- El Gobierno federal debe limitar las manifestaciones de odio.
- Quiere Iglesia bloquear el avance de las mujeres en la sociedad
La inacción del Estado Mexicano hacia la Iglesia católica ha inhibido el acceso a los derechos humanos de las mujeres, señalaron Margarita Dalton Palomo y Aimée Vega Montiel, catedráticas del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Oaxaca y del del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
En la Cátedra Internacional Marcela Lagarde y de los Ríos, ambas investigadoras vieron con preocupación que el Gobierno Federal permita las manifestaciones de odio detonadas a partir de la iniciativa al Artículo 4 de la Constitución para legalizar el matrimonio igualitario y aseguraron que el trasfondo de la embestida no se centra solamente en el sector LGBTTI (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual) sino en el feminismo que persigue el avance de las mujeres en la sociedad: “Hace falta una intervención del Estado (…) me parece clave que la inmunidad tiene que ver con la inacción del gobierno que tiene como responsabilidad señalar a la Iglesia que está transgrediendo derechos individuales y estructuras institucionales”.
En conferencia de prensa, consideraron que desde la Cátedra se debe promover la investigación e insertar en la agenda pública temas de relevancia, pues las desigualdades en la sociedad tienen su origen en la desinformación; igualmente consideraron grave que el clero interpreta el reclamo de derechos humanos como una cuestión satánica e infernal “creen o quieren hacer creer que las demandas de este derecho son cosa del diablo”, y lamentaron que esta clase de engaños florecen solamente en el suelo fértil de la ignorancia, pues “podemos reformar instituciones pero si no se reforman mentalidades no hay forma de avanzar”.
Silvia Chávez de la Universidad de El Paso, Texas, expuso que las mujeres migrantes mexicanas radicadas en Estados Unidos conforman un colectivo especialmente vulnerable a causa de esa triple, toda vez que su estatus migratorio irregular les dificulta escapar de las espirales de violencia de género: “la mayoría ha migrado al extranjero por amor, porque se enamoraran del chicano estadounidense y lo dejan todo por establecerse allá, pero una vez que se vence su visa de turista o se embarazan, empiezan a ejercer violencia de género”.
En la ciudad fronteriza, detalló, una mujer es violentada cada nueve segundos, la violencia domésticas es el crimen menos denunciado con un número de incidentes diez superior al que se reporta, el 80 por ciento de los niños atestiguan este fenómeno, el 95 por ciento de agresiones conyugales son cometidas por hombres y 17 por ciento experimenta violencia física y sexual durante el embarazo. En promedio, cuatro mujeres son asesinadas diariamente por su pareja, en el año 2006 se registraron mil 485 arrestos por violencia doméstica, en mil 176 casos los responsables pertenecían al sexo masculino.
En el encuentro con los medios de comunicación, también estuvieron presentes Maite Rodríguez, de la Fundación Guatemala; Susana Baéz de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y María Elena Ortiz del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIEG).