La historia del teatro universitario en Aguascalientes data de la década de los ochenta cuando la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) contempló entre sus actividades artísticas, impartir algún taller de teatro que fuera extracurricular para sus alumnos. A mí me tocó participar en uno de ellos a inicios de los 90, el director era el maestro Jesús Velasco (hoy director del grupo la Columna de Aguascalientes) y fue una grata experiencia asistir a clases todos los sábados por la mañana, en donde se encuentra actualmente el Museo de la Muerte, para aprender técnicas de actuación. En esa época me di a la tarea de entrevistar al maestro y esto fue lo que me comentó:
“En la prepa Petróleos empezamos a dar las clases de teatro con unos 90 alumnos para cubrir créditos, y hubo la posibilidad que estuviéramos en la UAA porque los muchachos universitarios no podían desplazarse a ese plantel. Se montaron varias obras y participamos en algunos concursos de teatro, uno de ellos fue el Festiteatro que se hacía en el Teatro del Seguro Social, en ese entonces estaba Silvia Martínez, Daniel Moro y Pepe Domínguez quienes se encargaron de esos festivales.
La universidad también tuvo presentaciones en el Auditorio Pedro de Alba y se montaron entre cuatro y cinco obras, entre estas Arlequín Servidor de dos Patrones, El velorio de los mangos, La frontera, y La casa de Bernarda Alba. Tiempo después, surgió un proyecto donde el teatro tuvo un impulso importante entre el gremio estudiantil, y a iniciativa del Dr. Alfonso Pérez Romo se creó Farándula Universitaria, cuyo objetivo inicial fue programar obras de teatro del siglo de Oro Español y entremeses, a la usanza del Cervantino. Al estar yo ocupado con clases en la Normal del Estado, le pasé el grupo a Octavio Monroy para que siguiera ahí, y el encargado de la promoción y difusión era el maestro Jorge García Navarro”.
En ese tiempo la opinión del maestro Velasco sobre el teatro universitario era: “Yo considero que el teatro universitario le falta representatividad a nivel nacional (…), no se tiene un grupo que compita con los demás grupos universitarios, o sea, un grupo de calidad”.
Es así como surgió una nueva faceta del teatro universitario con el maestro Octavio Monroy, licenciado en Literatura y Teatro en la UNAM, quien creó el grupo UAATretos en los noventa:
“Empecé a apoyar al maestro Velasco en las clases de Expresión Corporal cuando estaba el montaje de Bernarda Alba. Por cuestiones de trabajo del maestro me cedió el grupo y trabajé con ellos aproximadamente un año y medio, fueron 21 alumnos de varias carreras e incluso algunos egresados. Decidí no montar solo obras clásicas sino también contemporáneas y muchas han salido de temas que los alumnos quieren expresar. Las materias que impartía en ese taller eran maquillaje, educación de la voz, pantomima y expresión corporal. Hay mucho terreno fértil en los universitarios, mucha curiosidad. Tuvimos contactos fuera de la universidad, en festivales culturales, en el programa Alas y Raíces a los Niños, etcétera”.
El proceso para profesionalizar este tipo de teatro en Aguascalientes fue dándose poco a poco, y sin duda un factor importante fue la carrera de Técnico en Actuación que se impartía, ya desde finales de los noventa, en el Centro Cultural Los Arquitos, y eso contribuyó a que las generaciones que salían demandaran más preparación y un título universitario que los avalara.
Fue entonces que iniciaron a principios del siglo XXI tres carreras dedicadas al teatro, la primera, la licenciatura en Artes Escénicas y Audiovisuales de la Universidad La Concordia. El enfoque académico se dirigía a la formación en teatro cine, fotografía y producción de vídeo. Un grupo que sonó fuerte en esta universidad fue Retazos, dirigido por David Nava, el cual se fundó en 2004 con el objetivo de ofrecer al alumnado en general, un espacio para desarrollar su talento artístico:
“Nos sentimos muy orgullosos, ya que fue uno de los grupos universitarios de teatro más sólidos y que año tras año presentó trabajos reconocidos en el estado y en festivales universitarios”, comenta David Nava. Es importante comentar que actualmente el grupo Retazos ya trabaja de manera independiente.
