- Reconocen la obra del narrador y dramaturgo con el Premio Chihuahuense de Narrativa Histórica Ignacio Solares
- El galardón está dotado con 150 mil pesos y la publicación de la obra ganadora
En reconocimiento a la obra del autor de novelas históricas como La noche de Ángeles; Madero, el otro y El jefe máximo, se instituye el Premio Chihuahuense de Narrativa Histórica Ignacio Solares, dotado con 150 mil pesos y la publicación de la obra ganadora.
Antonio Crestani, director de Vinculación Cultural del Conaculta destacó la importancia de que el nuevo estímulo que reconoce la creación literaria y lleva el nombre de un “maestro excepcional de la narrativa contemporánea mexicana”.
Al lector de la obra de Ignacio Solares, dijo, inmediatamente le llaman la atención las palabras ver y entrever, por ser de las más recurrentes en sus textos. Esto en parte se explica porque para él, la literatura es resultado de un ejercicio de ensoñación.
“Los personajes de sus novelas, de sus cuentos y obras de teatro vislumbran, distinguen en la clara oscuridad de nebulosas, de la misma manera que él resuelve los acertijos que los datos históricos y las investigaciones que realiza le plantean.”
Antonio Crestani recordó que “Nacho dijo en alguna ocasión que se dedica a la literatura porque ‘la gran condena del ser humano es tener una sola vida y contar con capacidad para ver miles’. De ahí que resulte razonable su fascinación por lo oculto, lo reservado a los iniciados y lo esotérico, como elemento que permanentemente lo hechiza y embruja para ir tras la conquista de una de las vertientes más sólidas en su literatura: la historia”.
Finalmente, dijo que no podía ser más atinado que un premio de narrativa histórica mexicana lleve el nombre de Ignacio Solares.
“Sin ostentar los galardones académicos del historiador, Nacho es un erudito de la historia. Cualquiera podría pensar que cursó estudios profesionales en esta disciplina. Pero en su obra hay otro elemento que lo delata: que decidió entrar a la historia por ‘la puerta de atrás’. Y no podía ser de otra manera porque parte del juego que incita a Solares a divertirse, a inflamarse y apasionarse con el desarrollo de un texto, es el rigor por el detalle, el esmero y disciplina por la evidencia documentada y el dato demostrable”, concluyó Antonio Crestani.
Con información de Conaculta
