- Alberto Ruy Sánchez presentó su más reciente libro Quinteto de Mogador
- El poeta, narrador y ensayista sostuvo una charla con la periodista Lydia Cacho, con quien compartió anécdotas
Por su trabajo como editor, narrador, ensayista, poeta y autor de más de 20 títulos, Alberto Ruy Sánchez (Ciudad de México, 7 de diciembre de 1951) es uno de los protagonistas de la literatura mexicana, conocido por su amor a los libros, a través de los cuales cree que se puede cambiar al mundo para hacerlo mejor.
Al sostener una charla con la periodista Lydia Cacho en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el escritor fue cuestionado sobre el asombro, la poesía, el porqué de su escritura, además de compartir anécdotas y hablar de su más reciente libro Quinteto de Mogador.
Lydia Cacho presentó al miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1993 como un autor que tiene el poder de la inteligencia, aunada a una sabiduría emocional capaz de desentrañar lo que en manos de otros escritores parece imposible: “convence porque sabe, sabe porque entiende, entiende porque es capaz de escuchar a todas las personas que le hablan”.
La periodista le compartió al público presente que Alberto Ruy Sánchez no quería un homenaje, pues le incomoda la mera palabra: “Le convencimos que aceptara porque ésta es una demostración pública de admiración y respeto a una persona que ha dedicado su vida a compartir cultura, iluminar y rescatar la naturaleza amorosa de un mundo que sin narrativas como la suya sería insoportable”.
Sobre su proceso creativo, Lydia Cacho le interrogó al conferencista, quien ha participado en varias universidades europeas, africanas y americanas, cómo es que construye esperanza que no sólo se quede en la imaginación, a lo que Ruy Sánchez respondió que la posibilidad de percibir un rayo de luz del mundo es un instante que da la poesía: “De una ración de eternidad está hecha la vida. La vida está hecha de momentos y revelaciones poéticas, la poesía no es lo bonito, tampoco es algo que está más allá de las cosas buenas y malas de la vida, la poesía también está en lo negativo, pero aún en lo negativo es un bisturí que penetra en dimensiones humanas donde la sociología, la economía, y el psicoanálisis no; entonces, aunque ilumine lo negativo, ilumina, y en ese sentido nos ayuda a pensar y sentir más allá de nuestros límites”.
Refirió que la poesía ayuda a pensar que lo impensable es posible y a comprender muchas dimensiones, pero sobre todo a vivirlas: “La poesía es lo luminoso, incluso sobre la oscuridad del mundo a través de lo luminoso está lo que nos permite construir lo que es completamente luminoso. Si la poesía sigue existiendo es porque es una extensión que tenemos los humanos de nuestro cuerpo, nos permite ver que no somos solamente las necesidades primarias, que no somos solamente lo oscuro e incluso hasta para ver lo obscuro; somos luz”.
En la charla, a la cual asistieron amigos y familiares, el escritor recordó que cuando empezó a escribir lo hizo siendo “crítico y criticón”, por lo que durante tres años sólo escribió sobre lo que odiaba o no le gustaba: “Creo que muchas veces ayudé a que la gente viera por qué algo era horrible, pero me di cuenta que necesitaba hacer algo más; después de un viaje a Marruecos donde vi las cabras en los árboles descubrí que mi responsabilidad como autor a partir de ese momento iba a ser encontrar a esas cabras en los árboles, es decir, utilizar el asombro, pues el asombro es una manera de estar en el mundo”, explicó el director de la revista Artes de México.
Alberto Ruy Sánchez expuso que los libros ayudan a leer realidades y hay autores que escriben pensando en un público y otros tantos que piensan en la literatura como carrera: “Yo no pienso en términos de carrera, siempre supe que no iba a vivir de la literatura y que tampoco iba a recibir un reconocimiento en la vida, tengo la enorme fortuna de haber encontrado lectores y sobre todo lectoras”.
“Es fundamental no pensar en un público ni carrera, sino en la obra. Para mí la meta de la vida es crear las obras que sean lo mejor que pueda hacer, y que estas obras estén alimentadas de la vida. […] Me propuse ser diferente, en el sentido de aprender de los artesanos, la poética, las técnicas de narrar, tomar en cuenta las técnicas del siglo y tener consciencia de que muchas no son lo que eran cuando fueron usadas y que servían para contar algo en el momento”.
La más reciente publicación del autor galardonado en 1999 con la Condecoración Oficial de la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno de Francia es Quinteto de Mogador, editado por Alfaguara, y el cual reúne el universo narrativo del autor durante más de 20 años, de 1987 a 2008, incluyendo los títulos Nueve veces el asombro, Los nombres del aire, En los labios del agua, Los jardines secretos de Mogador y La mano del fuego.
Sobre este volumen, Alberto Ruy Sánchez explicó que cuando empezó a escribir los libros que lo integran desde un principio lo pensó como un ciclo. “Quinteto de Mogador comienza como en un close up poético muy concentrado y la cámara que lo enfoca se va abriendo e incluyendo más personajes, más maneras de contar las cosas y de reflexionar”.
Quinteto de Mogador es un conjunto de libros que a su vez forman un collage de escenas, de situaciones de deseo que se presentan al lector como una composición geométrica, como un tablero de azulejos de los que se ven en las fuentes de Marruecos, los zelijes.
Para Lydia Cacho esta publicación representa la búsqueda de una poética excepcional: “Algunos dirían que Alberto es incluso uno de los más importantes poetas feministas porque ha creado una escuela de la exploración del deseo que trasciende todos los constructos culturales del machismo y el hembrismo”.
La charla, la cual también abordó anécdotas sobre Medio Oriente y la construcción del libro Con la literatura en el cuerpo: historias de literatura y melancolía (1995), concluyó con un fuerte aplauso de los presentes hacia Alberto Ruy Sánchez, quien respondió: “Me conmueven muchísimo”.
Con información de Conaculta
