Epigmenio León
En respuesta al texto que publicara el crítico literario Geney Beltrán Félix “Esto es lo que (no) hay: la literatura en el México del 2016” -en el que señala la falta de diálogo y crítica en la literatura mexicana-, el investigador y crítico literario Jorge Téllez publicó en el blog de letraslibres.com una respuesta, por demás curiosa, en la que realiza juicios a la ligera, con los que denota no sólo esa camaradería señalada por Beltrán sino también una poco o nula rigurosidad en sus lecturas.
Su texto se titula “Stendhal en el parque”, y viene a colación a propósito de dos reseñas que publicaran Christopher Domínguez Michael (Conjunto vacío de Verónica Gerber) y Geney Beltrán Félix (Profesores y Be y pies de Gabriel Wolfson). De entrada lo que pretende Téllez es, bajo un pretendido reductio ad absurdum, burlarse de la crítica literaria periodística, y descalificar así la tesis argumentativa de “Esto es lo que (no) hay: la literatura en el México del 2016”.
En “Esto es lo que (no) hay”, Geney Beltrán señala como un síntoma preocupante la falta del diálogo y la crítica literaria. Las reseñas, continúa, han cedido espacio no sólo porque se ha debilitado la práctica de este género, sino porque también se ha sucumbido ante las exigencias del mercado editorial. Las reseñas existentes son más bien halagüeñas y de formas cortesanas. La discrepancia es impensable. Y esto es notorio en el actuar político y social del país. El Estado -voluntaria o involuntariamente- fomenta una actitud acrítica y autocomplaciente entre sus creadores por medio de sus políticas de reconocimiento y mecenazgo.
A este respecto, Téllez comenta, de forma lamentable, que “los escritores no quieren escribir reseñas o ensayos críticos porque no saben cómo”. Y es que “lo que sucede es que la crítica periodística de México en 2016 es muchas veces impresionista”. Sin ir más lejos, cita entonces las reseñas Domínguez Michael y Beltrán Félix. Retoma frases, ironiza y trata de dejar en evidencia a la crítica periodística.
Esta situación, en la que se asume como crítico de los críticos, resulta un tanto triste al ser apenas una rabieta de cofradía. En la primera parte de su texto, Téllez afirma las tantas bondades del espacio universitario en cuanto “debate, crítica, polémica e ideas”. Algo que Beltrán Félix no encuentra en el medio literario. Aunque Téllez también echa en cara que la palabra “profesor” se utiliza como insulto. Y luego, arremete contra los burócratas que ponen candados -mediante definiciones por demás “idiotas”- para que los académicos no puedan participar en convocatorias dirigidas a escritores. Habla también de diversos estudios académicos que, desde luego, nadie pondría en duda. Y señala a las plausibles editoriales y autores para quienes las exigencias de las grandes empresas editoriales se encuentran al margen.
Téllez obvia las situaciones sociales y políticas -con las implicaciones que conllevan- que Beltrán Félix enumera en su artículo y sobre las que hace los siguientes cuestionamientos: un medio crítico (“es inconveniente (se piensa) desmenuzar agriamente la producción contemporánea porque eso conduce a vetos y ninguneos en las próximas convocatorias de becas”); la industria editorial “se ha convertido en una maquiladora, una oficina dedicada al entretenimiento y una caja registradora española”, pero sobre todo “¿Cómo puede la literatura discrepar con su sociedad si es enseñada a no discrepar consigo misma?”.
Para Téllez, el artículo “Esto es lo que (no) hay: la literatura en el México del 2016” resulta un mero pretexto de revanchismo. No hace una lectura detenida del documento (señala, por ejemplo, que el Instituto del Libro, que Beltrán Félix propone como impulso de la industria editorial -¿será?- es la respuesta a la ausencia de crítica) y se dedica a ensalzar a sus pares.
Innegable el actuar de la academia en la literatura mexicana. Aunque no me parece que sea la única vía para el pensamiento crítico. El texto de Téllez, por el momento resulta más que lamentable, ya que prioriza la ironía a la misma crítica. Gabriel Zaid, en su libro El secreto de la fama, señala que “el milagro creador de Sócrates, Platón y Aristóteles se hizo de otra manera: subiendo el nivel de la discusión.”
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Referencias
Geney Beltrán Félix
Esto es lo que (no) hay: la literatura en el México del 2016 / en Horizontal
http://horizontal.mx/esto-es-lo-que-no-hay-la-literatura-en-el-mexico-del-2016/
Jorge Téllez
Stendhal en el parque / en los blogs de Letras Libres
http://www.letraslibres.com/blogs/el-grafolego/stendhal-en-el-parque




