17.8 C
Mexico City
viernes, diciembre 5, 2025

Un plato enrarecido / Minutas de la sal

Te podría interesar

Octubre, el preámbulo de las fiestas. Por lo menos para lo que yo considero mi etapa festiva del año, es decir, el último trimestre. Llevo años, en esta misma época del año, aguardando el inicio de las fiestas. Arrancan con las calabazas y el Altar de Muertos. Cierto, dije calabazas porque no dejo de lado la Noche de Brujas, el Halloween. ¿Quién despreciaría sus fantasmas y sus calabazas radiantes? No entraré en la discusión de si es una fiesta extranjera o no, porque de entrada el Altar de Muertos alberga elementos de otros continentes, no es un producto cien por ciento nacional. Es lógico pues no hay exclusividad en la muerte ni identidad ni banderas, sólo es ella: la muerte.

Creo que, como a muchos, mis primeras lecturas del llamado género de terror fueron libros de autores extranjeros, sobre todo anglosajones. Los castillos, los fantasmas, las brujas, los monjes, las cadenas, los duendes y demás parafernalia penumbrosa no me es ajena, y no puedo verla como extranjera porque es un pilar de mi infancia.

Antes creía que me gustaba leer cuentos de terror para sentir esa inquietud provocada por las sustancias químicas que dispara el organismo para ponernos alertas cuando nos asustamos. Me gusta imaginar que los lectores de terror son el equivalente de los adictos al deporte extremo, pero en el librero. También creo que los lectores de este género son los más miedosos, los más asustadizos, los más frágiles, quienes, conscientes de su talón de Aquiles, corren gozosos al librero a buscar las antologías de espectros, asesinos seriales, hombres lobo, o a guarecerse en el castillo del bendito y original Drácula. Lo dicho, es una manera de inocularse, de encontrar la vacuna, de ver de frente al diablo personal por primera vez, para que no vuelva a sorprendernos. Sí, es el intento de conocer el rostro verdadero de nuestro miedo.

Desde niña he tenido una especial empatía por las calaveras, los esqueletos, los osarios y los cementerios. No creo que sea morbo, creo que es una curiosidad propia que fue fincada en el miedo. El miedo a lo desconocido, el miedo a la única certeza que es la muerte, la que nadie ha experimentado en carne propia para poder luego narrarla.

He querido creer que, en la medida en que conozco el horror vía la literatura, podré resistir el horror que me rodea: el de las calles, el de las ciudades, el del mundo. Me he llamado a engaño, o no he encontrado el número preciso de lecturas para soportarlo.

En los últimos días, por distintas circunstancias, he estado inapetente: mis sentidos no tienen hambre. Ésta es mi manera de decir que la desesperanza me invade. Es como si alguien me hubiera llamado a la mesa para extenderme un plato enrarecido. Y no hablo de esos ingredientes poco amigables que tanto he citado en esta columna, bien saben que no soy melindrosa. No, es un platillo servido en una mesa inmaculada llena de comensales disfrazados, el cual, por su simbología, me quita el hambre. Como lo descrito por E. A. Poe en uno de sus cuentos menos conocidos, los catalogados como humorísticos. Caray, el mismísimo humor que tendría ese payaso espeluznante de la imaginería de otro autor de terror, Stephen King. En fin, el cuento citado inicia con “En el otoño de 18…”, ahora podría decir “En el otoño de 2014…”; hablo del cuento “El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether”. Aquí la primera cita:

“–Y luego –dijo un personaje de aire cadavérico situado hacia el final de la mesa, recogiendo el hilo interrumpido de la conversación–, entre otras extravagancias tuvimos cierta vez a un paciente que sostenía con gran obstinación ser un queso de Córdoba, y andaba cuchillo en mano pidiendo a sus amigos que probaran una rebanada de su muslo.”

Mi inquietud no me ha llevado a creerme un queso, pero sí a imaginar que mi plato enrarecido se parece a uno del cuento: la presentación de ese ternero asado, de rodillas, con una manzana en el morro (ternera à la St. Menehoult, dicta Poe), dejado caer sobre la mesa con toda su estridencia, su peso y su engañosa sabrosura. Sí, de repente me siento en el comedor de un manicomio donde dejo de entender al mundo y no logro reírme. Otra cita:

“–Y también a Jules Desoulières, que había sido un genio muy notable y, al enloquecer, creyó que era una calabaza. Perseguía de continuo al cocinero, pidiéndole que lo utilizara para hacer un pastel, a lo cual el cocinero se negaba indignado. Por mi parte no dejo de pensar que un pastel de calabaza à la Desoulié hubiera sido excelente.”

Sí, es octubre, aprovecharé para correr despavorida, del mundo y de mí misma, en busca de esos autores que hicieron posible que Halloween fuera también mi fiesta y que pudiera decir que espero a la Gran Calabaza como aquel personaje de las tiras cómicas. Debo encontrar el número preciso de lecturas para enfrentar el horror que me rodea. Escribir sobre estos autores, sobre tantos platos enrarecidos, porque de alguna forma debo recuperar la esperanza en este país que se pudre en una fosa común.

RELACIONADOS

Teresa Jiménez impulsa alianzas internacionales estratégicas en Aguascalientes

Para que más productos y empresas de Aguascalientes lleguen a nuevos mercados, la gobernadora Teresa Jiménez ha impulsado alianzas estratégicas con Canadá, Singapur...

Presentan reforma para garantizar la protección integral de la niñez con padres en centros penitenciarios

⁠Se reforma la denominación del Capítulo IX y el artículo 126 Bis de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes...

Ante el Congreso de Aguascalientes compareció el titular de la Sefi para análisis del Paquete Económico 2026

El presupuesto supera los 40 mil millones de pesos para áreas prioritarias El Congreso aprobó reformas en materia de animales de compañía y...

INE aprueba presupuesto para Ejercicio Fiscal 2026

Apuesta INE por la eficiencia operativa: consejera Norma De La Cruz   Se ordena la publicación del Catálogo Nacional de estaciones de radio y...

Proponen regular y etiquetar contenido generado por inteligencia artificial en plataformas digitales

La propuesta establece la obligación de etiquetar contenido creado o modificado con inteligencia artificial Plataformas digitales deberán transparentar información y someterse a supervisión ...

Gobernadora encabeza reunión para revisar estrategias de fortalecimiento del campo en Aguascalientes

Como parte de su compromiso con el campo de Aguascalientes, la gobernadora Teresa Jiménez encabezó una reunión de trabajo con delegados federales para...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

Teresa Jiménez impulsa alianzas internacionales estratégicas en Aguascalientes

Para que más productos y empresas de Aguascalientes lleguen a nuevos mercados, la gobernadora Teresa Jiménez ha impulsado...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img