Esta película es parte de la trilogía de Luis Estrada, que hace una dura crítica al sistema político priista. La Ley de Herodes y el Infierno complementan esta serie, aunque “Un mundo maravilloso” es otra cinta crítica al gobierno de Vicente Fox.
La trama de la película expone con humor negro una serie de eventos ocurridos en tiempos y por personajes distintos. Tratar de entender la cinta en un sentido cronológico no es la mejor manera, tampoco por personajes y notas periodísticas porque están entremezcladas. La película ofrece una serie de elementos donde se entiende de quien se está hablando, aunque en situaciones y temporalidades distintas.
La película expone cómo han ido tejiendo redes de intereses entre la clase política y las televisoras. El punto de encuentro es la necesidad de los políticos por estar presente en los medios masivos de comunicación, y con ello las televisoras hacen el negocio de sus vidas.
Este maridaje entre políticos y televisoras ya se venía observando, pero es con Peña Nieto que esta relación se lleva a otro nivel. La necesidad de los políticos por mantenerse presente en los medios, principalmente en televisión abierta, elevan significativamente el poder de Televisa y TvAzteca.
Una de las estrategias para lograrlo es lo que en la película llaman “la caja china”, que es construir una noticia sin importancia que pueda mover el morbo, la sensiblería y la curiosidad de la gente para mantenerla entretenida, pero en el fondo lo que buscan es ocultar asuntos de verdadera trascendencia e importancia para el país.
Hacen una analogía del caso de la niña Paulette, y como distrajeron a la población con la noticia mientras se modificaban los precios a la gasolina y el gas, y no pagar costos políticos. Pero en la película la noticia construida, era para ocultar los nexos del personaje político con el narcotráfico.
Los estados con mayor pobreza, atraso y falta de desarrollo, son factores que incuban el dominio del narcotráfico entre la población, y no sólo debilitan, también controlan las instituciones del país.
La película expone cómo el Estado y sus instituciones fueron poco a poco penetradas. No hay una línea divisoria entre gobernantes y delincuentes, y es la población civil quien paga un alto costo acechada por la pobreza y la violencia. Hay regiones en donde la única actividad productiva que queda para la población es el narcotráfico.
La falta de legalidad, la impunidad, y la irresponsabilidad pública, aunque con ironía, está claramente expuesta a lo largo de la película. La ambición de los reporteros y comentaristas de noticias de Televisa y Azteca por obtener un mejor puesto, también juega un papel determinante en este entramado político.
Se llegan a extremos tales que las televisoras construyen un mundo virtual en donde la verdad no existe, si alguien cumple sus exigencias monetarias, cualquier personaje por más nefasto que sea, lo convierten en el gran personaje político y lo hacen incluso presidente de la República.
Otro elemento de sarcasmo es el gran parecido entre el actor que hace las veces de presidente, y Peña Nieto, aunque una buena parte del desenlace es una declaración que hizo Vicente Fox, respecto al trabajo de los mexicanos en territorio norteamericano, que ni siquiera los negros lo quieren hacer.
Los políticos serios y comprometidos con el país, no tienen ninguna esperanza ni oportunidad de denunciar las injusticias y arbitrariedades por el control que ejercen el poder político y las televisoras. Se expone cómo se realizan contratos leoninos que significan fortunas que salen de las arcas del dinero público. Eso sí, personajes y televisoras mantienen un discurso a favor de los derechos y la democracia.
Si bien la película se centra en la crítica al sistema priista y como se va perfilando el acuerdo entre las televisoras y Peña Nieto, la crítica también se extiende a la clase política de todos los partidos, y deja abierto como este acuerdo entre políticos sin escrúpulos y las televisoras, pueden ir generando gobernantes en un proceso de descomposición cada vez mayor.
Es cierto que la película cumple con un papel denuncia, pero también genera un sentimiento de impotencia coraje y desesperanza.
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