- Con 26 años de edad, es de los directores de orquesta más jóvenes en México
- Su llegada a la dirección orquestal fue circunstancial, acompañada de suerte y talento
De Tepic, Nayarit, Juan Tucán Franco inició en la música a los cinco años de edad y hoy es uno de los directores de orquesta de origen mexicano más jóvenes en activo con tan sólo 26 años. En la temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes dedicada a jóvenes talentos, es el director invitado del concierto especial de música mexicana que contempló dos fechas, ayer viernes 11 y el domingo 13 de septiembre.
A los seis años decidió que el violín sería su acompañante en el camino musical, aunque las circunstancias lo llevaron a que a los 20 años comenzara a prepararse como director orquestal, “siempre es un reto porque es una carrera muy joven, y yo sólo llevo seis años apenas en pódium”.
El joven músico indicó que México tiene como ventaja que por las necesidades de contar con una figura de director joven, muchos tienen oportunidades únicas de comenzar en ese ámbito aunque nunca lo hubieran planeado, “siempre hay orquestas en formación y pues uno le entra al quite empezando por los ensayos seccionales”, en su caso, pasó del violín a la dirección orquestal con pequeños ejercicios en orquestas juveniles e infantiles, aunque a la par continúa con el violín, por ser el instrumento que le ha dado la oportunidad de aprender mucho como músico en el atril, “la verdad es que mi llegada a la dirección de orquesta fue circunstancial, acompañado con un poco de suerte y habilidades que se han aprendido en 20 años y que han favorecido a que ahorita, por lo menos, ya no me tiemblen las piernas arriba del pódium.”
Aunque reconoció que el trabajo de un músico, en especial de un director de orquesta, es complejo, pues todo el día hay que estar en constante preparación, lo que causa que no descanse, pues siempre piensa en música; Franco puntualiza que la constancia y entrega no significa que haya la necesidad de sacrificar algunas cosas, simplemente hay que invertir tiempo distintos, “yo no soy una persona que se prive de hacer cosas, a mí me gusta ir al estado a un partido de futbol, los videojuegos y ver series”, el hacer otro tipo de cosas pero con la responsabilidad de ejercer la música como cualquier actividad profesional.
“Me he desarrollado de una manera alegre y constante porque no hay un solo día, desde hace 20 años, que no haga música o que al menos no esté trabajando en un proyecto de índole artístico”, como parte de un modo de vida que no es rutinaria, pues no lo ve como trabajo sino como un disfrute personal acompañado de una remuneración laboral.
Para el violinista, momentos difíciles hay muchos y cada vez aparecen nuevos, pues es la manera en que una persona aprende, “es difícil pararte arriba del pódium y cuando no sabes te vas a encontrar con goles de parte de la música, pero al final esto te enseña”; es parte del crecimiento, en materia musical es muy duro porque es vivencial, es incómodo porque no dejas de estar frente a seres humanos, “en un violín, si te equivocas el único que se da cuenta es el instrumento pero no más allá, en este caso estás frente a muchas personas a las que no puedes llevar al error”. Como la dirección orquestal no se aprende en un salón de clases, hay que vivirla, sentirla, sufrirla para luego aprender a no dejar morir la música. “La música para mí ya es un todo, me gusta vivir con ella, entregarme, disfrutarla, soy una persona apasionada que le gusta lo que hace”.
¿Cómo se visualiza Juan Franco en 10 años?
“Me da miedo porque yo planeaba que en mis 32-35 años estaría haciendo lo que hago ahorita, porque es la línea normal, esta es una carrera de mucha espera y de mucho tiempo, pero hemos tenido más suerte que nada y también hemos sabido aprovechar las oportunidades. Me visualizo, si no por el mismo camino, por uno que vaya ascendentemente sin importar adónde nos lleve pero siempre y cuando la música esté a lado mío.”
