Durante los últimos 25 años, tanto en el país como en Aguascalientes, se ha venido avanzando a un ritmo de un año de escolaridad cada 8.3 años. Así, tenemos que en México se contaba con 6.5 años de escolaridad entre los mayores de 15 años en el ciclo 1990-1991, mientras en Aguascalientes el dato era de 6.7 años. La lectura más reciente del Sistema Nacional de Información Estadística Educativa corresponde al ciclo 2013-2014 y le abona al país nueve años de escolaridad, mientras que a la entidad hidrocálida le concede medio año adicional (9.5 años). A este ritmo en el 2020 Aguascalientes ya contará con diez años de escolaridad y el país alcanzará los 9.5.
La meta de la OCDE, para los estados miembros en esta materia, se resume a contar con 12 años de escolaridad. Es decir, el bachillerato terminado como plataforma básica para aspirar al desarrollo; este nivel lo vendremos obteniendo en México dentro de veinte años más, siempre y cuando no nos cuestionen la calidad de nuestras escuelas, porque de ser así vamos a tener que cursar 18 años en lugar de 12 y esperar entonces medio siglo para obtener las bases suficientes para desarrollarnos. En México, alcanzar mayores niveles educativos no se ha venido traduciendo en mejores resultados en el mercado laboral, lo que motiva a superar contenidos y esfuerzos para ofrecer, junto con el valor intrínseco de la educación, una mayor movilidad social.
Fuente: SEP. Sistema Nacional de Información Estadística Educativa; indicadores y pronósticos educativos-serie histórica 2015
El abandono de los estudios tiene consecuencias para la población. Por ejemplo, la proporción de jóvenes mexicanos que no trabajan ni estudian tiene repercusiones considerables en la disponibilidad y calidad de capital humano del país. La mayoría de los mexicanos tienen un nivel educativo bajo, 63% poseen un nivel de estudios por debajo de la educación media superior, o debajo de la meta de los 12 años de la OCDE. La proporción de adultos que han alcanzado al menos la educación media superior (37%) es una de las menores entre los países afiliados al organismo internacional.
El reporte nacional nos detalla que uno de cada diez hombres jóvenes no tiene empleo ni se encuentran estudiando; en cuanto a las mujeres jóvenes, la proporción es de tres de cada diez. Aun cuando esta diferencia de género se observa también en otros países, es mucho mayor en México. Estudios diversos señalan que la mayoría de las mujeres jóvenes que no trabajan, no estudian, ni cursan algún tipo de formación, se dedican al hogar, lo cual sugiere que la brecha de género puede vincularse en gran medida con aspectos culturales, como apoyar en las labores domésticas y/o enfrentar embarazos a temprana edad.
Entre los 15 y los 29 años de edad la mitad de los hombres y mujeres de los países integrantes de la OCDE se encuentran estudiando; en México la proporción es un poco mayor a la tercera parte y la proporción de los que ni estudian ni trabajan se agiganta, particularmente entre las mujeres.
Pocos candidatos a gobernar un estado o un país hacen con la sociedad un compromiso tan concreto como el de ofrecer (por ejemplo) uno o dos años adicionales de escolaridad para la población durante su administración y empeñarse en cumplir esa meta, por lo demás, medible y evaluable (tal vez por eso no lo ofrecen).
La educación es la mejor herencia que se puede dejar tanto a las personas como a las sociedades, y más valiosa es aún si es de calidad. En México, la cobertura educativa entre la población de cinco a 14 años es prácticamente universal, como casi en todos los países de la OCDE. No obstante, el país tiene una de las menores proporciones de jóvenes de entre 15 y 19 años matriculados en la educación media (sólo 53%), además de tener ahora el reto de contar con la población más grande dentro de este rango de edad de su historia.
Debimos prever como nación esta gran demanda de educación media y haber hecho una adecuación del sistema educativo para ir transformando los planteles actuales, de primaria y secundaria en otros que fueran ofreciendo niveles educativos superiores. El grupo de cero a 14 años vive sus últimos años como población expansiva, lo que significa que la demanda de educación básica ya no crecerá año con año sino que más bien tenderá a la baja, tanto como crecerá a la alza la del grupo 15 a 19.
En Aguascalientes se encuentran estudiando más de 400 mil alumnos de todas las edades. La gran mayoría de ellos (el 86.32%) lo hacen en una escuela pública, por lo que el esfuerzo de cubrir los costos de la educación pública y privada son altos y significativos. Sólo el 13.68% se educa en escuelas privadas o colegios, siendo mayor la proporción de alumnos en escuelas privadas en primaria (9.38%) que en la secundaria (7.48%); y mayor en la educación media superior (27.09%) que en la superior (26.29%). Se paga más a las mujeres la instrucción media superior en planteles privados que a los hombres, así como su capacitación para el trabajo. A los varones se les destinan más recursos, en el caso de cursar la educación superior en institutos de educación superior privados, que a las mujeres, hasta en un 6% adicional.
El reto es lograr cursar, como sociedad, un mayor número de años (entre los mayores de 15 años) en el menor tiempo posible, para posicionar al estado entre los mejor preparados de cara a la competitividad, el desarrollo y la seguridad humana.
NIVEL / MODALIDAD | A L U M N O S | DOCENTES | ESCUELAS | ||
TOTAL | MUJERES | HOMBRES |