En este devenir por la formación de las artes, como el Instituto Cultural de Aguascalientes ya contaba con una carrera técnica en teatro, la de los Arquitos, se decidió dar el paso hacia la profesionalización de esos alumnos a través de la Licenciatura en Teatro, de la Universidad de las Artes, que hoy cuenta ya con cinco generaciones en su historial. La maestra Guadalupe Zaragoza, coordinadora de la carrera hace mención a la función del teatro universitario:
“Tiene su importancia en poder relacionar la actividad profesional del actor o creador con su sociedad. Se contempla que los alumnos puedan realizar propuestas con base en el conocimiento de su medio social para poder influir en este desde el terreno artístico y hacer frente a las problemáticas, tradiciones y características sociales de su medio.
Los estudiantes han tenido varias experiencias no solo en la ciudad sino en todo el estado, como fue el caso de “La danza de los apuros”, ya que se pudo conformar una propuesta teatral con la Compañía Teatro Estudio 09/12, con un reparto de estudiantes, egresados y maestros, buscando llevar el teatro a distintos medios sociales y no que el público fuera a la sala teatral, se trabajó por varios municipios.
Hemos observado en los exámenes de fin de semestre o generación, un trabajo pedagógico con historias cercanas a la problemática social, se utilizan en el lenguaje escénico el manejo corporal y elementos escenográficos atractivos y vanguardistas”.
Por otra parte, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, ya con una larga tradición en teatro, creó también la Licenciatura en Artes Escénicas, Actuación, con la que los egresados no solo pueden desempeñarse como actores en teatro sino también en cine. La maestra María Marcucci, quien fue la iniciadora de esta carrera comenta:
“Para mí el teatro universitario es libertad, autonomía, denuncia, conciencia, belleza en su estética y sublime en su actuación. Pocos jóvenes se atreven a ser artistas en nuestro país tan lastimado y desquebrajado, y si a eso sumamos que sigue imperando la idea de los padres sobre ¿De qué vas a vivir? ¡Te vas a morir de hambre! Lo importante entonces del teatro universitario es que se están formando futuros actores que deben éticamente dedicarse a su deber, ver a quién y para qué va dirigido, (…) tienen herramientas que muchos actores empíricos se tardan años en descubrir, manejan técnicas para conocer, conservar y controlar su cuerpo, sus emociones, su psique y su espíritu.
Para ellos trabajé con todo el amor y pasión, sé que transformarán, junto a sus colegas de otras disciplinas artísticas de todas las universidades a Aguascalientes, a México y al mundo (…) su semilla pondrán. Retomando al maestro Rodolfo Usigli, yo humildemente diría que un pueblo sin teatro “universitario” tardará mucho en despertar, exigir sus derechos y ver las múltiples posibilidades que tiene en su existencia para vivir como desea y merece”.
Ya son varias las generaciones de actores y actrices que han surgido en estas tres universidades y se ha notado el cambio social, en el que los artistas se hacen presentes en espacios institucionales, alternativos, incluso en las calles, otros más han emigrado hacia otros destinos, dentro o fuera del país, otros ya son docentes y algunos más, como en otras profesiones, deciden que no es su camino y se dedican a otra actividad convirtiéndose en público asiduo al teatro. Hay todavía un camino largo por recorrer para que se reconozca el trabajo universitario local y sea difundido en todo el país, este es solo el principio. La pregunta es la de siempre: ¿se puede vivir del teatro? Eso lo decide el artista, el campo es fértil y hay que ararlo. Aprovecho en felicitar a todos los egresados de las carreras del teatro universitario. ¡Enhorabuena!