Hemos dado inicio al último bimestre del año, periodo propicio para la planeación del gasto y la redefinición de propósitos, y de este modo avanzar en los proyectos individuales, en el crecimiento de los negocios o bien como gobiernos, dedicándose a cumplir los objetivos que son de interés colectivo.
Y precisamente abundaré en este último aspecto. Considero que el orden en toda gestión pública parte del conocimiento pleno del entorno al que se aspira y la realidad existente. De trabajar honradamente, sin distinciones y para el beneficio común pero sobre todo con una visión estratégica; es la que hace transitar a la sociedad con buen ritmo, hacia mejores horizontes de desarrollo.
Indudablemente que no debemos cegarnos a la situación que vive el país como en lo específico cada una de las entidades incluyendo Aguascalientes, donde hay mucho trabajo por hacer. En que las autoridades y la ciudadanía debemos enfrentar juntos los enormes rezagos que aún se tienen y que deben vencerse si se quiere estar en sintonía con la competitividad internacional y terminar con esas excepciones para el acceso a la justicia social.
El éxito de la política se basa en disponer de objetivos viables bien definidos y el cumplimiento de las metas. En acatar con humildad las fallas en los propósitos y recomponer su sentido. Cualquier proyecto que se aparte de esos apostolados indudablemente estará amenazado al fracaso, y sus consecuencias las estará pagando la propia sociedad del presente y heredando sus consecuencias hacia las generaciones futuras.
La semana pasada, los senadores aprobamos en lo general y particular, la Ley de Ingresos del Gobierno Federal para el Ejercicio Fiscal del próximo año, por la cual se prevé la recaudación de más de 4 billones 763 mil pesos, una cifra quizá inimaginable pero que, a la hora de gastarse. se vuelve insuficiente.
Es por ello que se requiere de su aplicación transparente, austera y en las prioridades que tienen los mexicanos. Cualquier dispendio, mal uso o desvío como ha venido sucediendo, indudablemente que seguirá siendo reprochado por todos, y lo peor, el país seguirá teniendo sus altos niveles de pobreza y marginación.
Ya no podemos permitir eso. Tampoco que se impongan medidas restrictivas a los emprendedores ni que sean los mismos de siempre los que soporten la mayor carga tributaria.
Precisamente por eso y para dar un mejor enfoque al desarrollo económico de la nación, propuse siete iniciativas que si bien pudieron interpretarse como una contrarreforma fiscal, cuatro fueron avaladas en el pleno del Senado durante la aprobación de la iniciativa de ingresos, dentro del Paquete Económico del Gobierno Federal 2016, con algunas modificaciones y más tarde la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular, la miscelánea fiscal y la Ley de Ingresos para el 2016 con los cambios que en el Senado de la República propusimos.
Definitivamente que no se da como hubiera deseado pero finalmente constituyen avances en beneficio de los pequeños contribuyentes, la clase media de la sociedad, los micro, pequeños y medianos empresarios, y para el sector automotriz a nivel nacional que a final de cuentas son los que más empleos generan en el país.
No puedo omitir que las iniciativas que presenté y que fueron aprobadas representan el sentir de nuestra gente. Entendí en sus exigencias y sus propuestas la urgente necesidad de dar un mejor rumbo a nuestra economía.
Así, el próximo año nos dispondremos a la aplicación deducciones fiscales para pequeñas empresas tanto nacionales como extranjeras, con ingresos inferiores a cien millones de pesos.
Para dar fortaleza al sector automotriz, que se ha vuelto un soporte fundamental de nuestra economía nacional y en particular en Aguascalientes, se dará la deducción en la compra de autos nuevos para los que cuesten 175 mil pesos, más iva, alentando indudablemente su comercialización, generando a su vez una cascada de beneficios como la generación de más empleos, el incremento de proveedores de PyMes y generando riqueza para el país.
También crece el tope para las deducciones personales de contribuyentes pasando de 102 mil 346 pesos a 127 mil 932 pesos, correspondiendo del 10 al 15 por ciento de los ingresos.
Se consiguió para los pequeños contribuyentes un régimen de excepción en ingresos anuales de hasta 300 mil pesos. También se les eximirá de emitir comprobante fiscal electrónico cuando la factura no exceda de 250 pesos.
Asimismo, tributarán en el régimen de incorporación fiscal cuando perciban ingresos por sueldos, intereses o de arrendamiento, siempre y cuando no excedan sus montos totales los dos millones de pesos.
Finalmente, podrán efectuar el pago de las erogaciones relativas a sus compras e inversiones cuando el importe sea superior a cinco mil en lugar de dos mil pesos, mediante transferencia, cheque, tarjeta de crédito, débito, de servicios, o de los denominados monederos electrónicos autorizados por el Servicio de Administración Tributaria.
Todas esas medidas significan un pequeño respiro y despresurizan en algo el impacto tan fuerte que tuvieron por la reforma fiscal a su capacidad de ahorro y en el incremento de su patrimonio.