Esta Política for Dummies es sobre ética. Un concepto difícil y complicado. Además algo de polémico. Muchos denominamos a la ética como una campaña de propaganda de alguna u otra religión en especial. Sin embargo tener esa postura de rechazo no es del todo correcta. La ética es el arte de entender lo que está bien y lo que está mal y es ahí el mayor problema.
Nuestras sociedades modernas han crecido con la interminable rebeldía de oponerse al bien y al mal impuesto, es decir. ¿Quién dice que esto esté mal? ¿Quién dice que aquello esté bien? ¿Qué está mal? ¿Qué está bien? Sin duda es ahí donde muchos ciudadanos del mundo, como diría Manu Chao, se oponen a la imposición de alguna doctrina religiosa que intente establecer la diferencia entre el bien y el mal. Sin embargo la ética va más allá. Además de diferenciar el bien y el mal va al sentido de la sana convivencia, de sobrevivir.
Es decir, todos entendemos que está mal matar. Al menos todos en un sano juicio sabemos que matar está mal. Por razones básicas: le quitamos la vida a una persona, de manera injusta o no. También entendemos que engañar y mentir está mal porque jugamos con la mente de las personas, se crean falsas expectativas, se juega con la ignorancia y se abandona la verdad: aunque muchos afirmen que en ocasiones mentir es para bien debemos poner sobre la mesa el siguiente debate. ¿El fin justifica los medios?
Siempre y cuando los medios no hagan daño ni hagan mal. Ese malentendido universal. Mientras sí lo hagan, el fin nunca justifica los medios.
Lo mismo pasa con robar, se falta a la justicia, le quitamos algo a alguien que lo merece y nos lo quedamos cuando no nos merecemos. La definición básica de justicia es dar al ciudadano lo que es suyo. Lo que le pertenece o lo que se merece. Estando en ese entendido. Robar, mentir y matar es malo. ¿Por qué lo hacemos? Comenzamos a deformar nuestra visión de ética.
Es aquí donde las diferencias culturales juegan un papel fundamental. Matar es bueno cuando una mujer muestra su cabello a otro hombre en algún país de la África subsahariana, o tener siete mujeres y golpearlas es bueno, o decir la verdad a un gobernante es malo. Vivimos en una crisis mundial de esa deformación conceptual de la ética. Es un relativismo vicioso. Es decir, todo es relativo y apelamos a la libertad personal o lo vemos desde otra perspectiva: todo es relativo y apelamos al desorden individualista. Es otro debate interminable.
Aunque pareciera un poco elevada, en realidad no lo es. He evitado libros elevados de ética en mi vida y me ha servido leer la ética Nicomaquea o algún otro de filosofía básica para entender lo que está bien y lo que está mal. Dentro de todo hay un límite: la vida del otro. Y esa vida abarca la intimidad, por más infernal que sea, pero es un límite.
Un ejemplo claro es el caso de Planned Parenthood, un tipo grabó a una funcionaria de esta compañía admitiendo que sacaban bebés de unos vientres femeninos dispuestos a abortar de hasta 24 meses, lo que es ilegal. Los sacaban de frente para no lastimar su cráneo, cortaban sus órganos y vendían a farmacéuticas y empresarios las partes de los bebés. A todas luces es inhumano, es un asesinato y es un delito: está prohibido vender partes humanas. El relativismo discute que todo depende del caso. ¿Ustedes qué discuten?
El asunto de fondo es que el tipo que dio a conocer esa grabación fue culpable y Planned Parenthood sigue operando. ¿Las razones? También es ilegal grabar una conversación privada y utilizarla para denigrar tu fama sin tu consentimiento. Se atenta a la libertad personal, de intimidad, de privacidad. ¿Qué está bien y qué está mal?
Sin duda este debate es más polémico de lo presentado y más complicado de explicar. Nadie en la tierra tiene la verdad absoluta, pero intentamos andar por la vida y hacer el bien. Nosotros los mexicanos tenemos un problema muy claro, no tenemos claro qué está bien y qué está mal y cada quien inventa su ética y sus valores. O en el peor de los casos, sabemos lo que está bien y lo que está mal, aparentamos serlo y jugamos a ser dos personas: las éticas y las descaradas.
Así nos pasa pidiendo refugio a los ciudadanos de Siria y rechazando a los centroamericanos. En México se rechazan el 80% de solicitudes de refugio. ¿Qué está bien y qué está mal? ¿Aparentar? ¿Mentir para lograr un bien? ¿Violar la privacidad para desenmascarar un crimen? ¿Ser corrupto para salvar una familia? Es una discusión eterna que sin duda debemos empezar a discutir. Nuestra sociedad lo necesita, comenzamos a pensar que matar, robar y mentir está bien, lo llevamos a nuestra escuela, en nuestra calle, en nuestra familia y, en el peor de los casos, en la política.