Personas transexuales son las más afectadas de la comunidad LGBTTTI - LJA Aguascalientes
09/07/2025

  • A falta de empleo tienden a prostituirse
  • Chica trans de Zacatecas egresa de paramédico en Aguascalientes y trabaja libremente en servicios de salud de su estado

México es uno de los países donde mayor número de asesinatos y agresiones se registran en las últimas décadas hacia personas transexuales, que en su mayoría se dedican a la prostitución por la falta de oportunidades laborales.

Del 2013 al 2014 se recibieron casi 300 quejas de la comunidad LGBTTTI ante el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred), la mayoría enfocadas en la Ciudad de México, y menos en el bajío, especialmente en Aguascalientes, sin embargo, esto no significa que la entidad no cuente con casos de discriminación y violencia hacia la comunidad, especialmente hacia los transexuales.

Jeder Luévano es una chica trans de Aguascalientes, integrante de la asociación Colectivo SerGay, que ha luchado en los últimos años para lograr la identidad de género, el respeto a los derechos humanos y buen trato por parte de las corporaciones policiales, “nosotros trabajamos, pagamos impuestos, somos personas como cualquier otra con el derecho a vivir y a tener los mismo derechos que todos”, siendo uno de los principales problemas del sector, la falta de oportunidad laboral, seguridad social y vivienda, al excluirlas de todas las prestaciones de ley.

“Necesitamos que la sociedad despierte y vea que somos creativas, sabemos hacer cosas buenas por nuestra sociedad”, lamentó que, junto con sus compañeras, sean un sector muy violentado por la población, sobre todo por los policías y elementos que procuran la justicia; la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha tenido avances en cuestión legislativa para el trato de las chicas trans, sin embargo, la parte de capacitación a los policías, jueces y custodios en materia de derechos humanos y trato digno, es un tema pendiente, pues su sistema de enseñanza se encuentra retrasado ante los avances de violencia presentes.

En su caso, ha sido “levantada” por la policía estatal y municipal en múltiples ocasiones sólo por ir caminando por la calle vestida de mujer, “nunca tiene justificación, sólo dicen que me estoy prostituyendo, me jalan, me golpean y en ocasiones hasta lucran con nosotras porque para dejarnos libres nos piden favorcitos sexuales”, esto ya se ha denunciado tanto por el ombudsman como por el Colectivo SerGay, pero la falta de pruebas físicas deja al aire la denuncia.

Otro de los problemas es la falta de respeto en lo laboral, cuando por fin encuentran un trabajo serio, por ejemplo, en una fábrica, los propios jefes y compañeros las tratan como hombres, las agreden sicológicamente aunque le insisten a la autoridad que las respetan por dejarlas que entren a trabajar “vestidas”, esto ya se ha presentado como queja directa ante el defensor de los derechos humanos en busca de un trato cordial.

Como el sueldo tampoco es equitativo, sólo por ser transexual se les paga un salario menor que al resto de sus compañeros, la mayoría de ellas prefiere emprender un negocio propio, pequeño, pero que pueda darles una vida de calidad y de respeto.

La historia de Laura, difícil como la de muchas otras

Laura es una chica trans oriunda de Sombrerete, Zacatecas, quien sufrió múltiples violaciones a sus derechos por vecinos, familiares, autoridades y población en general, por el simple hecho de ser una mujer en el cuerpo de un hombre, durante su participación en el evento del Día contra la Homofobia en Aguascalientes, destacó que desde su niñez sabía de su identidad de género, y al cumplir su mayoría de edad comenzó a buscar trabajo, pero por su atuendo femenino nunca encontraba más que gritos, insultos y violencia.


Fue encerrada por la autoridad municipal en múltiples ocasiones, al exigir el cumplimiento de sus derechos laborales y humanos por lo que decidió salirse de su municipio, residir en Aguascalientes y estudiar para paramédico, así fue como desde hace más de tres años se graduó con honores, siendo reconocida como una de las mejores paramédicos en su primer trabajo, la estación de Bomberos.

Tras múltiples solicitudes entregadas en todo el estado de Zacatecas, ya con sus documentos académicos en mano, logró ser aceptada en Servicios de Salud del estado, en donde actualmente labora, “allá todas las chicas trans y los gay batallan para conseguir trabajo, la que tiene dinero pone su estética y al que no, pues no queda más que prostituirse, lamentablemente por eso hay muchas enfermedades venéreas”, ya que además de la falta de empleo hay una ausencia de educación sexual y cultura de la prevención.

El éxito que ha tenido como profesionista y el reconocimiento obtenido ante las autoridades de salud no está presente aún en la sociedad de su municipio, “desgraciadamente allá estamos todavía muy a la antigüita, son machistas y homofóbicos”, el avance aún no se percibe pero con brigadas de información buscan apresurar los resultados.

“Hay chicas trans que fueron asesinadas por gente homofóbica, las engañaban y las sacaban a terrenos para tener una relación sexual y ahí mismo las mataban en pleno acto, a otras les cortaron sus genitales y las dejaban tiradas, por lo que morían desangradas”, el crimen de odio aún sucede mucho en ese estado vecino, aunque el número de suicidios es mayor.

Pese a las quejas y denuncias públicas, la autoridad no responde eficazmente, en muchos de los casos son los propios elementos de Seguridad Pública los que las violentan; es por ello que Laura se ha integrado a la asociación aguascalentense para diseñar programas y modelos de educación y concientización para la autoridad estatal y municipal.

“Es que en Sombrerete hay casos extremos de discriminación”, tan es así que Laura tenía organizado un mitin para conmemorar la fecha el mismo 17 de mayo en la plaza, pero tras recibir amenazas por la autoridad y “gente homofóbica”, prefirió cancelarla y asistir a la de Aguascalientes.

Estadísticas

En la Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México (Enadis) 2010 en materia de diversidad sexual, del Conapred; se dice que en cuatro de cada diez personas, la preferencia sexual provoca mucha división entre la gente, con lo que se observa un incremento considerable en el porcentaje de resultados para la población de 60 años y más.

Según ambas activistas, la división y negatividad ante la diversidad sexual disminuye poco a poco en edades más pequeñas, pues la generación joven incrementa y la adulta mayor disminuye; los jóvenes crecen con más información y limpieza de prejuicios, lo que hace que prevean un desarrollo social libre de discriminación en próximos años.

Esto se demuestra en el resultado de la pregunta ¿qué tan positivo es para la sociedad que esté compuesta por personas con diferentes orientaciones o preferencias sexuales? Se dice que tres de cada diez personas mayores de 40 años consideran que es algo negativo, con lo que se advierte que esta relación es inversamente proporcional al hecho de que tres de cada diez personas jóvenes, de entre 18 y 39 años, lo consideran positivo. Mientras que los niños y jóvenes entre 12 y 17 años consideran que es algo positivo y muy positivo.

 


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