado del Festival sea el que lo merezca, en este caso, para la décima edición del Festival de Música de Cámara de Aguascalientes, el ganador fue el Octeto de Guitarras Sicarú, originarios de la Ciudad de México, ellos recibieron el Premio Manuel M. Ponce de manos de las autoridades, tanto del Instituto Cultural de Aguascalientes, como de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra. El premio consiste en 15 mil pesos que seguramente llevan el objetivo de ser un apoyo para que el ensamble en cuestión pueda continuar su formación musical. Antiguamente, en los primeros años del Festival, el premio incluía una beca para estudiar en el extranjero, que me parece verdaderamente atractivo, más aún que una cantidad determinada de dinero, pero no importa, finalmente se está impulsando la formación de nuevos talentos y se está nutriendo a México de los que más falta le hace, artistas, personas que tengan la capacidad de sacar lo mejor de nosotros, justamente con la exposición de su arte, y créeme, esto de ninguna manera es un asunto fácil.
Definitivamente esto es una de las cosas que dan sentido y justifican el esfuerzo, saber que se está cumpliendo con una de las más nobles exigencias humanas, la creación artística, yo soy un convencido de que mientras sigamos teniendo artistas y fe, hay esperanza, hay una gran posibilidad de que todo mejore, de lo contrario, estaríamos metidos en la más terrible oscuridad y en la desesperanza total.
Los Festivales de verano continúan este mes de julio, ahora con el Festival del Canto Operístico que también se realiza en el mismo escenario, el Teatro Víctor Sandoval. El concierto inaugural es este martes 22 de julio a las 20:00 horas con la presencia de la maestra María Eugenia Sutti y el maestro Alain del Real al piano. El Festival termina el 2 de agosto con la Gala de ópera que será acompañada por el pianista Sergio Vázquez. Deseo mucho éxito para Ana Cecilia Ramírez, coordinadora del Festival y en lo personal me siento afortunado de que nuestro verano hidrocálido esté lleno de buena música. Todavía falta el Festival de Jazz, verdadero motivo para celebrar.