- Ángela García, cofundadora del Festival Internacional de Poesía en Medellín, habla sobre su nuevo libro Apuntes para el Ejecutor
- En pocos países de Latinoamérica, como en México, existe tanta riqueza en la oferta editorial
Para la poeta, traductora, periodista cultural y cofundadora del Festival Internacional de Poesía en Medellín, Ángela García, la poesía es un acto de suprema atención sobre el mundo y sobre sí mismo como humano en relación con el mundo; es un proceso de descubrimiento múltiple.
Considera que en México hay una gran atención hacia la poesía y hacia la escritura en general, “la pluma es un lente de descubrimiento y observación del mundo, aquí uno siente que no es rara la poesía, que no es una cosa de la cual tiene que hablar demasiado para convencer al público”, pues ya hay uno específico.
Durante el homenaje a Octavio Paz, escribió un texto para la prensa sueca donde puntualizó cómo los escritores en México y en otros países de Latinoamérica tienen un compromiso tan real y natural con lo que ven que necesitan testimoniarlo con la escritura con el ánimo de intervenir en los destinos colectivos; aunque reconoció que con ellos no se logra cambiar la historia, pues ésta depende de un trazado más allá de los países. Los escritores latinoamericanos quieren comunicarse con un público real e imaginario.
“Aquí todo está más vivo que en Europa, allá es difícil traspasar esa especie de frontera con la escritura y los lectores”, están más perdidos, como un público inmigrante que está pensando en sus causas nacionales.
Recordó la importancia del Festival de Poesía de Medellín (1991), creado en un momento difícil para el país, un momento en que estaba prohibido hablar de política o que más de cinco personas se reunieran en la calle; dicho festival nació con el propósito de abrir un espacio para el encuentro humano a partir de la poesía.
“Fue una sorpresa para nosotros mismos, pues hubo una gran respuesta de la gente, era la necesidad de ella de reunirse como humanos”, algo que se ha olvidado en los países escandinavos, donde la solvencia económica, la seguridad social y la cobertura básica en educación y formación, favorece que los jóvenes salgan de sus casas y empiecen una vida propia, perdiendo el nexo con la familia a muy temprana edad; “en cambio en nuestros países, la unidad familiar a partir del afecto es la riqueza principal, si no existiera eso, yo creo que naufragaríamos en la desolación y angustia, estamos en pie porque nos queremos mucho”.
Ángela García destacó la racionalización económica de Suecia, país donde lleva poco tiempo residiendo, y comparándola con el despilfarro latinoamericano comentó que ayudaría mucho aprender a utilizar correctamente nuestros recursos, “hay muchas cosas que aprender de unos y de otros”.
Opinó que en América latina existe un mayor público para la poesía porque se tiene la necesidad de entender, a nivel lenguaje, qué es lo que pasa con nosotros como seres humanos en relación con el mundo. “Eso es una búsqueda inacabable”. En los países europeos permea el escepticismo, no creen en la magia, el misticismo, las probabilidades, lo surrealista. “Los latinoamericanos vivimos todo lo cósmico”, mientras que en Europa se ha tratado de racionalizar tanto la vida humana y de organizarse al extremo, que ya no creen en nada surreal ni mitológico.
Su labor de traducción como promotora de la poesía latina
Ángela García ha trabajado como traductora del sueco al español, confesó que le ha costado mucho trabajo aprender a la perfección dicho idioma; hace unos años una editorial colombiana le pidió traducir dos libros para adolescentes. Suecia es una gran exportadora de libros infantiles y para adolescentes, Ángela García ha trabajado en diversos libros, pero su labor más destacada ha sido con la traducción de poesía sueca al español.
El trabajo de Ángela García la ha llevado a fungir, en cierto modo, como introductora de la poesía sueca en América latina, correspondiente a lo que hace Lasse Söderberg con la poesía latina en sueco.
Adelantó que del 10 al 14 de noviembre, durante un seminario de poesía sueca en Oaxaca, estará presentado un documental donde muestra las entrevistas a ocho poetas suecos, dos de ellos de la gran academia, así como su libro Apuntes para el Ejecutor el 25 de noviembre en Durango.
Apuntes para el Ejecutor agrupa poemas que ha escrito a lo largo de dos décadas, y que después de tantos años, descubrió que tienen un tema en común: el cuerpo en sus múltiples consideraciones; el cuerpo como el instrumento de diferentes espíritus y estados, el instrumento del medio, del valor, de la belleza, el cuerpo como ejecutor y como actor. La poeta señaló que el título inicial que quería darle era Anotaciones para el Actor, considerando que el cuerpo es el que ejecuta lo interno, “es muy diverso, es a veces un monólogo, a veces un diálogo y otras simplemente una reflexión; a veces habla el cuerpo y a veces pelea consigo mismo”.
Para Ángela García el público mexicano es símbolo del público universal, en ningún otro país existe tal riqueza en cuanto a la oferta editorial, aunque ha visto algunas en Perú le parecen muy reducidas comparadas conn las mexicanas. Por eso decidió presentar este libro en México, país donde siempre ha encontrado las puertas abiertas, desde las editoriales hasta los lectores.
