Las telenovelas y series de Televisa se van de Netflix. Hay dos postulados, a manera de estudio de medios, y una realidad al respecto. Hay quienes opinan (como el malísmo Álvaro Cueva) que Netflix construyó su iglesia (mexicana) sobre los contenidos en streaming que licenció desde Televisa y Azteca, es decir, que las audiencias nacionales contrataron el mismo servicio en el que uno puede ver Hunger Games, Beginners y Orange is the New Black, muchos más bien lo usan para disfrutar de La Familia Peluche y Soñadoras. Suena increíble, pero viendo las decepciones que nos suele dar el pueblo mexicano como masa amorfa (#EllosSonMás), tampoco sorprendería. La otra teoría va de que, como en México casi la mitad de la población no tiene acceso a Internet, hay un postulado clasista acerca de que dentro del porcentaje con streaming son pocos los que van a preferir A mil por hora antes que Jessica Jones.
La compañía californiana no revela números de audiencia o ratings Nielsen por política, aunque parte de los pagos que realiza a cada uno de los estudios que licencian su contenido son con base en la popularidad de sus productos. Es así como se sabe que Orange (de Lionsgate) es una serie mucho más popular que House of Cards (de MRC/Netflix) o que Bloodline (Sony) no vale su producción millonaria en Miami. Lo que no conocemos es el éxito de los contenidos televisos (ja) en México. Yo opino que seguro era alto pero no trascendental, siendo una señal que los precios mexicanos aumentan para Netflix justo cuando se les va Televisa a su propia red, Blim, la cual no tiene conversación en redes o contenidos relevantes.
Se ha demostrado que puede haber competencia por medio de nicho. HBO Go es relativamente barato, pero su catálogo es limitado (en México) aunque presume de ser calidad premium. ¿Menos de 200 pesos en un mes y se puede ver todo de Oz, Girls, Los Soprano, Curb y Veep? ¡Dónde firmo! Existe Mubi, que ofrece un filme diarte culto de cineteca al día. Es decir, todos los días tienes una película tipo la muestra disponible (o puedes ver las 30 en un día y al día siguiente habría una nueva). Para los fans del anime existe Crunchyroll, con estrenos simultáneos con Japón y series consagradas de catálogo como Naruto Shipuden.
¿Es anglocentrista esta visión? ¿Malinchista? ¿Racista? No lo creo, simplemente se buscan buenos contenidos y la gran televisora de México está fallando en ofrecerlos o al menos usar su dinero para lograr una oferta única o competente para streaming. Ellos fueron quienes debieron ofrecerle millones de dólares a Gaz Alazraki para estrenar Club de Cuervos en su plataforma, pero la soberbia de usar a los cineastas y actores de siempre han hecho que Netflix y sus algoritmos les coman el mandado. Hasta después de Club les encargaron otra serie.
Televisa ya había apostado por series. Canal Once también. Las matemáticas no salen ya que las telenovelas son más baratas y las prefieren las grandes audiencias. Ahora es el tiempo de las series que hace apología al crimen, que viéndolo fríamente, podría ser un caballo de Troya para que el formato sea absorbido por las masas. O solamente les parece muy guapo El Señor de los Cielos.
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