- Se reserva comentarios Diócesis de Aguascalientes tras emisión de documento
- Además señala que homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana
El lunes por la mañana, la oficina de prensa del Vaticano emitió un boletín en donde se señalan algunos temas y conclusiones de una de las últimas reuniones del fin de semana, en el marco de la III Asamblea Extraordinaria del Sínodo de Obispos, en donde se instó a no ejercer presión en contra de los homosexuales ya que “tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana”; sin embargo, al preguntar a Raúl Sosa Palos, vicario de la Diócesis en el estado, se limitó a comentar temas tratados en el Sínodo local.
Durante la conferencia de prensa semanal del obispado, Sosa Palos señaló que “el Sínodo va más allá de un tema en particular, entonces sí quisiéramos resaltar lo que significa esa realidad sociocultural donde la Iglesia debe desarrollar su labor evangelizadora y tampoco quedarnos en un punto específico que asfixia o ahoga porque la realidad de la pastoral es más amplia”.
Sin embargo, Carlos Alberto Alvarado Quezada, encargado de Comunicación Social de la Diócesis, se apresuró a aclarar que el vicario se refería a los temas vistos en el Sínodo Particular de Aguascalientes.
De acuerdo a la Undécima Congregación general denominada Relatio post disceptationem, en su apartado tercero denominado El Encuentro: perspectivas pastorales, dentro del subtítulo Acoger a las personas homosexuales (http://tinyurl.com/ox4x93z), dice lo siguiente: “Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?”
En el siguiente punto, dice que la cuestión homosexual interpela a la Iglesia a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realistas de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual: por lo tanto se presenta como un importante desafío educativo; además subraya que si bien la Iglesia afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer, tampoco es aceptable que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología de género.
El documento dice también que sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se debe tomar en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo constituye un valioso soporte para la vida de las parejas; asimismo la Iglesia debe poner atención especial en los niños que viven con parejas del mismo sexo, siempre poniendo primero los derechos de los más pequeños.
Dentro de las conclusiones, se señala que las reflexiones propuestas en la Asamblea Extraordinaria “buscan plantear cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas por las reflexiones de las Iglesias locales en el año que nos separa de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos prevista para octubre de 2015”, reiterando que no son decisiones tomadas ni perspectivas fáciles.
