“Si usted piensa que la oratoria es gesticulación y manoteo, está usted equivocado(a). Tampoco es altisonancia, ni sonsonete. No requiere frases chispeantes o rimas motivadoras. La oratoria no pretende que alguien quede bien con el público, ni busca agradar por necesidad a los oyentes: para eso sobran los bobalicones de la tribuna, que siempre consiguen algún auditorio de lento reflejo. La oratoria es una expresión del temperamento, una forma del arte a medio camino entre la cultura y la política. Como toda expresión artística posee una musa; pero su musa es ruda y vociferante, ama hablar en la calle y exige palabras directas. Es una musa inteligente que exige el debate, la reflexión y la lectura ¡Nada más patético que un ignorante queriendo decir algo! Nada mejor que convencer o llevar a la acción con la palabra bien dicha. Esta musa no exige cualidades físicas o talentos especiales; habrá quien los tenga y es estupendo, pero si alguien no los tiene podrá ser orador con la disposición a pagar el precio: muchas ¡pero muchas! horas de estudio y otras tantas de práctica, pues un buen orador -sí, lo dijo el maestro José Muñoz Cota-, no lee libros sino bibliotecas. Así que la oratoria es para todos, pero no cualquiera es orador (…)”. Esto lo escribió el colimense, campeón nacional de oratoria Rubén Pérez Anguiano, el pasado Día Nacional de la Oratoria (primer viernes de cada marzo).
Oradores y políticos. Según Rubén Pérez Anguiano, la oratoria es “una expresión del temperamento” y “nada más patético que un(a) ignorante queriendo decir algo”. Así que, querido lector, apreciable lectora, si lo aplicamos al día a día de nuestros políticos aquicalidenses ¿Qué obtenemos? Vamos a ver.
Por el lado de la expresión del temperamento. ¿Qué refleja la oratoria de la polémica y agresiva Sylvia Garfias cuando aborda la tribuna del Congreso del Estado? O bien, las buenas maneras y los conceptos precisos de Ulises Ruiz en la misma tribuna. O la contundencia y la claridad de Ángeles La China Aguilera en sus intervenciones públicas. O la repetida autorreferencia de Angélica de la Peña, cuyas frases favoritas inician con el pronombre personal “yo”. O el fundamento legal, como sostén de las afirmaciones de Leonardo Montañez y su correcto uso del lenguaje. ¡En fin! Caras vemos, oratoria no sabemos, pero una vez que los escuchamos: de inmediato los conocemos. Y de la ignorancia queriendo decir algo, mejor ni hablamos. ¡Heeeey! Diríamos los hidrocálidos.
Nuevos temperamentos. Los jóvenes se imponen e implementan nuevos estilos a la hora de hablar y actuar. Ahí tiene usted que en el Aula Isóptica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, me ofrecieron, además de un cafecito, jugo de durazno y ricas galletitas; la oportunidad de charlar con Iris Cardona, Ilse Santoyo, Gabriela Romo, Ricardo Herrera y José Luis Álvarez, todos ellos jóvenes competidores en los certámenes de oratoria estatales, e inclusive nacionales. De hecho Iris Cardona es la única ganadora, nacida en Aguascalientes, del prestigioso certamen anual organizado por el decano diario El Universal.
Se reunieron los jóvenes oradores para celebrar el Día Nacional de la Oratoria y para diseñar estrategias que hagan del arte de la palabra, una actividad atractiva para los más jóvenes que ellos. Se llegó a varias conclusiones en ese conversatorio, quizá la más importante es la creación de una tertulia juvenil, que fomenta el gusto por la expresión oral y la autoenseñanza en la literatura y la cultura general. ¡Bien por los jóvenes oradores!
Los siringosifos. En los ochenta, se creó un grupo de oradores llamados “Siringosifos de Aguascalientes”. ¿Qué significa siringosifos? ¡No tengo ni la menor idea! Lo único que puedo decirle es que el grupo giraba en torno a la emblemática figura del periodista José Muñoz Cota que encabezaba la corriente dominante en el ámbito de la oratoria nacional. Y que el grupo tenía entre los miembros que recuerdo al abogado Jesús Aguilar Sánchez que, radicado en Agüitas, también ganó varias décadas atrás el difícil certamen El Universal; a los profesores López-Velarde padre e hijo, Francisco El Mexicano y Ramón respectivamente; al profesor Yuri Antonio Trinidad que años más tarde se convertiría en dirigente estatal de la Sección 1 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con sede en Aguascalientes y algunos otros. No recuerdo mujeres en el grupo “siringosifo” y desconozco el motivo de su desintegración, pero puedo informarle que a la fecha, el abogado Aguilar Sánchez, continúa formando los nuevos valores tales como Iris Cardona, Karen Paloma Pedroza y Emmanuel Esparza.
Sobreviviente. Le invito, apreciable lector, estimada lectora, a presenciar el único certamen estatal de oratoria, que sobrevive a la era de las expresiones limitadas: el certamen estatal Lic. Benito Juárez García, organizado desde hace décadas por la Escuela Preparatoria José Ma. Morelos y Pavón, en su origen por el entrañable maestro J. Refugio Miranda Aguayo y hoy por su hija Lety Miranda Fuentes y el excampeón de oratoria Lorenzo Rodríguez Gallardo.
¡Ah! Ahora lo recuerdo: el maestro Cuco Miranda también era siringosifo. Lo que sea que eso signifique.
¡Nos vemos en el certamen! Lunes 21 de marzo de 2016. 10:00 horas, palacio de Gobierno del Estado.
Ciertamente querida amiga, caras vemos y oratoria no sabemos, desgraciadamente hay presumibles políticos que la mayoría de las ocasiones no saben como les cayó la representación popular y por tal razón no tienen ni idea de la correcta expresión oral, obedecen finalmente a intereses puramente personales y de partido, contribuyendo a desgastar aún más la imagen que de los políticos tiene la ciudadanía. A veces ni con capacitación, en fin dios nos guarde de los agresivos y los tontos con iniciativa y poder.
Saludos
Coincido, amigo Leo. La falta de buenos tribunos, contribuye a la desgastada imagen de las y los políticos. Salu2 Leo!