Son cerca de las 11 de la noche cuando veo la noticia de Britain Votes to Leave the European Union publicada en el New York Times, y tal como lo comento en el muro de quien comparte esta nota en Facebook, no tengo palabras. Enseguida empiezo a ver las notificaciones de amigos que comparten la noticia. No está de más, Reino Unido tiene una gran importancia en la economía y en la cultural global que este referéndum tiene un impacto en todo el mundo, tan es así, que este viernes por primera vez desde 1985 la libra esterlina sufrió su más fuerte devaluación, y los mercados mundiales han sufrido pérdidas ante la incertidumbre que la salida del Reino Unido representa. Replicar las notas internacionales o de las agencias nacionales sería caer en este, a veces infinito círculo de la información en donde en los ánimos de “yo sé qué es lo que está pasado” y “yo también quiero opinar al respecto” como amplios conocedores en nuestros muros sociales, sin duda nos parecerá estar In; así que omití leer los comentarios, y en su lugar leer las notas y para luego saber las opiniones directas de los británicos y no británicos en el Reino Unido.
No es fácil entender la decisión de los ingleses, sin embargo escuchar sus opiniones es abrir una puerta al entendimiento y a la empatía. Sin duda es más fácil simpatizar con aquellos que votaron por Remain en la Unión Europea (UE); su oposición a un pensamiento xenofóbico es indiscutible y concordante con mi propia ideología. Ahora para ellos las implicaciones económicas son abrumadoras y los cambios en el estilo de vida se sentirán paulatinamente y habrán de enfrentarlos poco a poco a su nueva condición de país “independiente”. Será hasta cerca de dos años cuando directamente se empiecen a sentir las modificaciones, incluyendo los precios de los alimentos, transacciones bancarias y desde luego la pérdida de empleos como ya se anticipa.
Pero ha sido la otra mitad inglesa quienes han sido mayoría, el 52% de los ingleses ha decidido construir un muro, etéreo e intangible, pero más riesgoso que aquel hecho de concreto. Y es que ese muro no es sólo hacia el resto de Europa, sino entre los mismos ingleses como dice Shaima Jaichad, ciudadana inglesa, hija de padres de la India pero con más de 30 años viviendo en Londres “If the people voted because of the immigration issue, I’m wondering what they’re thinking when they look at my brown skin”.
Londres es una ciudad multicultural, en donde caminar por sus calles es sentirse “ciudadano del mundo”, y donde los ciudadanos del país se confunden en el metro con los millones de turistas que visitan esta ciudad al año. Es una ciudad acostumbrada a la convivencia multicultural pero también dividida, donde la interculturalidad se realiza dentro de los ambientes laborales bajo ciertas normas, pero que la misma demografía de la ciudad muestra sus divisiones; vivir en el este, el oeste, norte y sur nunca es lo mismo. Y esta separación en Reino Unido no es una excepción. Como lo expresa en su nota The Guardian, “UK votes to leave EU after dramatic night divides nation” en “Reino Unido, en cada región fuera de Londres votó salir. El más alto voto para salir fue en la región de Midlands Occidentales con 59.11% optando por Brexit. En Londres 59.94% votó por quedarse”. Pero esta cifras no tendrían sentido si no supiéramos que la región Midlands es conformada por ciudades con una gran herencia industrial pero que actualmente se encuentran depravadas social y económicamente con una población mayoritariamente blanca (80%), y que de acuerdo a cifras del 2011 tenía el segundo más alto índice de desempleo. A ellos, la economía que mueve la globalización no les ha beneficiado, y con su alza tasa de desempleo no es de extrañar que “recuperar” sus fuentes de trabajo ante la competencia que enfrentan con los trabajadores de la Unión Europea se haya manifestado en este referéndum.
Si bien la campaña Brexit (acrónimo de los vocablos en inglés de Britain y Exit) emprendida por Nigel Farage ha herido sensiblemente a los multiculturales londinenses, y como lo expresa Tanya Bonaparte en su perfil social: “Absolutely devastated to what I woke up to today. Never knew this country could be so xenophobic. Disgusting. This is a very sad day for Britain”, no podemos omitir las circunstancia bajo las cuales vive el resto de Reino Unido: sin beneficios de las decisiones políticas y económicas que se toman desde la gran capital. No podríamos negar la afinidad ideológica ante cualquier manifestación antixenofobía, pero tampoco vale lanzar un linchamiento absoluto a quienes con todo derecho expresaron su sentir.
