Después de haber librado (como siempre) la Romería, tradicional festejo en Aguascalientes que año con año es exactamente igual sin intenciones de evolucionar la manera de agradecer a la Virgen de la Asunción por sus cuidados paliativos para con los habitantes de la tierra de la gente buena… Este evento generó buenas noticias, eso quiere decir que estamos en sintonía con lo que solicita el líder supremo de esta nación, supremo no sinónimo de carismático aclaro de una vez. El esposo de la actriz que vive en Los Pinos, militante del Partido Revolucionario Institucional hace unos días pedía a gritos que todos nosotros, sus gobernados, dejáramos de ver el vaso medio vacío, porque en realidad está medio lleno, cuestión de enfoques, como aquel comercial de antaño de un diario de circulación nacional.
“Hay que rescatarlas, porque son buenas noticias”, dijo Enrique Peña en el marco de un evento donde destacó los beneficios de la Red de Abasto y Apoyo Alimenticios, las tiendas Liconsa y Diconsa como programas de ayuda social que funcionan de maravilla.
“Son buenas cifras, son buenas noticias. A veces nos quedamos muy marcados con las malas noticias, que pareciera fueran comunes o fueran las que a veces más se destacaran. Y se olvidan y dejan de lado las buenas noticias que mucho cuentan, que impactan positivamente en la vida, y en la vida cotidiana de las familias mexicanas”.
Y después de estas palabras los aplausos obligados, las cabezas de los presentes afirmado, como dando la razón ya sabe, las cámaras de video, televisión y foto apuntando hacia ahí, para dejar claro que el pueblo está de acuerdo, entiende y valora los esfuerzos que con tanto sacrificio hace el Gobierno Federal para alimentarnos como dios manda.
Le digo que mejor nuestro querido líder hubiera venido a la Romería, se imagina, buenas noticias con relación al abasto de alimentos y buenas noticias relacionadas con la fe, ahí tiene, pan y circo como lo marcan los cánones.
Pero todos en este mundo merecemos el derecho de réplica, o dicho de otra manera podemos argumentar para defender nuestra postura, que en este caso está difícil sostener, después de cuatro años la nación tiene más baches que las calles de Aguascalientes.
Por lo que entiendo, la postura del señor presidente es como la de todos nosotros cuando nos vemos señalados por un sector de nuestro entorno social, me explico, cuántas veces ha dicho usted siempre ven lo malo de las cosas, nunca las cosas que se hacen bien, su jefe por ejemplo (a reserva que tenga uno o una que sea verdaderamente justo) de pronto siente que sólo ve los pocos errores que usted puede llegar a cometer, pero nunca los aciertos que le han hecho ganar dinero a la empresa donde trabaja; si usted es estudiante o vive con sus papás, mismo caso, me podrá decir que ellos, los reyes del hogar solamente ven sus errores y no todas las virtudes que tiene como hija o hijo y el esfuerzo que hace para divertirse, gastar dinero y claro, estudiar.
Yo creo que eso es lo que quieren que entendamos, los expertos en mass media, relaciones públicas, análisis de contenido y todas esas cosas que se usan para diseñar una estrategia mediática para que nuestro presidente sea aceptado y se garantice la permanencia en el poder del partido donde milita, que mire a estas alturas de la vida de esta nación, pareciera que las elecciones son un protocolo para gastar dinero y hacer que México se cobije con el manto de la democracia aunque al final todo está decidido desde las cúpulas que ni usted ni yo alcanzamos a visualizar.
Aun así el jefe tiene derecho de réplica, de salvar lo insalvable ante una situación que tiene remedio pero nadie se anima a resolver, no hay por qué salir de la zona de confort, no hay por qué cambiar la forma de vivir en México si todos estamos conformes.
Le pongo un ejemplo más aterrizado a la realidad; desde mi trinchera decidí incrementar el nivel en la formación profesional de los jóvenes que estudian comunicación y diseño gráfico en una institución de educación superior de la entidad; el proceso no es fácil ni lo ha sido, ¿sabe por qué?, porque ellos mismos, nuestra población, está acostumbrada a no esforzarse y a dejar la escuela en segundo plano, primero está el trabajo (si es que trabajan) después la salud, también los compromisos familiares, cómo es que no entendemos que tienen un viaje a Europa en periodo de exámenes, que por cierto ellos no reprueban, son las víctimas, sí, las víctimas del estado de confort que el sistema detona y alienta día a día, los villanos los reprueban, sí, villano, gandaya, sinónimo de docente. Llegan a la educación superior con errores imperdonables de ortografía, qué le digo de sintaxis y gramática, los casos de éxito (que sí los hay) se desesperan del entorno y padecen las consecuencias que el resto genera, y ¿qué cree? tienen derecho de réplica, así como el presidente Peña tal cual, “profe por qué siempre ve lo malo y no lo bueno que hago”. Tienen razón, la tienen, son las víctimas de la historia, sí eso hace el líder supremo por qué ellos no. Deje le digo para cerrar mi intervención, lo peor de todo es cuando estas blanca palomas, mártires de la educación son respaldados por sus progenitores, aquellos que llaman a las 22 horas para reclamar por qué un docente reprobó a su hija y no el dio guía para el extra, o el priista que manda una carta membretada exigiendo que su hijo acredite la materia o de lo contrario podrá ojos morados a quien resulte responsable. El derecho de réplica, bendita oportunidad para justificar los errores y buscar a como dé lugar tener la razón, deberían de darnos un curso para saber cómo utilizar eso, el verdadero derecho de réplica que nos permita crecer como sociedad y como personas.
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