- El nivel de deserción ha decrecido en los últimos 8 años
- Hace 35 años únicamente había dos libros sobre esta materia; hoy se cuenta con 150
Archivistas, restauradores de papel y libros, docentes e investigadores. El abanico de ocupaciones se ha abierto al ritmo del interés por la historia a nivel profesional, y sobre todo en el amateur.
Hace 35 años únicamente había dos libros sobre la historia de Aguascalientes, con la autoría de Agustín R. González y Alejandro Topete del Valle. Hoy, refiere gustoso Andrés Reyes Rodríguez, jefe de este departamento en la Universidad Autónoma, se cuenta con 150 monografías sobre comida, vida social, política, cultural, teatro, medicina, educación, amor y un extenso etcétera.
“Esto habla de que hay una necesidad, un gusto por saber y por conocer la historia. La historia es para los adultos lo que los cuentos son para los niños. Los cuentos están llenos de fantasía y las historias buscan tener verdades objetivas, pero despiertan la misma emoción (…). Vienen las sorpresas: mi tatarabuelo fue minero, vivió en otro país antes, fue ferrocarrilero y yo no sabía”.
Hace apenas unos meses la licenciatura en Historia rompió su récord. 32 alumnos se inscribieron de manera directa. Quedó atrás el estigma del aula de clases donde la mitad estaba porque no fue aceptada en la carrera de primera opción.
Además de esta asignatura, destaca Reyes, la sociología y la filosofía merecen un espacio especial, pues se encargarán de dar sentido a la localidad.
Estudiar historia no es un lujo, sino una necesidad. Permite saber de dónde se viene para imaginar hacia dónde se va.
“Estoy sorprendido, ya tenemos en el caso de Sociología e Historia un promedio de 30 generaciones. Uno pensaría de dónde sale tanta gente. Esas personas en muchos de los casos están empleadas. Yo no aspiro a que tengamos 100 alumnos, de hecho tendríamos problemas en el mercado laboral, si los tienen los médicos, los abogados”.
Cada año la Autónoma publica entre 50 y 60 libros. Resulta común que al menos una decena de ellos tengan a la historia como protagonista.
En esa institución, la mitad de los casos de deserción procede de la falta de recursos económicos. En todas las licenciaturas hay quienes salen tras darse cuenta de que no están encaminados a su vocación.
“Otros no alcanzan a tener los rendimientos que nosotros pedimos. Exigimos tener una cultura general amplia, una gran capacidad para leer, una permisividad para el arte de la conjetura, capacidad para expresarse correctamente, tener las condiciones mínimas para contar historias que van desde algo muy árido, como la historia del dinero, hasta la historia del pensamiento, la historia de la felicidad, de la belleza”.
La estadística dice que de primero a segundo semestre desertaba la mitad del alumnado. En los últimos ocho años esa cifra ha caído al 18 por ciento, del primero al tercer semestre. La eficiencia terminal en la carrera es del 50 por ciento.
“El departamento de Historia es el que tiene la mayor tasa de investigadores nacionales. El mayor volumen de científicos de esta universidad está en el departamento de Historia, los científicos nos dedicamos a dar una clase y el resto (del tiempo) a investigar. Tenemos contacto con las comunidades locales, nacionales e internacionales”.
Los alumnos de la carrera se adhieren a actividades de divulgación y promoción cultural en galerías y museos.
De acuerdo con Reyes el 80 por ciento de los egresados labora en una de sus áreas de estudio.
“Tiene ventajas que seamos pocos (…), y eso que hemos tenido problemas, la enseñanza de la historia en la secundaria ha ido perdiendo materias como tal, ahora los agrupan en humanas y sociales, ponen la historia en medio de otras materias.”
Lamentó que “no hemos puesto mucha atención en lo que hacen los países más progresistas. Pensemos en Estados Unidos, existen en este momento 35 mil historiadores, en México existen cuatro mil. Por cada historiador que sale en México diez se preparan en los Estados Unidos. Si hacemos esto con Inglaterra, con Suecia, la proporción es más alta que la nuestra, algo significa”.
