- Leer y escribir es un enriquecimiento, sin ellos, se pierde todo el pasado en una inmensa multitud
- La poeta aseguró que hasta que su mano no pueda levantar la pluma, dejará de crear versos
Tal como lo dijo Roberto Cabral del Hoyo durante un homenaje a su amiga Dolores Castro en el año de 1923, esta mujer aguascalentense es entera, fuerte “como arrancada de una página de la Biblia”, una ejemplar madre, hermana, amiga y maestra, todos los que la conocen, salen con una sonrisa por su particular sentido del humor y su ternura al hablar.
Durante su visita a su estado natal (ya que ella reside en la Ciudad de México) obsequió unos minutos de su tiempo a La Jornada Aguascalientes para destacar su amor por la palabra escrita hecha verso, por la lectura en general y su gran insistencia por no dejar de escribir.
“Yo le diría a toda la población de hombres y mujeres, en este precioso Aguascalientes, que lean, que escriban, porque leer y escribir es un enriquecimiento verdaderamente enorme, sin ambos se pierde todo el pasado en una inmensa multitud, creo yo que con actos como los premios de poesía, narrativa, en general de la literatura, los festivales culturales y todo lo que se está haciendo en esta hermosa ciudad, está retroalimentando la necesidad del ser humano de leer y escribir”.
Pícaramente enfatizó sus felicitaciones a las autoridades municipales “de corazón” y no sólo “porque den premios”, lo que ella observa desde afuera es que en Aguascalientes, la cultura se ha ido desarrollando en el pasado y en el presente, “es un momento de toda la humanidad en que se quiere pasar lo mejor posible este instante, aspira a los valores como la bondad, la misericordia y el amor; además el amor no sólo es un valor sino una fuerza que si no se tiene la vida no tiene valor”.
¿Qué es para Lolita escribir poesía?
“Creo yo que escribir es una forma de aprender muchísimo, porque quien escribe adquiere conciencia de todo lo que es vivir, lo que es el mundo y muy especialmente adquiere conciencia de sí mismo; por ejemplo la capacidad de gobernar tus pasiones, preferir la amistad al choque, preferir la paz a la violencia, preferir la justicia a toda la falta de valores”.
La poeta aseguró que hasta que su mano no pueda levantar la pluma, dejará de crear versos, porque su vida ha sido su familia y la poesía, y por lo tanto sin la poesía no puede vivir; reiteró que la palabra hecha poesía es una manifestación de sinceridad y sencillez de quien la escribe, es libertad, amor, dedicación y una gran observación del mundo desde la perspectiva de otro, “es la vida pura recreada en verso”.
Dolores Castro Varela es una de las figuras líricas más importantes en México, considerada como una devota de la sencillez pero enemiga de las concesiones, algunos escritores indican que su poesía no es para perdurar en la memoria sino para que mediante el efecto de sonoridad le crean al lector una imagen, con ayuda de sus metáforas transparentes -casi coloquiales- sus temas más comunes son: el amor, el dolor, la soledad, el silencio y la naturaleza, todos con un toque personal de ternura.
Repitiendo sus palabras durante la entrega del Premio de Poesía y Narrativa Dolores Castro, la poeta dejó un encargo pesado para quienes continúan en este ámbito de la palabra escrita: “como yo ya he vivido 91 años, ya les toca a los demás continuar este camino”. Calurosamente deseó a todos los jóvenes que pasan por situaciones difíciles que encuentren en la poesía y en la escritura, un consuelo y una forma de vida, tal como lo fue para ella.




