El 19 de abril se cumplieron 10 años del fallecimiento del sexto obispo diocesano, Ramón Godínez Flores, tras una fulminante enfermedad.
Nacido el 18 de abril de 1936 en la sacrosanta población jalisciense de Jamay, en la ribera oriental del lago de Chapala, fue nombrado obispo de Aguascalientes el 18 de mayo de 1998. Godínez asumió el cargo poco más de un mes después, el 27 de junio procedente de Guadalajara, en cuya sede episcopal se desempeñó como obispo auxiliar.
Ya no me acuerdo cómo le hice para colarme a la ceremonia de entronización, pero lo que sí recuerdo fue el extraordinario ensamble músico-coral que se formó para acompañar el ritual sacro. El gran coro femenino y masculino de los religiosos carmelitas alrededor del órgano Walcker, y delante de este una orquesta de cámara, todos dirigidos por el maestro Isaac González.
A despecho de sus críticos -en particular por aquel asunto desgraciado del lavado de dinero- la catedral resultó insuficiente para albergar a quienes lamentaron su muerte y asistieron a sus funerales, que se realizaron en la plaza pública, aunque sí fue velado en el máximo templo católico de la diócesis, tal y como muestra la imagen.
Por cierto que entre los purpurados que asistieron se contó con la presencia del personaje que tiempo después lo sustituyó.
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