Estimado lector, el día de hoy platicaremos un poco sobre los diagnósticos equivocados que está teniendo el doctor Agustín Carstens sobre la situación de la economía mexicana, y esto, desafortunadamente, puede llevarnos a una situación complicada en el sentido de pasar otra vez por una crisis como la que no hemos tenido desde los años noventa del siglo pasado.
Agustín Carstens es un economista laureado, reconocido internacionalmente y que no ha ocultado a través del tiempo su intención de estar en el Fondo Monetario Internacional, no como un peón más, sino como el director del mismo. Sin más, estuvo esperando que el gobierno mexicano lo propusiera ahora que se reeligió Christine Lagarde como un candidato. Esto no ocurrió por varias cuestiones, pero la principal es que no estaban las condiciones dadas para que fuera una elección ni siquiera reñida por un lado, y por el otro, el gobierno del presidente Peña Nieto quería evitar un problema de a quién elegir en ese puesto. De hecho, ya fue reelecto como gobernador del Banco de México y será ya un plan transexenal, es decir, el sobrevivirá el cambio de gobierno en el 2018. Antes de ver los diagnósticos erróneos del doctor, veamos la situación económica y financiera del mundo en estos momentos.
El precio de petróleo está en niveles mínimos de muchos años, y parece que ha logrado estabilizarse un poco. Esta estabilización se debe principalmente a que, de forma atípica, el invierno sigue azotando gran parte del mundo industrializado, y esto lleva a que la demanda de petróleo y sus derivados sea más grande y que a pesar de que Arabia Saudita no haya disminuido su oferta, que es a final de cuentas lo que ha llevado el precio del petróleo a esos niveles, se pueda mantener. Pero… viene la primavera, que aún sigue siendo algo fría, pero llegará el verano. Y Arabia Saudita no dejará de producir a los niveles actuales, sino que probablemente quiera hasta aumentar la producción y llevar entonces el precio a niveles de risa. ¿Por qué quiere hacer esto Arabia Saudita? ¿Qué gana con esto? Pues terminar de acabar con la economía rusa. La injerencia de Rusia y Putin en el conflicto armado de Siria, apoyando a su presidente, contrario a los intereses de Arabia Saudita, enojó de manera importante a los árabes. En respuesta a ello, aumentaron su oferta petrolera y de gas para llevar los precios del mismo para abajo, y que entonces Rusia, Venezuela y el mismo Irán que ya puede exportar lo que quiera porque se levantó el embargo. Venezuela ya es un caos, la realidad económica los ha rebasado en todos los sentidos y la famosa “Revolución Bolivariana” es un chiste, inflación de 7200%, pobreza acrecentándose, y un gobierno que está perdiendo cada vez más empuje. Rusia está pasando también situaciones complicadas, y eso ya lo está viviendo la población. Hace unos años, Putin era amado por su pueblo, ahora la popularidad va cayendo cada vez más, los recursos se hacen más y más escasos, de hecho, la guerra en Siria para Rusia es un gasto que no puede permitirse y acaba de anunciar que probablemente dejará de participar de forma individual en ese territorio. Sus afanes expansionistas se han frenado, su injerencia en Ucrania y en otras antes repúblicas soviéticas y ahora independientes está en peligro, debido a que no tiene dinero. Arabia Saudita seguirá, por tanto, su política hasta que caiga Putin, y eso llevará el precio del petróleo en el mediano plazo a niveles todavía más bajos de los que hemos visto actualmente.
Por otro lado, tenemos que el mundo parece que va en dos sentidos totalmente opuestos. Por una parte tenemos que la unión europea, Japón y otras potencias mundiales están bajando sus tasas de interés, algunos de ellos hasta el nivel del interés negativo para obligar de alguna forma a que el dinero se transforme en inversión. Por otra parte, tenemos a Estados Unidos que está en la posición de aumentar sus tasas de interés porque su economía está creciendo, no al ritmo que deseaban, pero sigue por buen camino, y si bien es cierto no aumentarán la tasa pronto, quizá para finales de año lo hagan.
Y ¿cuál es el diagnóstico de Carstens a todo esto?
En la convención de banqueros de Acapulco, da su diagnóstico. México se ha portado muy bien, el Banco de México logró que la inflación fuera menor al 3%. Mentira, el Banco de México nada tuvo que ver en esto, la inflación baja fue importada del extranjero, ya que los commodities fueron a la baja durante todo el 2015, además de que la baja del precio del petróleo ha permitido bajar precios a nivel mundial. Los productos comestibles perecederos han tenido una inflación de entre el 15 y 25%, y ya se está reflejando en el índice inflacionario. ¿Qué dirá a esto Carstens?
Además dijo que el comportamiento errático del petróleo ya se terminó y que de aquí en adelante el precio del mismo sólo puede ir hacia arriba. Después de la explicación de la estrategia de Arabia Saudita, ¿crees que tiene razón Carstens?
En fin, ojalá abra los ojos a tiempo.
