Por Anayeli Muñoz en LJA
El principio de Bernoulli es para muchos de nosotros una teoría desconocida que parece muy lejana o hasta incierta. Pero es todo lo contrario, nos encontramos con este teorema en las más cotidianas prácticas de nuestra vida, por ejemplo, en un atomizador.
Esta teoría consiste en el análisis del comportamiento de los fluidos, plantea el movimiento y la energía de éstos en ciertas condiciones; ejemplos claros como son las tuberías y los carburadores de automóviles.
Asumo que este principio no puede ser exclusivo de la hidrodinámica, escribo que Bernoulli estuvo en Aguascalientes porque ha pasado por aquí el reciente 7 de junio y nos ha dejado grandes lecciones.
La primera de ellas corresponde precisamente al movimiento. Aguascalientes vivió una jornada electoral histórica en términos de la baja participación ciudadana, apenas se alcanzó el 37 por ciento. Ya mucho se ha dicho respecto al tema, las opiniones se dividen y hasta se buscan culpables; que si el Instituto Nacional Electoral (INE) no hizo su trabajo, que los partidos políticos desalentaron el voto, que fue un reflejo del hartazgo ciudadano, que porque hubo partido de la selección de futbol, que porque son elecciones intermedias, que por la falta de interés, que el voto duro no salió a votar, un sinfín de teorías, argumentos, hipótesis y hasta suposiciones. Lo real es que ninguno de los candidatos fue electo por más de 36 mil votos.
No votar está permitido y también votar para anular, que no es lo mismo. Y ese derecho a anular se confirma casi 22 mil veces, es decir, el 06.83 por ciento de los electores se inclinaron por esa opción. Ya fuera con una leyenda en la boleta, una cruz enorme, dibujos o hasta señas obscenas, las y los electores gritaron, y fuerte. El voto nulo es un efecto que también implica potencia, energía y presión, igual que como lo plantea Bernoulli.
Una lección que sucede en cada elección, pero que no se asume como un problema a resolver por parte de los partidos políticos, finalmente esa no es su naturaleza. Es sin duda, un elemento más que vino a atomizar el voto.
Bernoulli plantea la fuerza y el movimiento de un fluido para lograr la atomización. En estas elecciones en Aguascalientes resulta muy explícito. Cuando el voto se atomiza de esta manera, tenemos un bono democrático que significa pluralidad pero no necesariamente mayor gobernabilidad.
Al revisar los números de la votación emitida, se encuentra invariablemente una baja de votos para los partidos mayoritarios, que a pesar de ser las principales fuerzas políticas en el estado sufren una caída que se refleja en el aumento de preferencia para los demás partidos.
Es muy complicado, sino es que imposible, entender el sistema político mexicano con características de un voto atomizado. Afortunada o desafortunadamente, en Aguascalientes se cuenta únicamente con tres distritos electorales federales, sin embargo, una elección local con una votación similar complicaría el quehacer de la política, es decir, dificultaría la generación de acuerdos, irremediablemente polariza cualquier situación y postura, lo que podría resultar en una parálisis legislativa.
Es entonces, según Bernoulli, esa serie de componentes que hacen que los fluidos se muevan en ciertas condiciones o circunstancias. No solamente son los votos nulos del hartazgo, o la participación silenciosa de la sociedad. Es también un voto razonado, que sin ponerse de acuerdo, puede generar escenarios que compliquen el funcionamiento del sistema de partidos.
Estimada y estimado lector, quisiera dejarle algunas reflexiones. Primero, ninguna elección es igual a otra. La alternancia es una realidad en Aguascalientes. No por mucho madrugar, amanece más temprano.
Y la segunda reflexión, agradecerles sus comentarios a mi primera editorial, el tiempo siempre definirá quién tiene la razón, el pasado 13 de junio del 2015 se publicó en este periódico la nota de ocho columnas titulada “Sancionará Proespa al Ayuntamiento por iniciar obras sin permiso”. No se pierda la nota, tampoco mi editorial.