- Las políticas públicas para combatir este mal siempre van retrasadas
- Organizaciones civiles se ven afectadas en recursos por la temporada electoral
Al sector infantil es el que sufre mayor violencia, sobre todo la de tipo sicológica (que está en todas las violencias) y la sexual debido a que son quienes están en mayor estado de indefensión, según lo manifestó la presidenta de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess), Marcela Martínez Roaro.
“La violencia hacia un niño es mucho más difícil de percatarla, no se ve, es más invisible que otras violencias”, en la actualidad un papá o una mamá no golpea a su hijo públicamente, pues la sociedad ya no lo permite, pero en la intimidad del hogar -en la familia- donde está totalmente cerrado sin que penetre nadie, son blanco fácil para todo tipo de abusos, la más preocupante, la violencia sexual.
Desde la perspectiva de la activista, si las cifras de violencia, tanto oficiales como las otorgadas por las organizaciones civiles, “preocupan o espantan”, si se pusieran a analizar aquellos casos invisibles de violencia hacia los menores “podrían incluso llegar a horrorizarse”.
Martínez Roaro lamentó que en estos temas siempre las políticas públicas y la decisión gubernamental va muy por atrás en su efectividad, “no sé si es falta de interés, de recurso, negligencia, ellos sabrán por qué, mientras tanto nosotros los organismos civiles vamos por delante”, tanto con la denuncia pública/mediática como acompañamientos, atención y apoyo a las víctimas.
El agravante de la situación, según estudios de especialistas en todo el mundo, es que se convierte en un círculo vicioso, “ahí están las raíces de muchas de las cosas que pasan hoy en día, todas estas disfuncionalidades en el individuo, en la pareja y en la familia”, muchas de ellas encuentran sus raíces en la violencia que sufren los niños en sus hogares que luego los obligan a seguir patrones de violencia conforme van creciendo.
Como organizaciones sociales, la presidenta de Femess reconoció llevar un trabajo no sencillo, pues los recursos, muchas de las ocasiones, detienen los proyectos que pudiesen ser exitosos y con gran número de beneficiados, “no depende de nosotros, estamos a la expectativa de que se abran las convocatorias y fondos que recibimos de instancias públicas o privadas”.
Por ahora esperarán a las fechas de las convocatorias para comenzar a trabajar en su búsqueda, tomando en cuenta que siempre están sujetas a los cambios gubernamentales, “estamos sujetos a ver quién viene ahorita, por ejemplo, va a ser veda electoral, no sabemos cómo vengan los proyectos porque no se puede trabajar en veda electoral”. Debido a que en temporadas electorales se movilizan muchos intereses entre las autoridades, las organizaciones de la sociedad civil se ven afectadas.
Sobre todo por los cambios inesperados en fechas de proyectos, lo cual hace todo un cambio al esquema, planeación, calendarización y resultados al interior de cada organización, “a veces estamos en una disyuntiva de qué hacemos, porque no nos gusta depender de los recurso gubernamentales, pero en muchas ocasiones no hay de otra”.
Para esta temporada electoral se reconoce que las reglas cambian pues los interés políticos son mucho mayores y con un fin específico, por lo tanto se limitan un a comparación de cuando son temporadas normales.
