- Este trámite tampoco es garantía de que lo prometido en campaña se materialice en el ejercicio público, advirtió el Colegio de Notarios
- Sin embargo, un candidato no podrá negar una responsabilidad plasmada en un acta notarial
Solamente entre el 30 y 40 por ciento de las personas que aspiran a un cargo de elección suscribe sus compromisos ante un notario público.
No obstante, la participación de un fedatario no garantiza que lo prometido en una campaña sean cumplido en el ejercicio de un puesto: “algunos candidatos deciden hacer una serie de promesas ante la ciudadanía y pedirle a un notario público que certifique que los compromisos quedaron asentados en un acta, que es un documento que avala lo que esa persona dijo en algún momento, porque las palabras pueden quedar en el aire pero con la firma notarial queda constancia de esto”, mencionó Luis Perales de León, presidente del Colegio de Notarios Públicos de Aguascalientes.
El cumplimiento de un determinado compromiso es responsabilidad del que lo firmó, por lo que el fedatario no tiene por qué hacer constar que los compromisos se consumaron. Pero si en un momento determinado alguien le requiere los documentos para constatar si un servidor cumplió o no con los compromisos hechos previo a las elecciones, “entonces sí tenemos la obligación de acudir, eso sí lo tenemos que hacer, los notarios vamos a donde nos llaman”.
El candidato no podrá negar una responsabilidad plasmada en un acta notarial: “si yo me comprometo ante un notario público a ejecutar determinado acto y no lo cumplo, entonces estoy faltando no sólo a mi compromiso personal, sino a la ciudadanía y los ciudadanos pueden venir a reclamarme que en tal fecha se levantó un documento ante un fedatario, queda por escrito y es algo que no se puede ocultar y eso puede fácilmente evidenciar al funcionario electo”.
Perales agregó que en 2014, con la publicación de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), se crearon nuevos entes encargados de dar fe y legalidad a asuntos exclusivamente electorales: “como un espectacular colocado de manera incorrecta, propaganda colocada en una zona prohibida o actos en tiempos prohibidos”. Esta figura, que incursionó en las elecciones del año pasado a través del Instituto Nacional Electoral (INE), funcionará en los comicios de este año desde el órgano electoral del estado.
Reconoció que estos funcionarios pudieran reducir la carga de trabajo al notariado local, sin embargo, también logrará evitar molestias por parte de los contendientes políticos que frecuentemente acusaban a gremio de no apoyarlos en los trámites de certificación, alegando incluso que los notarios podían simpatizar con partido que condiciona sus decisiones: “pero eso es falso, los notarios vamos a ir a donde nos llamen; tuvieron ese pretexto de decir no me quisieron apoyar, pero ahora no hay pretexto porque los funcionarios electorales también pueden cubrir esa función”.
Otra de las funciones de los fedatarios en temporadas electorales es la constancia de actividades irregulares o fuera del Código Estatal Electoral; sin embargo, con los cambios que se desprenden de la última reforma, los funcionarios electorales pueden hacer las veces de notarios públicos. También deben acreditar la debida instalación de casillas, la integración de sus funcionarios y en general, avalar que la jornada comicial se desarrolle acorde a las leyes electorales.
De cualquier manera, los notarios de Aguascalientes, dijo el presidente del colegio que los agrupa, se encuentran preparados para participar de manera apolítica en la votación del 5 de junio.




