- En un juicio oral, la generación de falsas memorias influiría en el veredicto y la sentencia
- Los niños son menos susceptibles que los adultos a las falsas memorias
Ambrocio Mojardín Heráldez ha investigado desde 1999 la generación de falsas memorias, fenómeno que se presenta cuando una persona “recuerda” algo que nunca sucedió con la misma nitidez, claridad y detalle de cualquier evento o experiencia que sí ocurrió.
El tema adquiere especial relevancia, advierte el doctor en sicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), por las características del nuevo sistema de justicia penal acusatorio, donde el estrés al que serían sometidos la víctima, el agresor y testigos durante un juicio oral, contribuiría a la generación de falsas memorias que influirían en el veredicto y la sentencia.
“Se han encontrado diferentes y sólidas evidencias en relación con cómo las personas nos influenciamos las unas a las otras, y cómo la cultura nos provee de habilidades y criterios para interactuar con los otros con capacidad para reafirmar una información cierta o construir una información falsa”, señaló el especialista.
Entre los mecanismos de dicho sistema, explicó el investigador, se tiene la posibilidad de que el testigo, la víctima y el fiscal, o la persona que represente a la autoridad, puedan tener interlocución para acuerdos o aclarar las cosas. Es justo en ese escenario, dijo, cuando se necesita mucho más la participación de sicólogos.
¿Recuerdos implantados?
En 2013 Mojardín Heráldez recibió el Premio Científicos Mexicanos de Impacto Mundial, por su publicaciónb Recollection rejection: false memory editing in children and adults, en la revista científica internacional Psychological Review. El artículo fue publicado en 2003, a partir de la investigación que comenzó en 1999. A la fecha, ha sido citado por al menos 800 revistas científicas que han generado opiniones y nuevos conocimientos del área de la memoria.
El investigador dijo que el artículo ofrece a la comunidad científica una interpretación del fenómeno, recuperando teorías previas, dando explicación más científica de los mecanismos detrás de un recuerdo que no corresponde con la realidad.
Recordó que fue a principio de esa década cuando se generó un debate sobre el tema en Estados Unidos, luego de una serie de abusos sexuales en una guardería. El seguimiento del caso, señaló el experto, llevó a que la sicología reconsiderara el ambiente legal en la búsqueda de la justicia, uno de ellos es cómo entrevistar a un niño de edad de guardería para que se tenga certidumbre, primero, de que se tendrá el mejor testimonio, y que no se alterara su memoria y aparato cognitivo con información que involuntariamente se esté proveyendo.
Hay desventajas de la memoria que tienen que ser consideradas: el tiempo, lugar y condiciones emocionales del evento, las implicaciones emocionales de este, con la víctima o el testigo. Otras más, con las autoridades, la personalidad del fiscal, el estilo y método de los interrogatorios, así como el espacio en que se hace el evento.
“Por esas razones el nuevo sistema penal requiere la participación de la sicología, pues en el sistema anterior lo más importante eran las pruebas, ahora éstas incluyen el propio debate, que tiene un peso distinto al sistema anterior. Se necesita un equipo multidisciplinario de sociólogos, criminólogos y sicólogos expertos en el comportamiento humano”, advirtió el especialista.
Memoria infantil
Mojardín Heráldez dijo que en el país se han presentado casos de niños o jóvenes víctimas de delitos, cuyos testimonios son descalificados durante el proceso legal debido a la edad, por el tiempo transcurrido, entre otros criterios que obedecen sólo a prejuicios o valoraciones empíricas de quienes toman las decisiones: “Nuestros estudios indican que los niños son menos susceptibles que los adultos a las falsas memorias. Para los niños recordar el pasado es reseñar los hechos y las cosas, mientras que para los adultos reseñar no sólo es identificar y narrar sino interpretar; se trata de la tendencia natural del desarrollo de la memoria. Es falsa la idea de que los niños, por su imaginación, tiendan a crear más falsas memorias, hemos encontrado mayor tendencia en los adultos en los trabajos de laboratorio”.
Son varias las condiciones para que una memoria se implante: que el tiempo pase, que incrementen las posibilidades de interpretación de un fenómeno y las características personales del individuo a la influencia de otros. Durante los juicios orales, el estrés al que son sometidas las personas en los interrogatorios jugaría otro papel determinante en la implantación de una memoria falsa.
“El estrés lo ocasiona la circunstancia. Si estoy en un lugar donde mentir cuesta, quizá tanto como decir la verdad, ya es un factor; más la propia presión de ser preciso en las respuestas. El juramento al que será sometido para comprometerse a decir la verdad termina siendo una amenaza para algunos, no para todos, depende de la persona y de sus antecedentes culturales y rasgos de personalidad”.
Pese a la importancia de que expertos en comportamiento humano participen en la implementación del nuevo sistema de justicia penal, no ha existido aún el acercamiento entre autoridades e investigadores. “El cambio formal en el sistema tardará tiempo en que sea una realidad, además, la responsabilidad es nuestra: de los académicos, especialistas en el área que no hemos logrado despertar el interés y ganarnos el lugar”, finalizó.
Janneth Aldecoa/Agencia Informativa Conacyt




