Con una superficie de 32 hectáreas, La Pona se ha convertido en una zona emblemática de Aguascalientes, en este lugar se erigen árboles que datan de hace cientos de años, los cuales pueden observarse incluso desde algunos metros a la redonda. Han sido años de lucha para que este sitio se conserve de la mejor manera, en esta intensa actividad hemos participado diversos actores, desde dependencias gubernamentales, activistas y ciudadanos.
Solamente en la conjunción de esfuerzos se han logrado resultados alentadores para La Pona, han sido las Asociaciones Civiles quienes en este tiempo han mostrado toda su voluntad para mantener este sitio como una reserva ecológica. A quienes integran estas asociaciones les ofrezco todo mi respeto y admiración, por ello coincido en su planteamiento de no fraccionar ni un centímetro de La Pona.
Hoy me parece una incongruencia que se levante la voz para decir que se llegó a una negociación para permitir que se fraccionen 20.6 hectáreas. Querido lector, espero que usted coincida en que muchas negociaciones implican poca transparencia y acuerdos generados entre cierto número de personas, no es lo mismo que una consulta pública, mucho menos algo cercano al sentir ciudadano. ¡No permitiremos que La Pona se fraccione!
¿Por qué no ceder a la propuesta de la empresa? Por una sencilla razón, el hecho de avalar la construcción de 545 lotes residenciales implica la instalación de servicios públicos como alcantarillado, alumbrado y drenaje; es decir, el primer paso para la urbanización total.
La semana pasada, el alcalde de Aguascalientes, Juan Antonio Martín del Campo, fue invitado a la Comisión de Medio Ambiente del H. Congreso del Estado, con la finalidad de que explique esta decisión tan sospechosa por parte de su gobierno. No es necesario que mediáticamente diga que ningún partido debe opinar, tampoco es necesario que demuestre falta de carácter al esconderse detrás de las Asociaciones Civiles o de su secretario del Ayuntamiento. A Juan Antonio Martín del Campo le falta dar la cara y principalmente dar explicaciones transparentes, no lo ha hecho a lo largo de dos años, ojalá pronto intente hacerlo.
La concertación es una práctica a la cual el Ayuntamiento de Aguascalientes nos quiere acostumbrar, una práctica que se entreteje en la obscuridad política.
La Pona es y debe ser cuidada, reservada y defendida. Es un momento de gran importancia que nos llama a estar unidos y vigilantes de lo que las autoridades responsables están haciendo. Vale la pena recordar que desde el H. Congreso del Estado hemos aprobado un punto de acuerdo para que se declare como área natural protegida al predio denominado como mezquitera La Pona.
Fue en ese lugar donde firmé mis compromisos de campaña, con congruencia y voluntad me sumo en defensa de La Pona.
