- La población adulta es la más susceptible a las cepas peligrosas
- Las hepatitis B y C pueden terminar en cáncer y cirrosis
Ayer se conmemoró el Día Mundial contra la Hepatitis, y Víctor Manuel Sánchez González, jefe del Departamento de Epidemiología del Hospital Miguel Hidalgo, señaló que en la entidad se registra un promedio de seis casos semanales de los virus A, B, C, D y E.
“Debemos saber que las hepatitis son un grupo de enfermedades infectocontagiosas. No todas son de origen viral, aunque es lo más frecuente encontrar. Algunas hepatitis pueden ser ocasionadas por sustancias tóxicas como es el alcohol y drogas.”
Destacó que la hepatitis no es curable, pero sí del todo prevenible. La tipo A es la de menores impactos sobre la salud.
La B, la C y la D se transmiten por medio de fluidos corporales, contacto sexual (en el caso de la B), transfusiones sanguíneas y pinchaduras de piel en entornos laborales.
La más frecuente en Aguascalientes es la hepatitis A, producto del consumo de alimentos y agua contaminada.
–¿Qué medidas hay para prevenir la hepatitis?
–Hay que tener mucha higiene a la hora de cocinar los alimentos, a la hora de consumirlos, lavarse las manos constantemente, sobre todo después de ir al baño, porque la hepatitis tipo A se da por contaminación con materia fecal.
El uso de preservativo y el cuidado en la calidad de la sangre trasplantada son medidas para evitar riesgos con el resto de las versiones de esta enfermedad.
Según la Secretaría de Salud, cada año la hepatitis cobra la vida de 1.5 millones de personas en el planeta. La inflamación del hígado viene acompañada por náusea, vómitos, orina oscura, dolor abdominal, cansancio severo y coloración amarilla en piel y ojos.
El médico insistió en que el sistema de salud cuenta con vacunas para las hepatitis A y B.
–¿Hay índices de mortalidad?
–Sí, sobre todo por la tipo C, es la más grave. Al adquirir ese tipo de hepatitis hay un precursor para generar cirrosis o cáncer. En el estado es baja la incidencia, los pacientes que son diagnosticados con hepatitis B y C tienen tratamiento a través de algo que llamamos Interferón (…). Es muy bajo el número de defunciones que tenemos, podemos registrar una o dos por año.
La población adulta, de entre 30 y 60 años, es la más afectada por estas cepas. En la A los niños están en primer lugar de la lista de enfermos por su cercanía con los puestos de comida callejera.
En este caso específico “no hay nada que hacer porque es un virus, no hay muchos antivirales de los cuales echar mano. El tratamiento únicamente consiste en medidas de sostén, debe tener reposo absoluto el paciente, debe estar en cama, tomar bastante líquido y estar bien alimentado”.
–¿Para las otras hepatitis hay más medicinas?
–Hepatitis B o hepatitis C son precursores de cirrosis o de cánceres. Esos pacientes deberían estar hospitalizados; no hay un tratamiento antiviral, el interferón ayuda a disminuir la carga viral de este tipo de padecimientos, pero no es una cura completa.
