Por Héctor Eduardo Anaya Pérez,
Secretario de Servicios Públicos
El tema de reciclaje es uno de los pilares en el manejo responsable de los residuos. Es un tema de vanguardia pero no debe ser una moda porque cada vez más utilizamos recursos naturales para satisfacer nuestras necesidades, y el reciclaje reduce el impacto sobre dichos recursos, por ello países de avanzada están enfocando sus esfuerzos hacia la recuperación de materiales para reciclaje. El promedio de reciclaje en la Unión Europea se sitúa en el 56 por ciento.
El municipio de Aguascalientes recibe diariamente cerca de 950 toneladas de basura en el Relleno Sanitario San Nicolás provenientes de todo el estado. El programa Acción Amigable del H. Ayuntamiento recibe cada día 1.2 toneladas de reciclables y en el Relleno Sanitario se recupera al día 15.6 toneladas mediante la actividad de pepena, por lo que el índice de recuperación de reciclables por políticas gubernamentales es del 1.7, sin embargo, el potencial de reciclaje es diez veces superior.
Para incrementar este índice de recuperación de reciclables y contribuir a cuidar nuestro ambiente se debe separar desde cada hogar para reciclaje, por ejemplo el siguiente material y llevarlos a cualquiera de los 11 Centros de Acopio con los que cuenta el municipio y que se ubican en los centros comerciales como Plaza San Marcos, Plaza Universidad, C.C. Santa Anita, C.C. Casa Blanca, C.C. el Dorado, entre otros.
Con 1 tonelada de papel reciclado salvas 17 árboles, que representan el oxígeno para que 70 personas respiren, ahorra 270 mil litros de agua y 7 mil kilowatts por hora de energía, 1 tonelada de cartón reciclado ahorra 50 mil litros de agua, 1 tonelada de plástico reciclado ahorra 39 mil litros de agua, se dejan de emitir 2.5 toneladas de bióxido de carbono y se ahorra 5 mil kilowatts por hora de energía, 1 tonelada de metal reciclado ahorra 643 kilowatts por hora de energía y 253 litros de petróleo.
Busquemos realizar un cambio de hábito. Cada vez que vayas a tirar algo en tu basurero, verifica si este residuo se puede reciclar. Prueba comenzar con los materiales más comunes que desechas en tu casa: plásticos (envases de refresco, agua, leche cubetas, sillas, plástico duro, bolsas), metales (latas, botes de aluminio, alambre, lámina, fierro), papel y cartón (libros cuadernos, periódicos, revistas, papel molido, cajas), vidrio (cualquier envase sin quebrar), tetrapak (envases de leche, jugo, etc.). Recuerda que los residuos estén limpios y secos.
El hecho de enterrar la basura no significa que ésta desaparezca, simplemente ya no la vemos pero los impactos ambientales continúan. Primeramente, para enterrar la basura se requieren grandes superficies que deben cambiar el uso de suelo con el que cuentan para convertirse en un lugar de disposición final de la basura. En nuestro caso el uso de suelo donde se encuentra el Relleno Sanitario era forestal.
Una vez que se cambia el uso del suelo, se comienza con la disposición de la basura pero ésta una vez enterrada comienza a generar biogás, principalmente conformado por metano, que es un gas de efecto invernadero, y por ácido sulfhídrico. También por el proceso de descomposición la basura empieza a generar lixiviados, es decir, líquidos con altas concentraciones de contaminantes orgánicos y químicos que si no se controlan pueden contaminar los acuíferos. Un impacto más es la contaminación visual y la generación de olores y aunque en Aguascalientes contamos con un Relleno Sanitario certificado bajo la norma ISO14001 de gestión ambiental, se tienen que mantener muchos controles para evitar que estos impactos lleguen a afectar al medio ambiente.
Hoy en día, se calcula que el ser humano extrae y emplea alrededor de un 50% más de recursos naturales que hace 30 años, lo que se traduce en una media de 60 mil millones de toneladas de materias primas al año.
Los recursos naturales no renovables son ese tipo de recursos que después de ser utilizados no pueden volver a producirse porque se formaron durante miles de años, por lo tanto, tenemos que utilizarlos inteligentemente con el fin de que no se agoten y no suframos por no tener con qué sustituirlos.
Lo más importante es generar menos basura, por eso:
- Reduce tu consumo. Algunos productos están decididamente diseñados para convertirse en basura. ¿Por qué no llevar tu taza a la cafetería donde todas las mañanas compras tu café? Si así lo haces, habrás evitado tirar un vaso de cartón. En tus compras procura reducir los empaques de las cosas que adquieres. Puedes usar bolsas de reuso, moldes plásticos también reutilizables, cajas de cartón o algún otro objeto que te permita reducir aquello que finalmente terminará en la basura.
- Recurre a la composta: Las partes no comestibles de frutas y verduras, los restos del café o del té, las flores marchitas, cascarones de huevo y otras cosas que resultan de tu vida diaria no tienen porqué terminar desechadas. Con un recipiente a modo y el cuidado adecuado puedes elaborar una composta casera que después encontrará utilidad, por ejemplo, como abono de tus plantas. También puedes recurrir a programas de composta locales que sin duda recibirán tus residuos orgánicos.
- Reusa: Ese frasco de mermelada que está a punto de terminarse puede servir para alguna otra cosa: para guardar objetos, sembrar una planta o algo más que haga falta en tu rutina diaria. Antes de tirar algo piensa si quizá puede tener otro uso.
- Repara: Si algo se descompone, es posible que tenga reparación. Aunque en nuestra época se ha asentado, lamentablemente, una dinámica social y económica basada en el desecho, el hábito de la reparación permite romper con este ciclo. Además, en muchos casos reparar extiende la vida útil de los objetos.
- Recicla: El reciclaje es una de las formas más efectivas de convertir la basura en algo útil. Puedes separar tus desechos por material y después llevarlos a un depósito, donde además recibirás algo de dinero a cambio.
- Refuerza: Este ánimo no tiene por qué ser individual. Por el contrario, es mucho mejor cuando más personas contribuyen. Busca la ayuda de tus amigos y vecinos, tal vez algunos de ellos compartan tu preocupación por el problema de la basura, además de que puede ser el inicio de otros proyectos comunitarios.
- Regala lo usado: En algunas situaciones conviene más algo usado en vez de algo nuevo. También hay cosas que aún sirven y que si bien puedes pensar en arrojarlas al bote de la basura, también podrías venderlas en una tienda de segunda mano o, mejor aún, donarlas a quien todavía puede servirse de ellas.
Ya lo sabes, sólo hace falta esfuerzo y ganas por hacer un real cambio en nuestra forma de tratar la basura. Todo sea por cuidar el planeta y dejarlo en buen estado para las futuras generaciones. ¡Anímate y recicla!
