¿Cómo hacer un gobierno rentable? / Política For Dummies

La rentabilidad es esa relación existente entre los beneficios que proporciona una determinada operación o cosa y la inversión o el esfuerzo que se ha hecho. Es decir, ¿cuántos resultados obtenemos por el esfuerzo realizado? Cuando hablamos de gobierno rentable lo que queremos decir es que las acciones de un gobierno darán resultados a futuro, ya sea para un buen desarrollo de la administración, para la sociedad o para el gobernante.

Es común escuchar, entre el argot político, que el poder desgasta, si es cierto, estar en el poder desgasta porque nunca antes el gobernante tuvo tantos reflectores, nunca antes sus acciones fueron tan juzgadas, criticadas y expuestas en la prensa, también porque nunca antes tuvo que lidiar con medios de comunicación que quieren poner contra las cuerdas al gobernante, porque este decidió reducir el gasto en publicidad, para muestra veamos los casos de Enrique Alfaro en Guadalajara, de El bronco en Nuevo León y de Javier Corral en Chihuahua.

Sí, el poder desgasta, porque cuando uno es gobernante y toma decisiones no puede tener contentos al cien por ciento de la población, las decisiones tienen consecuencias, el arte de gobernar es que esas decisiones sean las correctas, las eficientes y las necesarias. Uno de los errores de Peña Nieto es que las decisiones no han sido ni las correctas ni las eficientes. Sino que son compromisos de campaña con empresarios que invirtieron en él. En muchas ocasiones, todos los gobiernos tienen esa presión.

Sin embargo, hay una fórmula para que aunque el gobernante se vea desgastado, logre hacer que su gobierno sea muy rentable, por ende, su partido y su marca personal tendrán beneficios electorales. La fórmula es sencilla, gobernar rindiendo cuentas, gobernar con congruencia, gobernar con vergüenza política, gobernar con transparencia y gobernar con la participación de los ciudadanos.

Nadie quiere volver a votar por un gobierno corrupto e ineficiente. Nadie quiere votar por un gobierno que oculta información o desvía recursos. En el fondo ese es el deseo de los ciudadanos, el trabajo de los consultores políticos y las campañas políticas es convencer a los ciudadanos de que esta vez no serán traicionados. Pero un gobierno que es transparente y rinde cuentas desde el principio no tiene que enfocarse en convencer al ciudadano de que esta vez será diferente, ya lo convenció cuando gobernó, incluso cuando haya errores en la administración.

¿Cómo puede ser un gobierno así? Aquí van algunos tips sencillos. Reformar los reglamentos y promulgar reglamentos de participación ciudadana que establezca mecanismos novedosos de rendición de cuentas y participación ciudadana como la revocación de mandato, los ciudadanos deben tener el derecho a preguntarse si quiere que su alcalde o gobernante continúe gobernando. También incluir mecanismos como los presupuesto participativos, los ciudadanos deben tener derecho a decidir el destino de los recursos públicos; el cabildo abierto, un mecanismo que permite a los ciudadanos poner a discusión puntos en el orden del día del cabildo, putos que son de su interés y que sus regidores los discutan.

Ese reglamento debe contener elementos como la comparecencia pública; que los ciudadanos puedan llamar a rendir cuentas al alcalde si este no ha cumplido con lo que promete, al encargado de seguridad pública para que responda sobre una crisis de seguridad. Consejos de participación ciudadana, donde los ciudadanos puedan participar en diversos temas como los de salud pública, seguridad o programas sociales.

Por otra parte, el gobierno debe ser transparente, acercarse a las organizaciones de la sociedad civil, escuchar sugerencias, mejorar sus sitios web donde presentan la información y entender un solo concepto: todos los ciudadanos tienen derecho a saber toda la información que quieran, un gobierno transparente es el que publica toda la información que genera, no solamente la que le obliga la ley.

Ser transparente también implica a responder de manera positiva a esta pregunta: ¿Toma las decisiones importantes con la información pública? Si la respuesta es no, no es un gobierno transparente, no es un gobierno abierto a la gente y no es un gobierno capaz de dar la cara a los ciudadanos.

Lo más esencial para lograr un gobierno rentable es tener vergüenza y congruencia política, esto implica cumplir lo que se promete, tener vergüenza para no robar, para no ser acusado de corrupto y ser congruente. La ciudadanía necesita políticos con quien sentirse cerca y políticos en quien confiar, eso se logra con estas políticas de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana.

Para muestra dos botones, Andrés Manuel López Obrador, fue el primer gobernante en México en someterse a un ejercicio de ratificación de mandato, mantuvo constante interacción con los ciudadanos, incentivó la participación de los mismos y logró ser el candidato de izquierda más votado en la historia del país, además de que sigue teniendo capital político para obtener la presidencia de la República. Enrique Alfaro Ramírez, se sometió en 2011 a un ejercicio de ratificación de mandato, llevó a Tlajomulco, Jalisco al primer lugar nacional en transparencia y las siglas del partido que lo respaldó han gobernado ese municipio hasta entonces, además de que Alfaro es el político con mayor rentabilidad electoral para gobernar el estado de Jalisco hasta el momento.

Gobernar bien es garantía de rentabilidad electoral. Quizá esa pueda ser una motivación para que existan buenas gobiernos.