Pero a favor de Leave no sólo votaron las regiones de Reino Unido, también el 40.06 por ciento de Londres lo hizo. Para este grupo, particularmente asociado con Boris Johnson la bandera de la democracia fue su motivación. “Democracy is the most important thing”, Bona Lott lo expresa, “UK raised voice 70 times to reform the EU but rejected 70 times. It’s the structure built by bureaucracy…Britain outside we can engage with the rest of the world. Within the EU we are very restricted. EU is in a way very white dominated society and restricted”.
Este último argumento me hace sentir una ráfaga de recuerdos: trabajar en Reino Unido como emigrante no europeo era muchas veces de gran frustración. En la competencia por un trabajo, aún con una visa laboral gracias a las reformas impulsadas por el gobierno laborista de Gordon Brown, la prioridad siempre era un ciudadano británico, enseguida un europeo, y después del resto del mundo. Con la llegada de David Cameron las cosas fueron aún más complicadas, pues las visas laborales para no europeos fueron restringidas, se requería que la empresa empleadora previamente estuviera de dada de alto en un padrón especial, e incluso el esquema para graduados internacionales del que fui beneficiada desapareció.
Los problemas de Europa y del mundo son cada vez más complejos. El temor de los ingleses ante los conflictos migratorios actuales que enfrenta la UE fue también una razón de su salida “A lot of refugees from all over the world crossing European boarders is a huge challenge”, expresa María desde Italia, quien refiere que Reino Unido sale justo cuando más deben permanecer unidos.
Pero la división no es sólo dentro de los estados nación que conforman la Unión Europea, para Shaima Jaichand, la rebelión de Reino Unido hacia la Unión Europea definitivamente creará una división pero “At the end of the day, we are a democracy and it was a democratic process. Unfortunately, the campaigns lacked credibility or integrity”. Su comentario me remite a las notas que circulan en los medios afirmando que al final del Brexit los residentes del Reino Unido han querido saber qué es en realidad la Unión Europea. Para Héctor Salas, residente español en Londres fue una señal de que al parecer la gente no sabía lo que era la UE “la impresión principal que tengo es que mucha mayoría de gente de Reino Unido al parecer no sabían lo que era la UE tal cual vemos en las noticias de los reportes de Google, que justo después de cerrar las urnas mucha gente de Reino Unido buscó a través del buscador qué era UE y en qué afecta la salida. Cuando leí eso me eche las manos a la cabeza, ahora pienso que mucha gente no sabía lo que era y que quizá hay mucha gente analfabeta”.
La decisión fue expresada por los ciudadanos en el referéndum, pero los cifras ponen en evidencia las aristas de un mundo cada vez más complejo, y por qué no decirlo, cada más más opuesto y radical. Hoy Reino Unido es una nación dividida. Pero también lo es México y Aguascalientes, y en todos los casos busco siempre alejarme de cualquier postura radical. Quizá por ello me abstengo del feminismo, aunque comparto algunas de sus causas. Nada es más intolerante que la falta de respeto al pensamiento del otro, aun cuando no estemos de acuerdo, el problema es que en la postura radical se perjudique y perdamos el sentido de la otredad.
Hoy escucho a quienes se manifiestan en contra, y quienes menos esperaba estuvieran a favor me mostraron que todos tienen derecho a expresar su opinión. Hoy me quedo en la promesa de que con, y a pesar del resultado, este referéndum se nos ha dado una lección:
“Today, we voted for democracy. Today we said we would not be talked down to anymore. Today we said we refused to be cut off from the rest of the world. Today we said ‘no more’ to a discriminatory, racist immigration system that condemns non-Europeans. Today we took back control and voted for the future. Well done to everyone, whichever way you voted. Come with us, we have a new, better nation to build and we will all be part of it”, Oliver Lewis.