Un optimista ve oportunidades en toda calamidad. Un pesimista, ve calamidades en toda oportunidad
Sir Winston Churchill
Cada vez se vuelve más difícil hablar de una industria nacional frente a una exacerbada globalización de las economías. Hoy más que nunca cuesta mucho trabajo hacer una clara diferenciación del verdadero origen de las materias primas, insumos y mercancías, a pesar del sofisticado aparato arancelario y las detalladas reglas que significa el comercio internacional. Hoy por hoy, no sabemos a ciencia cierta el origen de la goma de nuestros zapatos, ni la pintura con la que los textileros tiñeron las prendas que ahora mismo llevamos puestas.
En poco más de 30 años, el comercio global ha acabado con la identidad y el origen de las industrias nacionales, para imponer, avasallar los mercados a cargo y cuenta de no más de 500 grandes firmas que hoy dominan los mercados en todo el mundo.
Ante este escenario, una de las rutas (una sola porque hay varias que debemos atender) por tomar, es sin duda el fortalecimiento del mercado interno con base, ya no sólo en aspectos de mayores ingresos y poder de compra de los trabajadores con base en la productividad, sino que además, mirando hacia nuestro interior, y apuntalando a nuestras micro y pequeñas empresas, quienes son las principales generadoras de fuentes de trabajo.
Revisemos rápidamente cuál es la composición de Aguascalientes, en términos de unidades de producción.
El INEGI da cuenta de que para 2013 había un total de 47 mil 381 establecimientos que empleaban a 274 mil 820 trabajadores. De este total de unidades productivas, 44 mil 717 son microempresas, esto ¿qué representa? Pues que el 94.3 por ciento del total de empresas las más pequeñas, integradas generalmente entre 1 y 3 trabajadores.
En efecto, hablamos del súper de la esquina, del taller mecánico, de la estética, del puesto de tacos, la carpintería, el taller de costura, de la peluquería y de tantos y tantos micronegocios que gracias a ellos, México se mantiene de pie.
Al revisar el siguiente nivel de unidades productivas, el INEGI nos informa que de las llamadas pequeñas empresas, había en el 2013 un total de dos mil 142, y que empleaban a 44 mil 890 trabajadores, y ¿qué representa este dato? Pues que de este tamaño de empresas representa el 4.5 por ciento del total de unidades productivas que, sumadas a las micro, nos da como resultado que el 98.8 por ciento del total de empresas son entre micro y pequeñas empresas.
¿Ahora si nos queda más claro su importancia, su trascendencia y por qué es imperioso su fortalecimiento?
Respecto de las medianas y grandes empresas, resulta que existían para ese año, de las primeras, 410, y de las segundas, 112 grandes factorías que empleaban a un total de 124 mil 977 trabajadores.
Haciendo un análisis muy sencillo entre el número de unidades micro, pequeñas y medianas versus grandes, así como el personal empleado tenemos que: mientras que el primero grupo representan el 99.6 por ciento mientras que las grandes son el 0.2 por ciento.
Y en términos de generación de empleo, las micro, pequeñas y medianas empresas, generan en su conjunto el 70 por ciento, en tanto que la grande empresa sostiene el 30 por ciento restante.
Al inicio de este artículo señalaba que la apuesta debe ser las micro, pequeñas y medianas empresas, y la razón es muy simple: en este segmento de unidades productivas se encuentra esencialmente nuestra industria nacional. Las grandes factorías están integradas por capitales extranjeros, mientras que las micro, las pequeñas y las medianas empresas, las forjan y trabajan los mexicanos.