Giovanni Sartori considera que la democracia es un procedimiento que impone una poliarquía abierta que atribuye poder al pueblo y que impone la capacidad de respuesta de los elegidos frente a los electores.
Siguiendo su idea, la existencia de la democracia implica entonces la presencia de autoridades políticas que hayan sido elegidas por medio de una convocatoria libre, limpia y competitiva en donde el ciudadano ejerza su derecho al sufragio universal y tenga, además, el derecho de acceso a la información necesaria para tomar una decisión crucial en la vida política del país, para después aquilatar el derecho ciudadano de exigir a nuestras autoridades una rendición de cuentas respecto del ejercicio público de su función.
El ideal de nuestra actual democracia en este caso, sería una ciudadanía fortalecida en el conocimiento de los valores éticos individuales y colectivos para en el caso de que el ciudadano se convierta en servidor público, le pueda ser exigible la comprobación de su capacidad para ejercer el cargo, su lealtad a nuestra carta magna así como a la comunidad política de la que forma parte, su virtud (en el sentido aristotélico del término, que se refiere a que uno de los fines de la política es formar ciudadanos virtuosos) y su sentido de justicia.
Sin embargo, la individualización neoliberal produce personas apáticas y escépticas; apáticas por la resignación popular que mina su interés en las cuestiones más elementales de la política en razón de la generación de políticas que el ciudadano común no entiende y por lo tanto no comparte y; aséptico porque el ciudadano, de acuerdo al Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México, no cree que su opinión logre trascender la esfera del imaginario colectivo que le representa el poder público.
La falta de credibilidad ciudadana en los procesos democráticos de selección, en los representantes políticos y en la política en sí, tiene la tarea urgente de fincar un espacio plural que fortalezca la veracidad, la participación y la ética pública alejando a los honorables miembros que se dedican al ejercicio político, de la corrupción (entendido este concepto como el resultado del amor excesivo al dinero y al poder que se procura por encima de cualquier valor ético y moral). En este sentido, Rafael López Pintor señala que todo proceso electoral es fraudulento sencillamente porque todo lo que se juega es demasiado, se trata del poder político y todo lo que de ello se deriva.
En términos de prácticas corruptas en el ejercicio de nuestra actual democracia podemos destacar el voto inducido, comprado o coaccionado, el clientelismo político, el financiamiento ilegal de los partidos políticos y la manipulación de la opinión pública. Estas prácticas han sobre todo conseguido enlodar el juego democrático y desconfiar en la autoridad electoral pues, cuando las elecciones se manchan por trampas y acciones faltas de ética, normalmente aparece en el imaginario el fantasma del fraude seguido por la suspicacia de la ciudadanía, así como la apatía y la falta de interés en los procesos electorales, cuestionando a la institución encargada de organizar las elecciones.
Las actitudes más antiéticas que se han dado para efectos de manipular los resultados electorales son el uso de sanciones legales contra candidatos de oposición, la inseguridad el día de las elecciones, la recolecta de credenciales para votar el mismo día de la elección o días previos, la compra de voto en dinero o en especie, el acarreo de votantes, el anuncio paralelo a la autoridad electoral sobre los resultados cuyas cifras difieren del resultado final y el rechazo del candidato perdedor a aceptar los resultados. Casos y prácticas como las vistas en la elección presidencial de 2012, cuya situación más emblemática fue el caso Monex, reflejan el nivel de mercadeo de votos y votantes en aras de la conquista del poder.
Para contrarrestar estas conductas antiéticas y corruptas se tiene que poner mayor atención de manera urgente e indispensable en la operación interna de los partidos políticos y en los perfiles de los candidatos a los diferentes puestos de elección popular siendo en este rubro importante destacar que la falta de un perfil ético del aspirante da pie a que se generen prácticas corruptas y esto ha devenido en razón de la apertura generalizada de acceso a los cargos públicos permitiéndoles a personas con carentes principios, cultura política y ética detentar el poder.
El ideal de perfil de un candidato a un cargo de ejercicio público debe considerar el hecho de si cuenta o no con conocimientos básicos en materia de política, ética, justicia, ciudadanía y políticas públicas, lealtad total a nuestra constitución y leyes reglamentarias de la materia electoral, no tener antecedentes de corrupción y gozar dentro de su comunidad de buena reputación.
Hoy ya no es posible ignorar la importancia de los valores en el espacio público. Todo gobierno verdaderamente interesado en recuperar la confianza de sus ciudadanos y que aspire a ser considerado como justo o bueno debe potencializar los valores éticos, así como crear un filtro que impida a personas carentes de perfil público llegar al poder ya que este ejercicio debe ser tomado en serio por los actores políticos pensando en la trascendencia de sus acciones antes y después de ser nombrados para ejercer cualquier cargo, si esto se logra el sentido de nuestra ciudadanía, política y democracia se acercarán a la virtuosidad de la que hablaba Aristóteles.
En el caso de nuestro proceso electoral local tenemos que el 24 de marzo se cerró el periodo de registro de candidatos aspirantes a obtener un cargo popular y el 27 del mismo mes en sesión extraordinaria el Consejo General del IEE aprobó el registro de candidatos de los cuales cabe resaltar que el 48% son hombres y el 52% son mujeres, con lo que globalmente se cumple con el principio de paridad constitucional en la postulación de las candidaturas, lo cual es algo digno de resaltar.
Como es ya del dominio público, comienzan las campañas para el caso de gobernador constitucional del estado de Aguascalientes el 3 de abril, para diputados y presidentes municipales el 18 del mismo mes en los municipios con más de 40 mil habitantes, es decir, Asientos, Calvillo, Jesús María, Pabellón de Arteaga y Rincón de Romos y; el 3 de mayo arrancan las campañas en Cosío, El Llano, San Francisco de los Romo, San José de Gracias y Tepezalá, que tienen una población menor a los 40 mil habitantes.
Estaremos entonces, al pendiente de las campañas, de cómo se conduzcan las candidatas y candidatos, de sus propuestas y del cumplimiento que observen sobre la normatividad electoral durante este periodo del proceso electoral local 2015-2016, confiados en que habrá campañas éticas tanto en lo personal como en lo colectivo, que propicien que el ciudadano esté bien informado y logre tomar con la mejor base su decisión de voto.
