Desde temprano mes, antes de iniciar las campañas de candidatas y candidatos a gobernador, apareció en el firmamento electoral la galaxia demoscópica Aguascalientes 2015-2016.
Del martes 4 de febrero al jueves 5 de mayo, se han difundido diez encuestas. Seis señalan triunfadores. Cuatro marcan “empate técnico”, esto porque la diferencia entre el primero y segundo lugar se ubica en margen de error estadístico. Todas coinciden que el resto de los participantes obtendrán rebanaditas de voto ciudadano.
Revisemos, omitiendo fichas metodológicas, al fin, dicen los sabiondos, este tipo de trabajos son “fotografías instantáneas”, porque pierden su valor a los pocos días de tomadas; no tienen la vigencia de la gráfica captada, por ejemplo, en la boda de mis padres, el 5 de agosto de 1944 a las 8 horas en la Santa Iglesia Catedral:
El Universal, martes 4 de febrero. “Acción Nacional le ganaría al PRI por casi cinco puntos (4.7%), al obtener 22.8% en la intención del voto en contra de 18.1% del tricolor”.
En la segunda, del lunes 2 de mayo, el diario señala que Lorena Martínez aventaja a su más cercano contendiente, Martín Orozco Sandoval, con 4.7 puntos de diferencia en las preferencias electorales.
Excélsior, sábado 9 de abril, columnista Francisco Garfias refiere una encuesta “que ayer sacó la empresa Merkaimagen, que le da más de cinco puntos de ventaja al panista. Lo ubica con el 34.5% de las preferencias electorales, contra 29.7% de la priista”.
Gabinete de Comunicación Estratégica, miércoles 13 abril. LM (33.5%) aventaja con dos por ciento a MOS (33.5%). Declara “empate técnico”.
24 Horas, jueves 14 de abril. El levantamiento estuvo a cargo de la encuestadora Américas México. Las preferencias estarían encabezadas por LM con 39% de la intención del voto; seguida por MOS, con 33% de las mismas.
RadioGrupo y Casa Acenta Mercadotecnia, lunes 18 de abril. MOS se lleva las intenciones del 25 por ciento y LM le sigue con 20 puntos.
El jueves 5 de mayo se difunde el resultado del segundo trabajo demoscópico de estas dos empresas: “Si bien, ambos aspirantes presentaron un crecimiento en su intención de voto, la que generó el mayor incremento en las simpatías fue la priista Lorena Martínez, quien pasó de una intención del 20 al 25 por ciento, es decir, un crecimiento de 5 puntos.
“En contraparte, el panista Orozco Sandoval también registró un crecimiento, pues pasó del 25 al 27 por ciento, un crecimiento de dos puntos porcentuales, lo que le permite mantenerse por encima de la aspirante tricolor con 2 puntos. Esto prácticamente se puede considerar un empate técnico”.
El Financiero, martes 19 abril: “En suspenso: los dos principales candidatos a la gubernatura de Aguascalientes van empatados en las preferencias del electorado”. MOS cuenta con el 45% de intención de voto, mientras que LM cuenta con 43%.
Organización Editorial Mexicana y De las Heras Demotecnia, jueves 21 abril. LM “obtendría el triunfo con 48% de la votación”, mientras MOS “ocuparía el segundo lugar con el 44% de intención de voto”.
Empresa Espacio Muestral, miércoles 27 abril, dada a conocer por el PRI Aguascalientes: El escenario arroja una intención del voto para coalición Aguascalientes grande y para todos de 45%, contra 39.5 del PAN. Es decir, la diferencia es de 5.5% a favor del colectivo.
De las diez encuestas, tres le dan la ventaja a LM, tres a MOS y cuatro declaran “empate técnico”. Bien puede concluirse, a la luz de la equitativa distribución de los resultados, que la elección para gobernador estará muy cerrada. Nada está definido. Se alzará con el triunfo la coalición o el partido que logre operar eficazmente la movilización a las urnas de los militantes, simpatizantes e integrantes del Sindicato Único de Acarreados y Similares.
Como las encuestas no son dogma de fe, cada lector tendrá su opinión de estos ejercicios, pero por lo pronto, cito el texto Si nuestros encuestadores fueran pilotos, estaríamos muertos, de Ciro Gómez Leyva, para exhibir el alto grado de desconfianza hacia el trabajo de la mayoría de las casas encuestadoras, a partir de sus graves errores en las elecciones de 2012, 2015 y la reciente del gobernador en Nuevo León:
Días después de las elecciones de julio de 2012, María de las Heras concedió su última entrevista. Moriría en agosto. Cuestionó duramente a los encuestadores que le asignaron a Enrique Peña Nieto una ventaja de entre 14 y 18 puntos sobre el segundo lugar. “Ahora sí, su show valió gorro”, dijo tras acertar en aquellos comicios. “Volvieron a utilizar el sistema que ya les había fallado, ¡por qué no cambiaron, eso no se vale!”…
Las encuestas electorales mexicanas de la segunda década del siglo XXI son demasiado erráticas, malas, no saben medir al votante. Son como esos futbolistas a que se refería el escritor David Toscana: lo normal en ellos es la mala puntería y mesarse los cabellos. Un pianista que cometiera tantos errores sería abucheado. Un médico perdería la licencia. Un piloto estaría muerto.
Desde años vengo preguntado y afirmando al mismo tiempo: ¿Usted le cree a las encuestas? Yo tampoco.
Porque alguien debe de escribirlo: Misoginia y androfobia ensucian el proceso. Hombre y mujeres se regodean con su incubación. No distinguen color partidista. Es el poder y su descarnada lucha. La escoria de la sociedad se esconde en las inmundas cañerías políticas. Desde el repudiado anonimato -donde ocultan la cara pero dejan sus huellas dactilares- los pepenadores de la basura electoral capitalizan errores. Inventan historias. Magnifican tropiezos. Construyen falsedades. Salpican los orines de la infamia. Esparcen el excremento de la calumnia. Vomitan en la letrina de la bajeza. Sentencian descalificaciones desde el biombo de la ruindad.
Para eso sirven políticas, políticos y las redes sociales. Qué asco.
Coda: Hoy se ven las caras dos candidatas y cuatro candidatos a gobernador en el primer debate. El acartonado formato, la numerosa inscripción y el limitado tiempo de exposición hacen poco atractivo el ejercicio; la jauría, por su parte, quiere sangre, la que beberá en las redes sociales terminado el embate.
Bonita forma de perder el tiempo y los recursos públicos.
