- Investigadores de la UAA, Conagua e Inifap desarrollan escenario en prospectiva a más de 25 años para Aguascalientes ante cambio climático
- Podría aumentar la temperatura hasta en 1.5 grados para el año 2028 y se perdería entre 10 y 100 milímetros de precipitación pluvial para el año 2025
Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), desarrollaron un escenario en prospectiva sobre cambio climático en Aguascalientes en caso de seguir con el ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, en el cual se advierte la probabilidad de un aumento de más de medio grado de temperatura para el año 2035 y la posible pérdida de entre diez y hasta 100 milímetros de precipitación pluvial para el año 2025.
Elsa Marcela Ramírez López, catedrática e investigadora del departamento de Ingeniería Bioquímica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, comentó que en el estudio se identificó que en el estado se podría incrementar la temperatura de entre 0.5 a 0.8 y hasta de 1 a 1.5 grados para el año 2028, por lo que para el año 2035 se estima un aumento de 0.6 grados, al considerar la zona norte más arbolada de la entidad, como Calvillo; por lo que es necesario implementar medidas de control para emisiones de gases de efecto invernadero pues, aunque el cambio climático es normal, las actividades humanas lo han acelerado.
La especialista apuntó que este incremento podría afectar a la agricultura, pues algunas plagas se controlan por efectos de temperatura, además de que se reduciría la disponibilidad del recurso hídrico y mencionó que Aguascalientes se encuentra en una zona semiárida por lo que la captación anual de lluvia, en promedio, no pasa de 500 a 550 milímetros, pero de acuerdo al escenario A2, se contemplaría además una pérdida de 10, 50 y hasta 100 milímetros; un panorama que debe ser motivo de atención para la zona metropolitana del estado que concentra a más del 80% de la población y una importante participación industrial; además de los municipios de El Llano y Asientos; aunque también se está a la expectativa de fenómenos atípicos, pues durante el 2015 se presenció una amplia humedad.
Debido a esto, indicó que se reduciría la captación de agua, que afectaría a las zonas de recarga que ya se abaten, como algunas en el municipio de Cosío, la Sierra Fría y por la zona de La Pona en Aguascalientes, pues varias se han cubierto con concreto.
A causa de este daño antropogénico, la investigadora de la UAA manifestó que se ha tenido que sacar agua a mayor profundidad, a más de 300 o 400 metros, lo cual implica la obtención de agua fósil con metaloides que pueden afectar a la salud, aunque las autoridades gubernamentales han hecho esfuerzos para adquirir líquido con una calidad recomendable y sin toxicidad.
Subrayó que es necesaria la participación de la industria para buscar alternativas de biorremediación y reducir la emisión de gases de efecto invernadero, así como una intervención por parte de la población para realizar prácticas ecológicas que abonen a mitigar los daños al medioambiente, por ejemplo la verificación constante de los vehículos particulares.
Este escenario A2 en prospectiva a más de 25 años se desarrolló en función de condiciones meteorológicas, estudios de clima y gases de efecto invernadero, al considerar una economía ascendente y una falta de equilibrio entre el uso de combustibles fósiles y biocombustibles.
Con información de la UAA
