Leí una entrevista de Forbes con el nuevo CEO de TV AZTECA (Benjamín, hijo de Ricardo) y más allá del montón de lugares comunes con el ojo vigilante de una agencia de relaciones públicas, creo que los ejecutivos de televisión en México siguen sin saber qué quieren o por qué la han regado monumentalmente durante la última década. Alguna vez René Franco (cuando se cambió a Televisa, por supuesto) explicó la razón por la cual en Azteca están imposibilitados por diseño para realizar buena televisión: Canal 7, 13 y 40 tienen como misión fundamental ser un comercialote de Elektra y empresas satélites. La concesión, gastos operativos e inversión de talentos resultan baratas en comparación a lo que costarían pauta nacionales de manera diaria en todos los horarios.
Al igual que en la red, el contenido es rey, content is king, el rey está contento. Televisa falla, Azteca igual e Imagen sólo existe porque no están realizando buenos contenidos. No es cuestión de Millennials o si Netflix les parte la madre. Al fin y al cabo la red de redes (je) abarca apenas poco más de la mitad de consumidores potenciales en méxico, mientras casi todos los hogares mexicanos tienen alguna manera de ver televisión abierta.
Imagen incluso falla en un momento dónde está de moda la unidad nacional ¡al transmitir telenovelas de medio oriente! La nueva propuesta de la tele mexicana sólo nos propone una telenovela comprada y mal doblada. Y la misma barra programática que diseñó Luis de Llano Palmer. No digo que otros tengan la solución, ya que puede ser un problema cultural y generacional. El grueso de los youtubers son lerdos, poco informados e [insisto] no más que modelos de tercera que pueden hilar dos que tres palabras. Sin ambiciones empresariales o de influir [para bien] en su audiencia, salvo honrosas excepciones con las que pude colaborar.
Shane Smith, el CEO de Vice, dice que el éxito de su medio en el ámbito mundial es que contrataron gente que no estaba maleada ¿ni maiceada?. Es decir, director de la universidad, reclutaron a editores, reporteros y videógrafos que fueron entrenados por un staff que nunca se contaminó por los mal llamados medios tradicionales. Por eso la estética más cercana al cine, porque no hubo directores que les dijeran así no se hace. Con esto me refiero a que las empresas legacy tienen un problema generacional bastante fuerte y no parece haber manera humana de resolverlo pronto.
En otra muestra de ineptitud como para un libro entero, Televisa falla al comprar SDPnoticias. Si somos robots, la compra tiene sentido y más si es cierto el rumor de una adquisición apresurada por números rojos en SDP. Es un sitio exitosísimo y su ranking en social es envidiable. Tema aparte es que sus contenidos son una puta basura. Gran compra, para aumentar el bottomline de un área donde claramente Televisa adolece. Ahí les va el error: la televisora por años ha sido negligente con su área editorial. No me refiero a las redacciones o cuartos de escritores de sus programas, sino a la empresa antes conocida como Grupo Editorial Televisa, luego Televisa Publishing y ahora englobada en Televisa Brands Group.
Si los televisos en algo fueron bien hechos y con calidad impecable, fue en sus revistas de interés general. Bien diseñadas, gran distribución, buenos sueldos a editores, excelente papel y contenidos increíbles. Es claro que nunca entendieron internet e incluso abortaron varias iniciativas como ToqueDeQueda (podcasts y blogs, desde la editorial), Jambitz (tecnología de consumo y cultura geek), Conozca Más en línea (cultura pop, ephemera) y Press Start (videojuegos, cultura friki). Todos esos sitios que menciono eran geniales, con una comunidad apasionada (casi diez años después muchos siguen en contacto) y editores comprometidos. Un día, la nueva gerencia decidió despedir al equipo que coordinaba dichos esfuerzos, destruir la moral del grupo y tomar decisiones idiotas como dar poder a Juan José Origel (en serio) para reforzar las revistas de chismes. Otro dato, el director ejecutivo que despidieron fue quien amarró el regreso de Marvel Cómics a México. Así nomás
En editorial sigue laborando gente valiosa, aunque han fallado sus directivos en realizar sitios webs decentes de sus revistas. Ahora se les acaba de pintar dedo comprando a Federico Arreola por su experiencia en chacalear contenidos ajenos, subir fotos de Belinda en bikini y dar espacio a columnistas de segunda. Ya ni porque la nueva niñera que Univision contrató a los Azcárraga, acaba de comprar Gizmodo y The Onion. Es cultural y generacional.
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Bolches yarboclos para taravisa y tvapezta