La primera vez que vi a Betsy Pecanins en vivo, de hecho fue la primera vez que supe de ella aunque evidentemente ella ya tenía una trayectoria, fue en el concierto que ofreció en julio del ‘85 dentro de los festejos de los cien años de la construcción del Teatro Morelos, se presentó en este recinto acompañada por el guitarrista Dwight Carroll, que fungía como director musical, y el grupo de Real de Catorce, su grupo durante aproximadamente dos años y que poco después de esa presentación, ella se separó de la agrupación y cada uno de ellos definió perfectamente bien su carrera por separado. Si eres un amante del rock, del blues o en general de la buena música, recordarás que Real de Catorce se presentó en Aguascalientes en una serie de conciertos organizados por aquel proyecto que había a mediados de los años 80 llamado Isssstes Cultura, concretamente me refiero a 1987 y que por aquellos años era coordinado por mi buen amigo Ernesto de Luna, presentándose en diferentes escenarios de la ciudad, el vestíbulo del Congreso, el Centro de Estudios Musicales Manuel M.Ponce, teatro del IMSS, y no recuerdo ya en qué otros lugares, lo cierto es que después de aquellas exitosas presentaciones, las visitas de Real de Catorce a Aguascalientes fueron muy frecuentes durante un período aproximadamente de dos o tres años, en una ocasión, ese mismo año, 1987, se presentaron en el aniversario de XENM, Radio Instituto Cultural de Aguascalientes en el patio de las instalaciones, en aquel entonces en avenida López Mateos, con la consecuente concurrencia de un número muy considerable de personas deseosas de ver en vivo a Real de Catorce.
Pero regresando a lo que nos ocupa en esta ocasión, Betsy Pecanins, ella también fue una de las consentidas del público amante de la buena música en Aguascalientes, se presentó en esta ciudad no sé ya en cuantas ocasiones, lo hizo, como ya lo he comentado, con Real de Catorce, con Guillermo Briseño, con Cecilia Toussaint, ella sola con su propia banda de músicos, en fin, son incontables sus presentaciones en estas tierras aquicalidenses, tengo el placer de haberla entrevistado casi el mismo número de veces que cantó aquí, siempre mostrando un trato muy amable con los medios de comunicación, sobre todo cuando se trataba de medios que conocían perfectamente su trayectoria.
Es difícil ubicar a Betsy Pecanins en la escena de la música en México, siempre se mantuvo en el lado oscuro, ahí, donde no buscan los reflectores, del lado de la propuesta cultural, siempre se mantuvo fiel a este principio de respetar el buen trato a la música y no coquetear con el facilismo a fin de mejorar los ingresos económicos, finalmente esa es la principal tesis de los músicos honestos, la verdad no me imagino a Robert Fripp, a Frank Zappa o a Jimi Hendrix haciendo música por dinero, se perdería el encanto, no, esto es inconcebible. Claro, es obvio que reciban una remuneración por su trabajo, pero no es este el fin último que los mueve a hacer música.
Pero ya me fui por otro lado, te estaba comentando que es difícil ubicarla en el contexto musical de México, esto por lo ecléctico de su propuesta, sin embargo, a pesar de que es igualmente convincente en la música popular de México, aclaro, popular, no populachera, ella fue, sobre cualquier otra cosa, una cantante de blues, se alimentaba de las insaciables aguas que manan de la fuente del blues, y es aquí en donde nos preguntamos si acaso Betsy Pecanins ha sido la única mujer mexicana, sí, mexicana a pesar de sus antecedentes estadounidenses y catalanes, que ha destacado en la escena nacional del blues, de ser así, concedo el beneficio de la duda, pero en este momento no recuerdo a alguien más que pueda levantar la mano, de ser así, preocupa entonces quién habrá de tomar la estafeta para continuar con este trabajo.
No sé, Magos Herrera, Cecilia Toussaint, Iraida Noriega, todas ellas son extraordinarias, fabulosas y he tenido la oportunidad de verlas a todas ellas en vivo aquí en Aguascalientes, Magos e Iraida son verdaderos referentes en el jazz en México, Cecilia, sin duda la mejor intérprete de Jaime López, destaca en el rock, todas ellas han incursionado en diferentes fusiones musicales que amplían favorablemente su repertorio, pero estrictamente en el blues, Betsy es única y lamentablemente irrepetible, y no me refiero a que su personalidad e imagen sea evidentemente irrepetible, eso es obvio, sino a que no hay nadie que venga atrás, de generaciones más jóvenes que pueda darle continuidad al trabajo de ofrecer un lugar de importancia al blues en la escena de la música nacional. Sí, sin duda la pérdida de Betsy Pecanins es una verdadera tragedia para la música en México, con ella se pierde una fuente inagotable de talento, pero sobre todo de un repertorio que no cualquiera se toma el atrevimiento de abordar, hay que recordar que abordaba con la misma solvencia clásicos del blues como I’m a woman, originalmente I’m a man, de Muddy Waters, y otros blues de Otis Redding, B.B.King, y otros personajes icónicos del blues, que canciones de la cultura popular mexicana, y en ambos casos era sorprendentemente convincente.
Betsy Pecanins murió el 13 de diciembre, su muerte ha mutilado irremediablemente el mundo del arte, no sólo en México, me atrevo a decir que en toda América Latina y a los que amamos su música y nos fascinamos con su voz no nos queda más que recordarla y claro, seguir escuchándola en sus muchas grabaciones con las que ha pasado al terreno de la inmortalidad. Descanse en paz la reina del blues en México, Betsy Pecanins.
