El 8 de septiembre, el recién nombrado secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, presentó ante la Cámara de Diputados el denominado Paquete Económico 2017, que consta de 1) Iniciativa de Ley de Ingresos, 2) Proyecto de Presupuesto de Egresos y 3) Criterios Generales de Política Económica. Estos tres documentos básicamente establecen el rumbo que tendrán las finanzas públicas durante el siguiente año, de dónde se obtendrán los recursos gubernamentales y en qué se ejercerá el gasto público.
Antes de continuar, quiero hacer mención de que la presente columna se escribe desde la óptica del Derecho Económico, Fiscal y Tributario, no desde la perspectiva de la Economía, puesto que es un lenguaje más entendible a todos. Así que iremos por partes:
Ingresos. ¿De dónde obtiene la Federación dinero? La clasificación tradicional de los ingresos públicos del país ha sido la que los distingue entre Ingresos Tributarios e Ingresos No Tributarios, es decir el dinero que recibe por nuestros impuestos y el que recibe por otras vías que no son nuestros impuestos (productos, derechos, aprovechamientos, etc.). La proporción de los ingresos del país ha variado conforme a los años y hemos pasado de contar con ingresos de 1.8 billones de pesos en 1997 a estimar ingresos, según datos de Transparencia Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por 4.8 billones para el 2017. Pareciera que tenemos ingresos 2 veces superiores, pero recuerde el lector lo que podía comprar en 1997 con 10 pesos y lo que puede comprar ahora con esos mismos 10 pesos.
Para este 2017, según informa el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, los ingresos que proyecta la Federación se siguen orientando a incrementar la recaudación a través del SAT. En la Iniciativa de Ley de Ingresos se proyecta que el 33% de los Ingresos totales del país sean derivados del Impuesto Sobre la Renta (ISR), 18% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), 9% del Fondo Mexicano del Petróleo, 8% de Pemex, 7% de la CFE como principales ingresos. Hay que considerar que por cuanto va al ISR y al IVA, el gobierno pretende recaudar más que el año 2016, 10 y 3 por ciento respectivamente. En palabras del fiscalista Israel García Montes de Oca, en el escenario actual en el que la paraestatal Pemex ya no genera ingresos considerables para el presupuesto, las autoridades fiscalizadoras van a buscar recaudar impuestos a como dé lugar, incluso determinando créditos fiscales ilegalmente o negando devoluciones, iniciarán las visitas electrónicas a los contribuyentes donde podrán fincarse créditos fiscales, que antes tardaban en determinarse años, en un par de meses. Manténgase al corriente con el SAT y del IMSS, estimado lector.
Gastos. Para el año 2017, el proyecto presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público según informa Transparencia Presupuestaria a través de su portal de internet, el gasto público en su clasificación funcional, se destinará principalmente en un 51% a Desarrollo Social y 19% en desarrollo económico. Tras el recorte de aproximadamente 239 mil millones de pesos realizado en este presupuesto de egresos, los ramos de Educación, Cultura y el Fondo de Aportaciones Múltiples para la Infraestructura Social y Municipal se ven mermados. El área de la oficina de la presidencia de la República que mide la popularidad del presidente por otro lado, recibió un incremento presupuestal.
Es hasta aquí donde la mayoría de los medios de comunicación han llegado. Pero quiero ir a una mayor reflexión: ¿Cómo llegamos a esta decisión? ¿Quién y bajo qué criterios decide en qué se gasta el dinero público y en qué no?
El Proyecto de Presupuesto de Egresos es sin duda la responsabilidad más grande que tiene la Cámara de Diputados Federal. Cómo utilizar esos 4.8 billones de pesos que son todos los mexicanos es una responsabilidad que debe asumirse con seriedad y ética. Desafortunadamente, los diputados federales tienen una errónea percepción de su papel en el presupuesto desde hace años. Los legisladores se sienten gestores de recursos, en lugar de evaluadores del presupuesto, como es su función de acuerdo a nuestra Constitución.
Se acostumbraron a viejas prácticas en las que, por un lado, los diputados eran (siguen siendo?) gestores de intereses particulares o de grupos organizados y sólo negociaban recursos para obras en particular; y por otro Hacienda, sabedora de esto, simulaba en el Proyecto de Presupuesto de Egresos dejando en cantidades más bajas rubros como Agricultura (que siempre negociaba la CNC) para posteriormente elevarlas (después de negociaciones en Diputados) a la cantidad que seguramente en realidad tenia considerada.
Cada año, los legisladores modifican solo entre el 6 y el 10 por ciento del presupuesto de egresos. Se desgarran las vestiduras por negociar cantidades pequeñas de recursos que les den visibilidad política con algún grupo organizado o empresarial que posteriormente consolide sus intereses, pero no se preocupan por el impacto real del gasto público en el país. Distribuyen aún el presupuesto de forma inercial en la negociación aún y cuando la Secretaría de Hacienda lleva desde el 2008 tratando de consolidar el Presupuesto Orientado a Resultados y el Sistema de Evaluación del Desempeño como parte del ciclo presupuestario. En palabras simples, la información técnica del gasto público, la implementación del Modelo Sintético de Desempeño, la orientación del presupuesto a resultados, el pensar en cuanto vamos a reducir la pobreza en lugar de en cuantas despensas puedo comprar, las Evaluaciones de Consistencia y Resultados, de Impacto, entre otras, son elementos que los diputados podrían utilizar para negociar más y mejor el presupuesto. Pero lo dejan de lado, muchas veces por falta de conocimiento.
Aguascalientes, aun cuando representa aproximadamente el 3% del PIB del país, recibirá tan solo el 0.59% del presupuesto. Nuestro estado, aunque con bemoles, ha avanzado en la implementación del Sistema de Evaluación del Desempeño. Los diputados federales tienen muchos elementos técnicos para negociar el presupuesto que recibirá el gobernador electo de nuestro estado. No vale el escudarse en que es castigo del Presidente por haber votado por el PAN. Se puede tecnificar la negociación política del PEF, sin que importen los colores, sino la capacidad legislativa en beneficio de las personas, en beneficio de Aguascalientes (al que por cierto le hace falta dinero).